La legitimidad perdida de un sistema podrido y suicida

06/09/2012
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Este verano se informó que el océano Ártico mantenía históricamente la mínima extensión de hielo. Los científicos aseguran que el Ártico se quedará sin hielo en verano en pocas décadas. Tal deshielo tendrá consecuencias destructoras, países insulares sumergidos, tiempo caluroso insoportable, sequías casi crónicas, avance veloz de la desertización… Y al abrirse por el deshielo más rutas marítimas así como acceso a nuevos yacimientos de petróleo y gas (que no son buenas noticias), aumentarán litigios y disputas por fronteras y aguas jurisdiccionales entre países con el riesgo real de enfrentamientos armados.
El científico noruego Ola Johannessen asegura que la superficie helada “nunca ha sido tan reducida en los últimos cien años”. En 2008, el organismo científico que dirige publicó un estudio que relacionaba inexorablemente concentración atmosférica de dióxido de carbono (el que expulsan automóviles e industrias) y la desaparición de hielo en el Ártico.
Pero este verano, además de esa pésima noticia ecológica, hemos podido leer que en Grecia la ciudadanía ha visto reducidos sus ingresos de 40% a 50%, las pensiones han sufrido merma del 15% y el aumento de impuestos al consumo ha arruinado al pequeño comercio: un tercio de comercios ha cerrado. Y el paro ya alcanza el 23%.
En Irlanda, la austeridad impuesta hará que casi 25.000 funcionarios (7%) sean despedidos, también bajarán las pensiones y subirá el IVA al 23% (con lo que supone), pero no tocarán el impuesto sobre beneficio de sociedades del 12,5%. En Portugal, además de recortes salariales y menor inversión social, suprimieron las pagas extraordinarias de funcionarios y pensionistas, aunque el Tribunal Constitucional portugués ha declarado nula esa supresión.
España soporta un paro del 25% y la emigración a Europa, pero también a América Latina, es la salida para los jóvenes cuya tasa de paro es superior al 50%. No se impulsa la creación de empleo, pero el gobierno da más de 40.000 millones de euros en avales a una banca que no da crédito. O inyecta directamente 5.000 millones en Bankia, fallido y maloliente proyecto bancario del gobernante Partido Popular. La economía, en recesión, destruyendo empleo.
Ante panorama tan estremecedor, los gobiernos europeos optan por la medieval tozudez de mantenella e no enmendalla. Ni un paso atrás en el error, austeridad y solo austeridad. Y barra libre para la banca.
Es difícil encontrar casos más claros de estupidez colectiva. Estupidez suicida porque, además, avanzamos a pasos agigantados hacia un cambio climático de imprevisibles consecuencias y nadie con poder hace realmente nada para remediarlo; así lo demuestran las últimas fracasadas cumbres del clima. Y ceguera estúpida en la eurozona con casi todos sus países en recesión o estancados por la austeridad impuesta. Para reducir el déficit público, dicen. ¿O no es eso lo que pretenden?
Mientras, el informe El precio de los paraísos, revisado de Tax Justice Network (organización internacional contra la corrupción y la evasión de impuestos) desvela que, hasta 2010, en cinco años la minoría rica mundial ha evadido a paraísos fiscales casi 17 billones de euros (mucho más que el PIB de Estados Unidos y Japón juntos), aunque cálculos más pesimistas aseguran que podrían ser 25 billones. Evasión fiscal posible gracias a la banca privada. Según Tax Justice Network, gracias especialmente a los 10 bancos más poderosos del mundo (UBS, Crédit Suisse, Barclays, Deutsche Bank, JP Morgan Chase, Goldman Sachs…).
¿Dónde están las promesas de hace cuatro años, cuando Merkel, Sarkozy y Obama aseguraron en la cumbre del G20 de Londres que empezaba una lucha sin cuartel contra los paraísos fiscales?
Según cálculo de Tax Justice Network, más de 6 billones de capitales evadidos pertenecen solo a unas 92.000 personas: 0,001% de la población mundial. Y según esa organización,reducir el gasto público y recortar salvajemente la inversión social para cuadrar cuentas públicas, como se hace en la Unión Europea, es radicalmente injusto. En realidad, una canallada y probablemente un crimen contra la humanidad.
Sumando unas cosas y otras, solo cabe concluir que este sistema capitalista neoliberal en contubernio con una democracia vaciada de contenido y podrida, han perdido cualquier legitimidad que tuvieran y no solo es un derecho, sino un deber ciudadano, plantarles cara y cambiar las cosas. Nada que provenga de este sistema corrompido, estúpido, suicida y mentiroso puede ser tenido en cuenta. La ciudadanía (los perjudicados) tiene razón y es el 99% del mundo.
- Xavier Caño Tamayo es Periodista y escritor
Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)  Web: http://ccs.org.es/
https://www.alainet.org/es/articulo/160810
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