CNN: El medio que usa Roger Noriega para sus especulaciones paranoicas
21/05/2012
- Opinión
El 2 de mayo, Arthur Brice, productor ejecutivo de CNN, publicó lo que se suponía debía ser un artículo acerca de Venezuela. En su lugar, el panfleto de 4.300 palabras de Brice titulado Chavez Health Problems Plunge Venezuela’s Future Into Doubt (Los problemas de salud de Chávez ponen en duda el futuro de Venezuela) no es nada más que una plataforma para las descabelladas ideas de Roger Noriega, cabildero de la ultraderecha y otrora diplomático en el gobierno de George W. Bush, a quién Brice hace referencia en más de dos docenas de ocasiones en el artículo.
Como analista político, Noriega ha emitido declaraciones con total desfachatez. Apareció como el principal experto en el artículo de Brice seis meses después de haber anunciado – con base en lo que él dijera era el diagnóstico del equipo médico de Chávez – que el Presidente venezolano “probablemente no vivirá más de seis meses”. A Noriega le importa poco los hechos. Ha promovido sus fantasiosas aseveraciones en importantes medios de comunicación, frecuentemente con base en fuentes anónimas. Tomemos como ejemplo su artículo publicado en 2010 por la revista Foreign Policy titulado Chávez’s Secret Nuclear Program y cuyo subtítulo reza: “No está claro lo que Venezuela esconde, pero definitivamente esconde algo – y el hecho que Irán esté involucrado sugiere que no está en nada bueno”. (Funcionarios del Departamento de Estado desestimaron dichas sospechas de manera “tajante”).
Las entrevistas de CNN con Noriega y otros analistas predominantemente de la derecha probablemente hicieron que Brice afirmara en su artículo del 2 de mayo la falacia que: “Diosdado Cabello, antiguo cohorte de Chávez…consiguió amasar gran poder en enero cuando Chávez lo nombrara presidente de la Asamblea Nacional”. De hecho, incluso el diario venezolano El Universal, alineado con la oposición, informó el 5 de enero que Cabello fue electo como nuevo presidente de la Asamblea Nacional, aunque fuese “solo por los votos” de la mayoría parlamentaria que posee el PSUV. Ewan Robertson, de Venezuelanalysis.com, indicó que 98 diputados del bloque gubernamental parlamentario apoyaron a Cabello, mientras que el bloque de 67 diputados de la oposición se opuso. Dicho proceso electoral ha sido una constante en la dinámica política venezolana en el transcurso de los últimos diez años.
El resto de los dimes y diretes de CNN mantiene la misma tónica. Para ofrecer dos ejemplos, Brice se sustenta en el doctor venezolano José Rafael Marquina para que opine acerca del actual estado de salud del presidente Chávez. Sin embargo, el mismo Brice admite que Marquina “ejerce en Florida y no tiene conexión directa con el caso pero ha dicho que tiene colegas que conocen lo qué está ocurriendo”. En el tema de la política venezolana, “los cubanos”, escribe Brice, “quizás solo tengan el poder para sugerir y manipular lo mejor que puedan”, pero luego cita a “algunos observadores” que temen que los cubanos podrían actuar con su “avanzada de punta” en el país para desatar a “las milicias en un intento por tomar el poder”. Brice luego cita a Noriega al indicar que “no tengo dudas que algunos cubanos emplearían medios violentos para lidiar con los venezolanos”.
Dichos ejemplos son indicadores del deseo de CNN de tejer una red de intrigas. Las elecciones presidenciales de Venezuela pautadas para octubre no deberían diferir de las efectuadas en anteriores oportunidades. Las elecciones libres y transparentes han sido monitoreadas de cerca y han sido la palabra final en los resultados políticos de Venezuela. Pero al sustentarse en entrevistas telefónicas con autoproclamados “analistas”, quiénes en su gran mayoría viven en EE UU, CNN ha dibujado la política venezolana como un gran juego de ajedrez de “hombres poderosos que intentan doblar el arco de la historia porque creen que la vida del presidente se le podría estar escapando de las manos a los doctores y colocándola en las manos de Dios”. Para CNN, los electores venezolanos juegan un rol marginal, y a veces ni siquiera eso – se trata de una lucha sensacionalista entre generales narcotraficantes, espías cubanos, testaferros con conexiones, milicias armadas y un moribundo y carismático hombre fuerte arrodillado ante Fidel Castro.
Si Brice hubiese decidido reportar desde Caracas, quizás hubiese producido un segmento de video similar al que aparece al lado de su propio artículo en la página Web de CNN. La periodista Paula Newton indicó que la atención médica gratuita provista por el gobierno en zonas de bajos recursos es una razón “concreta” por la cual existe un amplio apoyo a Chávez, el cual “no es necesariamente ciego”, explicó. Newton también mostró a los simpatizantes de Chávez mostrando (razonable) escepticismo hacia las conjeturas de que el Presidente estaría a punto de morir o que ya había muerto – una lección potencialmente valiosa para CNN, considerando la credulidad generalizada de Brice.
Los comentarios mamarrachos de Noriega en medios como CNN serían más divertidos si no fuese por su experiencia de primera mano en la creación de devastadoras políticas estadounidenses hacia América Latina. La carrera de Noriega en el gobierno, vale recordar, incluye la proporción de ayuda “no letal” a las Contras nicaragüenses como funcionario de la Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (USAID) en la década de los 80. Luego fungió como jefe de despacho del senador Jesse Helms en la década de los 90, siendo coautor de la Ley Helms-Burton, responsable por la intensificación del embargo de EE UU sobre Cuba. George W. Bush lo nombró embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2001, y en 2003, reemplazó al veterano en el escándalo Irán-Contra y patrocinador de golpistas en Venezuela, Otto Reich, como vicesecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos. En dicho cargo – el último que ocupó en el gobierno antes de pasarse al sector privado – había muchas expectativas, las cuales Noriega cumplió a cabalidad.
Mientras que Reich fracasó en su intento por detener la ola de la izquierda en Venezuela en 2002 cuando ocupaba el cargo (el golpe de Estado que derrocó a Chávez duró solo dos días), Noriega fue victorioso en contener la marea populista de Lavalas en Haití. Siendo el único movimiento político de bases en el país más desigual del hemisferio, Lavalas, liderado por el presidente democráticamente electo Jean-Bertrand Aristide, era una amenaza obvia al gobierno de Bush. El desenlace de la campaña de desestabilización por parte del gobierno de EE UU ocurrió en febrero de 2004 cuando Aristide y su familia fueron sacados del país apresuradamente en un avión estadounidense a medianoche. Al principio, Noriega negó que Estados Unidos hubiese tenido un rol en la remoción de Aristide, aseverando nerviosamente que Aristide se había montado en un avión por su propia voluntad. Pero según el Dr. Paul Farmer – especialista en el tema de salud de la Universidad de Harvard y Enviado Especial de la ONU a Haití – Noriega admitió “durante una audiencia de la Cámara de Representantes de EE UU que Aristide no sabía cuál iba a ser su destino hasta que faltaba menos de una hora para aterrizar en la República Centroafricana”. Robert White, ex embajador de EE UU en El Salvador y Paraguay, declaró a Newsday que justo antes del golpe “Roger Noriega había estado empeñado en sacar a Aristide durante muchos, muchos años y ahora estaba en la posición de poder para lograrlo”.
Hoy en día, Noriega divide su tiempo en su posición como “académico” experto en América Latina en el centro de estudios pro corporativo American Enterprise Institute (AEI) y como cabildero registrado que representa a varios intereses en países que son los sujetos de sus ampliamente difundidos comentarios. La influencia que ha ejercido Noriega ha sido extremadamente efectiva en los últimos años. Por ejemplo, además de su labor como columnista defendiendo el golpe de Estado en Honduras en 2009, Noriega – quien fuese contratado para representar a un grupo de manufactura textil de Honduras – organizó una reunión entre quienes apoyaban el golpe y un grupo de Senadores de EE UU menos de diez días después del derrocamiento del presidente democráticamente electo, Manuel Zelaya. Daniel W. Fisk, quién ayudó crear políticas de EE UU en América Central cuando era un alto oficial gubernamental en las décadas de los 80 y 90, formó parte de la reunión. Según The New York Times, Fisk estaba “estupefacto por la convocatoria”. “Nunca había visto a ocho Senadores en un lugar hablando de América Latina en toda mi carrera”, según citó el mencionado diario.
The New York Times se refirió a las acciones de Noriega hacia Honduras como un vestigio de la planificación típica de la Guerra Fría. Noriega, Reich y Fisk, indicó el diario, verían a Honduras como “el principal campo de batalla en una guerra a distancia contra Cuba y Venezuela”, dos países que estos tres personajes caracterizaron como “amenazas a la estabilidad de la región en términos similares a los anteriormente usados para describir los designios de la Unión Soviética”. Noriega advirtió acerca de una nueva amenaza roja cuando apoyó el derrocamiento de Zelaya. Según Noriega, Honduras era el epicentro en lo que denominó “el continuo avance del autoritarismo chavista bajo el disfraz de la democracia”.
Dado el perturbador record de Noriega, resulta sorprendente que CNN haya producido un artículo acerca de Venezuela a través de la visión de un cabildero con obvios conflictos de intereses en América Latina. El artículo de Brice, el cual nunca mencionas las actividades de cabildeo de Noriega, está repleto de comentarios como estos:
“Noriega y otros observadores han indicado que los nombramientos [por parte de Chávez] de Cabello y Rangel Silva han convertido a Venezuela en un narcoestado…Si Cabello y Rangel Silva recurren al trabajo sucio para mantener las cosas en orden, Maduro es un tipo que pueden traer para dar la apariencia de respetabilidad ante la comunidad internacional, ‘indicó Noriega, quien tildó [al escenario hipotético que acababa de crear] como ‘un tipo de junta’…La Fuerza Armada también enfrentaría graves divisiones si se le ordenase disparar en contra de ciudadanos venezolanos…”Las elecciones son, desde el punto de vista [de Cabello y Rangel Silva], desechables”, aseveró [Noriega]. “Por otra parte, si creen que les puede dar un poco de legitimidad, se darán las elecciones. Les va a costar mostrar legitimidad con un capo del narcotráfico en el poder”.
A través de CNN, Noriega ha podido hablar públicamente de los prospectos de un golpe de Estado en Venezuela (como el que apoyaron tanto el gobierno de Bush como el FMI en 2002) y criticar al presunto narcotráfico en Venezuela (del mismo tipo que hizo el peón de la CIA Manuel Noriega y las Contras apoyadas por EE UU). Noriega se adelanta a desaprobar unas elecciones hipotéticas en Venezuela cuyo propósito, según él, sería “darle un poco de legitimidad” (a pesar del propio apoyo de Noriega a las elecciones fraudulentas apoyadas por EE UU en Honduras en 2009, las cuales se llevaron a cabo bajo una dictadura).
También hay un contexto histórico detrás del uso indiscriminado que Brice hace de términos como “narcogenerales”, “narcoestado”, “narcoterrorismo” y “capo del narcotráfico” en lo relacionado con Venezuela. Muchos de estos términos se originaron de las citas directas de Noriega en CNN. Esto es solo el más reciente ejemplo de manipulación mediática de la cual son expertos los colegas de Noriega desde hace mucho tiempo. Desde 1983 a 1986, Reich orquestó un medio de propaganda financiado con dinero público, la Oficina de Diplomacia Pública, la cual, entre otras actividades, emitía informes falsos en grandes medios de comunicación donde afirmaba que el gobierno sandinista estaba involucrado con el narcotráfico. Haití es otro ejemplo: En 1992, la CIA creó un perfil psicológico falso de Aristide, el cual el senador Jesse Helms eventualmente usópara denunciar al Presidente como un “psicópata”, aseveración que fue diseminada indiscriminadamente por los medios de comunicación de entonces. Aristide, el diminuto teólogo de la liberación, también fue sometido a una investigación penal en EE UU debido a su supuestas conexiones con el narcotráfico. Aunque los medios de comunicación repitieron las aseveraciones que Aristide estaba involucrado en el narcotráfico, el abogado de derechos humanos Brian Concannon resaltó en 2006 que a la final “ni una acusación se emitió en ningún tribunal de EE UU”. (Los esfuerzos de EE UU para asesinar al carácter de Aristide a través de los tribunales han seguido hasta hoy día).
Pero hay un aspecto positivo del artículo de Brice en CNN: las teorías más irracionales de Noriega, menos mal, no fueron incluidas en el artículo. A continuación algunas de las más descabelladas aseveraciones que Noriega ha hecho en los últimos tiempos:
En un artículo de marzo del 2011 publicado por AEI titulado U.S. Diplomats Clueless on Alleged Chávez Plot to Kill the President of Panama (Diplomáticos de EE UU sin pistas acerca de presunto complot de Chávez para asesinar al Presidente de Panamá), Noriega se preguntó, “si las autoridades panameñas desestimaron esto como una falsa alarma, ¿por qué altos funcionarios de ese gobierno me expresaron su gratitud por haber revelado el complot meses antes del incidente? ¿Y por qué diablos se arriesgaría Chávez en atacar a Martinelli? No puedo responder esas preguntas”.
En otro artículo para la AEI de octubre del 2011 titulado The Mounting Hezbollah Threat in Latin America (La creciente amenaza de Hezbolá en América Latina), Noriega asevera que “la presencia de Hezbolá en América Latina data desde mediados de los 80, cuando comenzara a enviar miembros a la región sin ley conocida como la triple frontera…Entre sus actividades se encuentran la copia ilegal de software y música”.
En un artículo publicado por The Washington Post en marzo del 2011 titulado Is There a Chavez Terror Network on America’s Doorstep? (¿Hay una red terrorista de Chávez en las puertas de EE UU?) Noriega logra conseguir operaciones tanto de al Qaeda como de Irán en Venezuela: “La amenaza que representan los terroristas que viajan por el mundo entero está más latente que nunca”, escribió. “Un funcionario de seguridad de EE UU me dijo que dos conocidos miembros de al Qaeda estaban preparando un ‘ataque químico’ en contra de la Embajada de EE UU…Una fuente del gobierno de EE UU me ha indicado que hay dos entrenadores terroristas iraníes en la isla Margarita de Venezuela entrenando a miembros de la región que se han reunido en ese lugar. Adicionalmente, musulmanes radicales de Venezuela y Colombia han sido llevados a un centro cultural en Caracas que lleva el nombre de Centro de Entrenamiento Espiritual Ayatolá Khomeini y Simón Bolívar”.
En el ultimátum publicado en abril de 2010 en The Wall Street Journal titulado Time to Confront the Tehran-Caracas Axis (Es hora de enfrentar el eje Teherán-Caracas), Noriega descubrió otro complot siniestro: “La compañía canadiense de explotación de uranio U308 ha descubierto una fuente sustancial de uranio en Roraima, entre Guayana y el estado venezolano de Bolívar. Individuos iraníes o de otros países del Medio Oriente (sic) operan una fábrica de tractores, una cementera y una mina de oro en la región”.
Noriega concluye su artículo en The Wall Street Journal haciendo un llamado al derecho internacional. Escribió que los nefastos planes de Venezuela “deben considerarse como amenazas a la paz y como un acto de agresión bajo el Artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas”. Es la manera perfectamente apropiada para lidiar con cualquier estado forajido que, en las palabras de Noriega, esté tentado a “intervenir en los asuntos internos” de otros países y apoye “a grupos terroristas en las Américas”. Desafortunadamente, Noriega lo ha entendido todo al revés. No es Venezuela, sino EE UU el país que es indiscutiblemente responsable por hacer ambas actividades. Habrá que esperar sentados para que Noriega aplique de manera igualitaria dichos estándares.
- Keane Bhatt es activista residenciado en Washington, DC. Ha trabajado en EE UU y América Latina en varias campañas relacionadas con el desarrollo comunitario y la justicia social. Sus análisis y opiniones han sido publicadas en una amplia gama de medios que incluyen a NPR, The Nation, The St. Petersburg Times, CNN en Español, Amauta y Upside Down World. Es autor del nuevo blog de la NACLA titulado “Manufacturing Contempt” (La fabricación del desprecio), el cual ofrece una mirada crítica a los medios de Estados Unidos y su manera de presentar al hemisferio.
https://www.alainet.org/es/articulo/158127
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