Foro tercermunista adoptó numerosas resoluciones

Con 120 socios, los Países No Alineados se reunieron en Irán

03/09/2012
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El Movimiento de Países No Alineados deliberó en Teherán. El boicot de Estados Unidos e Israel resultó un fracaso total. Los 120 países miembros se reunieron y adoptaron sus decisiones.
Esta fue la Cumbre número XVI del Movimiento de Países No Alineados (MPNA), tomando como inicio no su debut en Bandung, Indonesia, en abril de 1955, sino la primera formal, en 1961, en Belgrado, capital de la ex República Socialista Federativa de Yugoslavia.
La cita fue en Teherán, capital de Irán, donde hubo sucesivos debates de los diversos niveles de decisión del MPNA. El 26 y 27 de agosto fue el turno de los expertos; el 28 y 29 de los cancilleres y el 30 y 31 de los presidentes y jefes de gobierno.
El total de países miembros es de 120, pero hubo 150 contando a los observadores e invitados. Hasta se  hizo presente el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki moon, lo que está indicando el alto nivel de fracaso del boicot estadounidense-israelita, que quiso frustrar la reunión o bien vaciarla de asistentes. No lo logró.
Entre las visitas estelares cabe mencionar al flamante presidente de Egipto, Mohammad Mursi. La agencia china Xinhua destacó que era la primera vez que un mandatario egipcio pisaba suelo iraní desde la revolución del ayatolá Jomeini en 1979. Y aunque su presencia provocó algunos revuelos en la sala (la delegación de Siria se fue cuando Mursi condenaba a Bachar Al Assad y justificaba la contrarrevolución surgida hace 17 meses), lo destacable era la asistencia del mayor país árabe después de 33 años.
Lo primero que surge a la vista, entonces, es la representación política del MPNA, pues con sus 120 socios plenos procedentes de Asia, África y América Latina, compone el segundo organismo más grande del mundo después de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tiene 192.
Por supuesto, se trata de un conjunto muy heterogéneo en lo político, económico y cultural, pero también con ciertas bases fundamentales bien establecidas a lo largo de tantas décadas. En síntesis, podría decirse que se trata de una fuerza numerosa y tercermundista, que en general ha jugado a favor de la paz internacional, en contra de las guerras de agresión de Estados Unidos y las potencias, con reclamos por un orden internacional más justo, sobre todo en lo económico, financiero y comercial.
Estos lineamientos reverdecieron en la cita iraní, pues en la Declaración de Teherán, de once artículos, se reclamó por la paz mundial y en contra de las armas nucleares, al tiempo que se reafirmó el derecho de todas las naciones a la energía nuclear pacífica. Se ratificó el apoyo a la creación de un Estado palestino y la condena al bloqueo estadounidense contra Cuba. Se dio apoyo a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, así como a Ecuador luego de las amenazas británicas por el asilo a Julian Assange. La defensa de la democracia paraguaya también tuvo su espacio, sin olvidar la demanda de democratización del sistema de la ONU y su Consejo de Seguridad, donde sólo 5 países tienen derecho a veto.
Aunque no hubo una clara condena a la injerencia de las potencias en Siria, sí se rechazó el terrorismo y se cuestionó el doble discurso de algunos gobiernos sobre el particular. El movimiento goza de buena salud: muy mala noticia para el imperio.
 
Rol importante de Irán
Se sabe que para Estados Unidos, Israel y muchos aliados de la OTAN, la república islámica de Irán sería la encarnación del mal. La han ofendido con seis resoluciones de la ONU, de las cuales cuatro han contenido sanciones, pretextando que el programa nuclear de los persas tendría el objetivo de fabricar una bomba nuclear.
Incluso el jueves 30, cuando comenzaban a deliberar los presidentes en Teherán, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) difundió un comunicado acusando al gobierno de Mahmud Ahmadinejad de haber “limpiado pruebas” de sus experimentos nucleares de fines supuestamente bélicos en la base de Parchin, al sureste de la capital.
Ese mismo día tal acusación fue rechazada por el representante iraní ante aquella dependencia, Ali Asghar Soltanieh. Lo mismo hizo al otro día el  canciller Ali Akbar Salehi, calificando las imputaciones de la AIEA de “infundios carentes de fundamento técnico”.
Cabe señalar que la mencionada Agencia cuenta con la colaboración del país islámico para hacer sus inspecciones técnicas, cosa que no ocurre con Israel, donde opiniones caracterizadas como la de Mordechai Vanunu coinciden en que atesoraría más de 200 armas nucleares. Este es un asunto candente donde sobresale el doble rasero de las potencias: a Irán, que no tiene munición atómica, le votan seis resoluciones adversas del Consejo de Seguridad de la ONU y hay severos cuestionamientos de la AIEA; a Israel ninguno en esta materia.
Nadie pudo discutirle a Irán el brillo y el triunfo político de haber podido albergar la XVI Cumbre de los No Alineados, con sesión de apertura con discurso a cargo de su líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, y un cierre donde los comentarios del Documento Final corrieron a cuenta del ingeniero Ahmadinejad. Este tendrá a cargo la presidencia temporal del espacio por los próximos tres años, hasta la Cumbre XVII que se realizará en Caracas, para alegría de Hugo Chávez.
Quedó dicho que lamentablemente el egipcio Mursi habló a favor de la violenta oposición siria, aunque también mantuvo una amable reunión con Ahmadinejad.  Jamenei recibió aparte al primer ministro sirio, Wael Nader Al-Halqi, y culpó a EE UU e Israel de estar “detrás de los trágicos sucesos” en Damasco. Según Prensa Latina, “el guía espiritual chiíta aseveró que el foro NOAL es mucho más elegible que Washington, la OTAN y ciertos Estados europeos para involucrarse políticamente en temas sirios”.
El ayatolá opinó que el liderazgo 2012-2015 de Irán en el Movimiento y el de Irak como titular de turno en la Liga Árabe, son condiciones más favorables para atender la crisis siria y evitar un final como el de Libia.
 
No Alineados, con América Latina
Como se podía presumir, Palestina ocupó buena parte de los debates en Teherán. El documento final planteó: “la ocupación de Palestina y los crímenes cometidos por el régimen sionista (Israel) en los territorios ocupados han sido siempre la raíz de las tensiones en Medio Oriente”. Para que haya una paz sostenible en la región, se remarcó que los palestinos deben poder “determinar su propio destino y establecer un país estable e independiente con la Sagrada Al-Quds (Jerusalén) como su capital”.
El jefe de gobierno sionista tronó desde Tel Aviv con que los presidentes tercermundistas habían escuchado con complicidad a las autoridades iraníes en sus acusaciones contra Israel. Esta queja no hizo más que recalcar la bronca de Benjamin Netanyahu por el curso pro-palestino que tuvo la cita No Alineada.
Aquella también tuvo varias referencias positivas a América Latina y el Caribe, como exigir a Washington que cumpla con las veinte resoluciones de la Asamblea General de la ONU condenatorias del bloqueo a Cuba. La isla socialista tiene una relación estrecha con este movimiento desde su misma aparición en 1961: fue la única presencia latinoamericana entre los 25 países co-fundadores.
El vicepresidente José Ramón Machado Ventura estuvo en Irán encabezando la delegación cubana y aprovechó para estrechar relaciones con los anfitriones. Estas ya habían sido bien aceitadas durante la visita de Ahmadinejad a La Habana, tiempo atrás, cuando fue recibido por Raúl y Fidel Castro.
América Latina y el Caribe fue valorada en el cónclave de Teherán, al punto que el documento de cierre la calificó de zona promotora de cambios progresivos en la arena internacional. Las apariciones del MERCOSUR, el ALBA, la Unasur y la CELAC fueron destacadas como signos de una mayor independencia nacional, de un avance de la integración y de la colaboración Sur-Sur.
Como ejemplos de ese entramado, se pusieron de relieve los mecanismos como el de América del Sur-Países Árabes (ASPA), que hará su tercer encuentro en Lima, en octubre venidero,  y el de América del Sur- África.
Coherente con esos vientos tercermundistas que soplaron en Teherán, el titular del sistema de radios y televisión local (IRIB), Ezatolla Zarqani, propuso a los países concurrentes la formación de un “bloque mediático” de los No Alineados. Según Zarqani, sería la forma de contrarrestar a las agencias del “sistema hegemónico”.
Si hacía falta alguna prueba más de la nefasta actuación de esas cadenas y medios de comunicación afines al Departamento de Estado, tipo CNN y Fox, la proporcionó la escasa por no decir nula cobertura de la reunión de Teherán. Los monopolios mediáticos en Argentina sólo se hicieron eco del enojo de Netanyahu y de las declaraciones de un vocero adjunto de la cartera exterior norteamericana, congratulándose de algunos párrafos del discurso de Ban Ki moon donde se regañaba al plan nuclear pacífico de Irán. Del resto, o sea de lo que realmente sucedió en Teherán, no dijeron ni mu.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/160739
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