Manifiesto de la Isla del Sol
25/12/2012
- Opinión
Hermanas y hermanos: deseo expresar mi sorpresa por esta gran concentración que reúne, hoy, en esta Isla del Sol, a hermanas y hermanos que vienen del Abya Yala, de América, de Europa, de África y de Asia.
Saludo a nuestro vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, al vicepresidente de Nicaragua, Moisés Omar Halleslevens Acevedo, al ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, y a las viceministras de Venezuela para América Latina y el Caribe, Verónica Guerrero, y para América del Norte, Claudia Salerno; al ministro de Cultura de Cuba, Rafael Bernal Alemany, a los ministros y ministras, a los embajadores y embajadoras de Bolivia, de toda América, de Asia y de Europa.
Saludo, igualmente, a nuestros dirigentes, líderes y liderezas de los movimientos y organizaciones sociales de los diferentes sectores que estuvieron debatiendo en torno a este 21 de diciembre y lograron profundas reflexiones sobre temas políticos, económicos, sociales y sobre el medio ambiente y la Madre Tierra. Ellos debaten permanentemente sobre la igualdad y la justicia social.
Hoy estamos todos reunidos acá, en el tiempo de Pachakuti, en el tiempo del cambio.
La Isla del Sol, el nacimiento del nuevo tiempo
Desde la Isla del Sol, desde el Lago Sagrado Titikaka, que compartimos Perú y Bolivia, queremos decirles que estamos reunidos, hoy, 21 de diciembre de 2012, no esperando a que se acabe el mundo, como algunos decían. Nunca habrá fin del mundo. Estamos aquí para dar esperanza en este nuevo amanecer para los pueblos del mundo.
En esta Isla del Sol, donde hace mil años atrás se inauguró el tiempo del sol, nacieron Manco Kapac y Mama Ocllo para fundar el Tahuantinsuyo. Por eso, esta isla es la isla fundadora del tiempo y de la historia de los hijos del sol. Pero llegó, luego, la oscuridad con los invasores extranjeros. Alentados por la codicia llegaron hasta nuestro continente Abya Yala para someter a las naciones indígenas. Fue el tiempo de la oscuridad, del dolor y de la tristeza, un tiempo que para los hijos del Willka fue del no tiempo.
Hoy, desde esta misma isla que dio nacimiento al Tahuantinsuyo, estamos cerrando la época de la oscuridad y del no tiempo, y estamos abriendo el nuevo tiempo de la luz: el Pachakuti.
Nuevamente, los pueblos del mundo, los movimientos sociales, la gente marginada, discriminada, humillada se organizan, se movilizan, se concientizan para levantarnos nuevamente como en aquellos tiempos del Pacha, tiempos del Pachakuti.
Por eso, hermanas y hermanos, este gran acto histórico e inédito es una gran sorpresa, así como, también, para nuestros hermanos en Guatemala, en México, Ecuador y en otros países del mundo que hoy se movilizan para recibir al Pacha.
Esta mañana, con el hermano Vicepresidente Álvaro García y, con el hermano Canciller, David Choquehuanca, nos informamos de que los pueblos de Norte América, tanto en Canadá como en Estados Unidos, se movilizan para expresar su esperanza en este solsticio de verano.
Hermanas, hermanos: El mundo está siendo azotado por una múltiple crisis global que se manifiesta en una crisis climática, financiera, alimentaria, institucional, cultural, ética y espiritual. Esta crisis nos señala que estamos viviendo los últimos días del capitalismo y de un desenfrenado consumismo; es decir, de un modelo de sociedad donde el ser humano pretende ser superior a la Madre Tierra, convirtiendo a la naturaleza en un objeto de su despiadado dominio depredador.
Los ideólogos del capitalismo plantean que ante la crisis del sistema capitalista las siguientes soluciones:
Por un lado, más capitalismo, más privatización, más mercantilización, más consumismo, más explotación irracional y depredadora de los recursos naturales y más protección a las empresas y a las ganancias privadas.
Por otro lado, menos derechos sociales, menos salud pública, menos educación pública y gratuita, y menos protección de los derechos de las personas.
Hoy las sociedades y los pueblos de los países desarrollados viven dramáticamente la crisis capitalista creada por su propio mercado. Los gobiernos capitalistas creen que salvar a los bancos es más importante que salvar a los seres humanos, y salvar a las empresas es más importante que salvar a las personas. En el sistema capitalista los bancos tienen derechos económicos privilegiados y gozan de una ciudadanía de primera, por lo que podemos decir que los bancos valen más que la vida. En este capitalismo salvaje las personas y los pueblos no son hermanos y hermanas, no son ciudadanos, no son seres humanos; las personas y los pueblos son deudores morosos, prestatarios, inquilinos y clientes; en resumen, si las personas no tienen dinero no son nada.
Vivimos el reino del color verde. Verde como los dólares son las políticas monetarias, verde como los dólares son las políticas de desarrollo, verde como los dólares son las políticas de vivienda, verde como los dólares son las políticas de desarrollo humano y las políticas ambientales. Por eso, ante la nueva ola de crisis del sistema capitalista, sus ideólogos se han lanzado a promover la privatización de la naturaleza, a través de la llamada economía verde o el capitalismo verde.
Sin embargo, las recetas de mercado, de liberalismo y de privatización no hacen sino generar pobreza y exclusión, hambre y marginación. Las imágenes que deja en el mundo el capitalismo salvaje son tenebrosas:
a) Más de 850 millones de hambrientos en el mundo, casi 200 millones más que los que existían hace 30 años,
b) La esperanza de vida de los más pobres en el mundo sigue siendo la misma que en el año 1977, es decir de 44 años de vida,
c) Aproximadamente 1.300 millones de personas viven en condiciones de pobreza,
d) Existen cerca de 230 millones de desempleados en el mundo, 40 millones más de desempleados que los que habían hace 30 años,
e) Finalmente, los países desarrollados desperdician anualmente 700 millones de toneladas de alimentos, es decir, tres veces más de lo que produce el África Subsahariana en un año,
La crisis global del capitalismo tiene entre sus causas estructurales las siguientes:
a) La acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños grupos sociales privilegiados,
b) La concentración de capital en la producción y comercialización de recursos y bienes de alta y rápida generación de riqueza,
c) Promoción del consumo social masivo y excesivo de productos con la creencia de que tener más es vivir mejor,
d) Producción masiva de productos desechables para enriquecer capitales y acrecentar la huella ecológica,
e) Aprovechamiento productivo extractivo de recursos naturales renovables y no renovables excesivo e insostenible con altos costos ambientales,
f) Concentración de capital en procesos de especulación financiera para generar ganancias rápidas y abundantes,
g) Concentración de conocimientos y tecnologías en los países ricos y en los grupos sociales más ricos y poderosos,
h) Promoción de prácticas financieras y esquemas productivos extractivos y comerciales que deterioran la economía y soberanía de los Estados, en particular de los países en vías de desarrollo, monopolizando el control de los recursos naturales y de sus ganancias,
i) Reducción del rol de los Estados a débiles reguladores, convirtiendo a los grandes inversores en patrones de casa ajena y a los Estados y pueblos en servidores o socios débiles con el mito de que la inversión extranjera lo puede resolver todo.
Hermanas y hermanos del mundo: El capitalismo ha creado una civilización despilfarradora, consumista, excluyente, clientelista, generadora de opulencia y miseria. Este es el patrón de vida, producción y consumo que tenemos la necesidad imperiosa de transformar.
El planeta y la humanidad están en grave peligro de extinción. Los bosques están en peligro, la biodiversidad está en peligro, los ríos y los océanos están en peligro y la tierra está en peligro. Esta hermosa comunidad humana que habita nuestra Madre Tierra está en peligro debido a la crisis climática.
Las causas de esta crisis climática están relacionadas directamente con la acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños grupos sociales; con el consumo masivo, excesivo y dispendioso debido a la creencia de que tener más es vivir mejor; con la producción contaminante y de bienes desechables para enriquecer capitales acrecentando la huella ecológica; así como con el aprovechamiento productivo extractivo excesivo e insostenible de recursos naturales renovables y no renovables que tiene altos costos ambientales.
Hermanas y hermanos: El Estado Plurinacional de Bolivia, haciendo eco de la voz de los pueblos del mundo, asume una obligación ética con el planeta y propone la necesidad de que el ser humano recupere el sentido de unidad y pertenencia con la Madre Tierra.
Estamos en un momento crucial para la definición del futuro de nuestro planeta. En nuestras manos y en nuestras conciencias radica la responsabilidad de acordar el camino que vamos a seguir para garantizar la erradicación de la pobreza, la distribución y redistribución de la riqueza, así como la creación y fortalecimiento de nuestras condiciones sociales, materiales y espirituales para vivir en armonía y equilibrio con la naturaleza.
Los Estados ricos e industrializados deben contribuir a promover la socialización de la riqueza y el bienestar en armonía con la naturaleza mientras que los Estados pobres y en desarrollo deben distribuir la poca riqueza con la que cuentan. No hay futuro para la humanidad si impera el egoísmo y la codicia, la acumulación y la ostentación propia de un sistema donde el que tiene más reina sobre los desposeídos. Debemos compartir y complementarnos en conocimiento, en riqueza, en humanidad y en respeto a la naturaleza.
Este 21 de diciembre es el día del inicio del Pachakuti que se traduce en el despertar del mundo a la cultura de la vida. Es el inicio del fin del capitalismo salvaje así como de la transición del tiempo de la violencia entre los seres humanos y de la violencia con la naturaleza a un nuevo tiempo donde el ser humano constituye una unidad con la Madre Tierra y todos convivimos en armonía y equilibrio con la totalidad del cosmos.
Este día es para las sociedades milenarias el momento en que se producirán en el planeta importantes cambios telúrico-cósmicos y es el anuncio de que la cultura de la muerte, del hambre y de la injusticia habrá llegado a su fin. Significa el fin de un estado de cosas y el inicio de profundos cambios en el mundo.
Asimismo, este nuevo tiempo tiene que ser el inicio del fin de las monarquías, de las jerarquías, de las oligarquías y de las anarquías del mercado y del capital.
El Pachakuti ha llegado, y quienes ahora nos reunimos en la Isla sagrada del Sol, en el Lago Titikaka, somos los Guerreros del Arco Iris, somos los guerreros del Vivir Bien, somos los insurgentes del mundo.
En este marco planteamos diez mandatos para enfrentar al capitalismo y construir la cultura de la vida:
1. En lo político:
Refundar la democracia y la política, empoderando a los pobres y sirviendo a los pueblos
El mundo está viviendo una crisis de los sistemas políticos porque éstos ya no representan a los pueblos, son elitistas, excluyentes, gobernados por cúpulas oligárquicas con la visión de servir al bolsillo de pocos y no de servir al pueblo. Las llamadas democracias son el pretexto para entregar las riquezas naturales a manos del capital transnacional. En estas falsas democracias la política se ha convertido en un instrumento de lucro y no en una vocación de servicio. Todavía perviven formas anacrónicas de gobiernos que ya no responden a las demandas que tienen los pueblos del mundo. Debemos refundar la democracia. No queremos una democracia colonial donde los políticos son una clase aristócrata y no son militantes de la causa de los pobres y del servicio a los pobres.
La democracia no es viable si no empodera a los pobres, a los marginados, sino responde, primero y ante todo, a las urgencias de los más necesitados. No es democracia aquella en la que unos pocos se hacen ricos y las mayorías se hacen pobres.
Refundar la democracia, refundar los Estados, refundar las Repúblicas y refundar la política requiere entre otras las siguientes acciones:
1. Refundar los sistemas políticos dando sepultura a todas las formas de jerarquías, monarquías, oligarquías y a la anarquía del mercado y del capital. La democracia es el gobierno de los pueblos y no del mercado.
2. Pasar de la democracia representativa en la que el poder está al servicio de los intereses de las élites y minorías a la democracia comunal donde no existen mayorías ni minorías, sino más bien las decisiones se toman en consenso, y donde se impone la razón y no el voto.
3. Promover que la acción política se constituya en un completo y permanente servicio a la vida, que es, a su vez, un compromiso ético, humano y moral con nuestros pueblos, recuperando los códigos de nuestros ancestros: no robar, no mentir, no ser flojo y no ser adulón.
4. El servicio a la patria no puede entenderse con el servirse de la patria como si ésta fuera una empresa; los políticos no pueden emplear los instrumentos administrativos, jurídicos y económicos del Estado para sus intereses privados y personales.
5. El pueblo, por intermedio de sus organizaciones sociales y comunitarias, debe tomar el poder político construyendo nuevas formas estatales plurinacionales para que nos gobernemos a nosotros mismos en el marco del mandar obedeciendo.
2. En lo social:
Más derechos sociales y humanos contra la mercantilización de las necesidades humanas
En el mundo todavía sigue existiendo una realidad insultante y abusiva que es la de las brechas que existen entre los ricos y los pobres. Esto se debe a una desigual distribución de los ingresos pero también a un acceso desigual y discriminador a los servicios básicos. El capital y el mercado no resuelven la inequidad y la pobreza, solo privatizan los servicios y lucran con las necesidades. Ya hemos vivido dramáticamente la privatización de los servicios básicos y en especial del agua.
Para resolver las graves inequidades sociales es necesario emprender entre otras las siguientes acciones:
1. Es un imperativo avanzar en el reconocimiento, en la legislación internacional y en la normativa nacional de los países del mundo, de que los servicios básicos: el agua, electricidad, comunicaciones y el saneamiento básico son un derecho humano fundamental de las personas en todos los rincones del planeta.
2. En particular el agua debe constituirse en un derecho humano esencial de las personas porque aporta directamente al desarrollo de la vida de todos los seres del planeta, y es un insumo fundamental para la movilización de todos los procesos productivos.
3. Conjuntamente con el reconocimiento de los servicios básicos como un derecho humano se debe avanzar en la nacionalización de estos servicios ya que las administraciones privadas marginan a la mayoría de la población de su acceso a estos servicios fundamentales para la vida de las personas al darles un valor económico inalcanzable para muchos.
4. Es una necesidad concentrar más recursos económicos en los Estados y crear mecanismos de distribución de esta riqueza entre las regiones y la población más necesitada y vulnerable para eliminar en el mundo, en los próximos años, toda forma de pobreza social, material y espiritual a través de la democratización de la riqueza económica.
5. Es necesario desarrollar la formación de un nuevo ser humano integral que no sea materialista ni consumista y que esté siempre enfocado en la búsqueda del Vivir Bien con una profunda ética revolucionaria basada en la armonía y solidaridad, reconociendo que todos los pueblos del mundo conformamos una gran familia.
6. Terminar con el monopolio transnacional de la industria farmacéutica y recuperar y fortalecer nuestros conocimientos y prácticas medicinales ancestrales y naturales.
3. En lo cultural y espiritual:
Descolonizar nuestros pueblos y nuestras culturas para construir el socialismo comunitario del vivir bien
Hermanas y hermanos: Estamos viviendo en una sociedad donde todo se globaliza y homogeneiza y donde las identidades culturales parecen ser resabios del pasado que todos quieren ignorar. Las culturas milenarias y ancestrales son marginadas de los procesos económicos y políticos y por lo mismo su fuerza y energía cultural y espiritual es despreciada. Esto nos ha llevado a una profunda deshumanización en el mundo y a la discriminación de una riqueza espiritual y cultural que puede darnos las fuerzas necesarias para detener la brutalidad del capitalismo. Para ello es necesario:
1. Descolonizarnos del racismo, fascismo y todo tipo de discriminación.
2. Descolonizarnos del mercantilismo y consumismo, del lujo, del egoísmo y de la codicia para promover el Vivir Bien.
3. Debemos recuperar los conocimientos y códigos de las culturas milenarias en el mundo para fortalecer la conciencia de las personas y de las sociedades sobre la Madre Tierra, entendiendo de que es un ser vivo y sagrado, de que somos sus hijas e hijos y nos alimentamos de ella, respetando los ciclos de la naturaleza y comprendiendo de que todo lo que existe es parte del equilibrio y de la armonía de la vida. Nacemos del vientre de la Madre Tierra y volvemos a su vientre.
4. Donde existan múltiples culturas en los países es un imperativo promover la construcción de Estados Plurinacionales que respeten el pluralismo social, económico, jurídico y cultural.
4. Con respecto al medio ambiente:
Por los derechos de la Madre Tierra para el vivir bien y contra el colonialismo ambientalista de la economía verde
En los últimos años los ideólogos del sistema capitalista han promovido la “economía verde” como la salvación de este modelo de sociedad. Esto no significa más que la mercantilización de la naturaleza en el marco de un capitalismo verde. La economía verde es la economía de la muerte, porque en el marco de un proteccionismo de la naturaleza condena a muerte a los pueblos del mundo. Por lo mismo, condenamos la economía verde como el nuevo colonialismo ambiental y capitalismo verde. Asimismo, nos preocupa la crisis climática del planeta ya que la comunidad humana que habita nuestra Madre Tierra está en un inminente peligro debido a las consecuencias catastróficas de los desastres naturales en el mundo.
Para transformar este estado de cosas los pueblos del mundo deben impulsar las siguientes acciones:
1. Exigir a los países que han causado la crisis climática a que cumplan con su responsabilidad histórica de pagar la deuda climática a los pueblos del sur y también que reduzcan drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero en el marco de compromisos internacionales vinculantes.
2. Debemos implementar las políticas y acciones necesarias que prevengan y eviten el agotamiento de los recursos naturales asumiendo que la vida depende del sostenimiento de la capacidad de regeneración de los sistemas de vida de la Madre Tierra y del manejo integral y sustentable de sus componentes. Tenemos que tener siempre presente que el planeta puede vivir mejor sin los seres humanos pero los seres humanos no pueden vivir sin el planeta.
3. Éste es el siglo de la batalla por el reconocimiento universal de los derechos de la Madre Tierra en toda la legislación, tratados y acuerdos nacionales e internacionales para que los seres humanos empecemos a vivir en armonía y equilibrio con el cosmos.
4. Los países del mundo tenemos que impulsar de forma decidida y agresiva la no comercialización de las funciones ambientales y procesos naturales de la Madre Tierra así como el manejo integral y sustentable de sus componentes. No podemos vender a nuestra sagrada Madre Tierra solamente con las falsas ilusiones de que los mercados van a promover algún financiamiento para nuestros pueblos. Nuestros pueblos y la Madre Tierra no pueden venderse al capitalismo ahora ni nunca.
5. Con respecto a los recursos naturales:
La soberanía sobre los recursos naturales es la condición para la liberación de la dominación colonial y neoliberal y para el desarrollo integral de los pueblos
En muchos países del mundo la principal fuente de riqueza económica se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales. Sin embargo, en la mayoría de los países esta riqueza ha sido saqueada y apropiada por manos privadas y potencias transnacionales que se enriquecen a costa de los pueblos. Convocamos a los países a desarrollar las siguientes acciones con relación a los recursos naturales:
1. Pasar la propiedad de los recursos naturales al Estado en beneficio de los pueblos para que ellos estén orientados al goce y beneficio de todos.
2. Impulsar en todos los países del mundo que tienen recursos naturales estratégicos la puesta en marcha de procesos de nacionalización, ya que solamente a través de esta nacionalización se puede quebrar los procesos de colonialismo económico y garantizar el fortalecimiento del Estado con recursos económicos que, a su vez, impulsen mayores servicios básicos para los pueblos.
3. Desarrollar procesos de industrialización de estos recursos naturales teniendo siempre presente la protección y el respeto a los derechos de la Madre Tierra.
6. Con relación a la soberanía alimentaria:
Saber alimentarse para el vivir bien impulsando el logro de la soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación
La discusión sobre los temas de la seguridad alimentaria se ha realizado en el mundo desde diferentes perspectivas y enfoques como el de la seguridad alimentaria, soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación. La alimentación es una parte central en la vida de las personas y en el logro del Vivir Bien y, por lo mismo, los Estados y los pueblos deben promover un conjunto de acciones para:
1. Avanzar en la construcción del “Saber Alimentarse para el Vivir Bien” recuperando los saberes alimenticios y tecnologías productivas alimenticias comunitarias, donde los alimentos son medicina y parte de nuestra identidad cultural.
2. Cada país debe buscar garantizar los alimentos básicos que consume su población a través del fortalecimiento de los sistemas económicos, productivos, sociales, culturales, políticos y ecológicos de los productores rurales, con énfasis en la agricultura familiar comunitaria.
3. Protección de la población de los efectos de la malnutrición con énfasis en el control de la comercialización de alimentos que dañan la salud humana.
4. Sanciones a la especulación financiera basada en la producción y comercialización de alimentos.
7. Con respecto a la integración y relaciones internacionales:
La alianza de los pueblos del sur contra el intervencionismo, el neoliberalismo y el colonialismo
Nuestros pueblos ancestrales siempre vivieron integrados en culturas, integrados en comercio, integrados en solidaridad y en redes de colaboración. Hoy tenemos que construir y fortalecer nuestros acuerdos de integración entre los pueblos y comunidades, entre los Estados y gobiernos, en un marco de apoyo, colaboración y solidaridad para fortalecer la vida y la humanidad.
Ante la diplomacia de la muerte y de la guerra, del mercantilismo, de la privatización, del saqueo de los recursos naturales, nosotros debemos construir la diplomacia de los pueblos del Sur para fortalecernos desde el Sur.
El Sur no es ni puede ser un obediente y servil peón de las potencias del Norte. No somos el depósito de la basura industrial ni nuclear de las potencias del Norte, ni somos la fuente inagotable de materias primas para ellas. El Sur está emergiendo con la potencia de los pueblos y los gobiernos patriotas y soberanos, y está construyendo proyectos de integración comercial, productiva, cultural, tecnológica, económica financiera y social. Este es un momento en el que los pueblos del Sur, y también con los pueblos del Norte, debemos compartir, apoyarnos y fortalecernos social, económica y culturalmente.
Una condición para lograr la integración es contar con Estados y pueblos fuertes, gobiernos nacionalistas, patriotas, socialistas, con voluntad política y control nacional, con proyecciones y estrategias de alianzas regionales que configuran un sur que construye proyectos de poder y de integración regional.
La potencia del Sur es su soberanía, el derecho al desarrollo, el apoyo y la solidaridad de los pueblos y los Estados. El Sur está fortalecido, el Sur está hermanado. No habrá Sur fuerte si no hay soberanía, patriotismo, nacionalismo, voluntad de los pueblos y de los Estados de romper las cadenas de la servidumbre colonial y neoliberal.
Para lograr la integración Sur-Sur debemos promover las siguientes acciones.
1. Conformar coaliciones y alianzas poderosas para suscribir Tratados de la Vida compartir conocimientos, tecnología y provisión de recursos financieros y no Tratados de Libre Comercio que son tratados de la muerte para los pueblos del Sur y también para los pueblos del Norte.
2. Construir un mecanismo para el desarrollo integral y la integración entre los Estados y pueblos del Sur que incluya las áreas de conocimientos, tecnologías, energía, producción de alimentos, financiamiento, salud y educación entre otros.
3. Avanzar en el hermanamiento de los pueblos del Sur con los pueblos del Norte para destruir el imperialismo y construir el horizonte civilizatorio del Vivir Bien en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
8. Con respecto al conocimiento y tecnología:
El Conocimiento y la Tecnología son instrumentos fundamentales para lograr el desarrollo integral, la erradicación de la pobreza y del hambre
El conocimiento y la tecnología son fundamentales para la provisión de medios de comunicación, educación, servicios básicos y para el emprendimiento industrial, los emprendimientos energéticos, la transformación de las materias primas y la producción de alimentos; en definitiva para impulsar nuestras economías. Hoy en día los países desarrollados protegen ciegamente sus tecnologías a través de patentes y licencias y nos impiden acceder a ellas. Si queremos tecnología tenemos que entrar a sus mercados de tecnologías. No hay solidaridad, no hay complementariedad tecnológica posible con los países desarrollados. El monopolio de la tecnología es un instrumento de poder para controlar a los países en desarrollo. Las potencias transnacionales de los países ricos y desarrollados y el imperialismo no comparten tecnología ya que sólo quieren venderla para dominarnos y crear dependencia.
Por ello, hoy más que nunca, es fundamental impulsar las siguientes acciones:
1. Construir la convergencia entre los conocimientos, saberes, técnicas y tecnologías ancestrales y comunitarias con las prácticas y tecnologías de la ciencia moderna para contribuir a la creación de condiciones para Vivir Bien y protección de la Madre Tierra.
2. Desarrollar conocimientos y tecnologías propias rompiendo la dependencia tecnológica a las potencias transnacionales del norte.
3. Contra el egoísmo mercantilista de las potencias transnacionales del Norte construiremos el colaboracionismo, la solidaridad y la complementariedad de los pueblos y los países del Sur conjuntamente con los pueblos del Norte.
9. Con respecto a la institucionalidad internacional:
Debemos construir una institucionalidad mundial de los pueblos, de los pobres, de la madre tierra. No aceptamos ni permitimos el intervencionismo ni el neoliberalismo de las naciones unidas y de la institucionalidad del imperio del capital
La institucionalidad mundial colonial está diseñada para someter y engañar a los pueblos. A nombre de la libertad y la democracia organismos como la OTAN e incluso la ONU, a través del famoso Consejo de Seguridad, invaden países, destruyen pueblos, legalizan y amparan las masacres. No se debe permitir ni admitir la construcción de bases militares e industria bélica para dominar a los pueblos con el pretexto de la seguridad nacional. Primero está la seguridad de los pueblos, la vida y la Madre Tierra. El armamentismo es el negocio de la muerte que enriquece al capitalismo y destruye el planeta.
La maquinaria institucional mundial de las llamadas Naciones Unidas está diseñada para destruir la voluntad soberana de los pueblos. Ahí trabaja una burocracia al servicio del capital y del imperialismo. Los pueblos del mundo no aceptamos que organismos internacionales se adjudiquen el derecho de la invasión y de la intervención. La ONU no tiene moral para imponer. Los pueblos del mundo no aceptamos esa institucionalidad elitista de los burócratas del imperio.
De las entrañas de la ONU nació la economía verde privatizadora, que nosotros la entendemos como la economía negra de la muerte; de esas entrañas nacen las recetas de la privatización y del intervencionismo. La ONU parece ser la Organización para las Naciones Ricas y Poderosas, quizás debería llamarse ONI, Organización de las Naciones Imperialistas. Esa ONU nosotros no queremos, la desconocemos.
Esa burocracia neoliberal, la burocracia de la economía verde y de la privatización, la burocracia que promueve los ajustes estructurales, esos funcionarios del capital e ideólogos de la dominación y la pobreza, actúan con la convicción patriarcal y colonial de que los pueblos y países en desarrollo somos incapaces y estúpidos y que para salir de la pobreza debemos seguir fielmente sus recetas del desarrollo.
Para construir una nueva institucionalidad de los pueblos del mundo hacia el Vivir Bien debemos desarrollar las siguientes acciones.
1. Construir las condiciones institucionales y jurídicas para que nuestros pueblos y países vivan con dignidad y soberanía sin intervencionismo y sin bases militares extranjeras.
2. Liberarnos de las ataduras ideológicas y políticas de los organismos mundiales financieros como el BM y el FMI y de sus satélites e intelectuales de la dominación neoliberal construyendo nuestras propias instituciones para el diseño y asesoramiento de políticas hacia el Vivir Bien.
3. Construir una Organización Mundial de los Pobres, una Organización Mundial de la Justicia, una Organización Mundial de la Soberanía de los Pueblos, una Organización Mundial de la Madre Tierra, una Organización de la Asamblea de los Pueblos del Mundo.
10. En lo económico financiero:
El desarrollo económico no debe estar orientado al mercado, al capital y a la ganancia; el desarrollo debe ser integral y estar orientado a la felicidad de la gente, a la armonía y al equilibrio con la Madre Tierra
El capitalismo sólo globaliza la pobreza, el hambre, la injusticia social, destruye los derechos humanos, los derechos sociales, económicos, culturales, destruye el medio ambiente. El capitalismo salvaje crea pobreza y hambre. El sistema financiero capitalista mundial es colonialista e imperialista, es un arma de los países poderosos para someter a los países en desarrollo y a los pueblos, para privatizar y mercantilizar, para someternos al control de las oligarquías y a la anarquía mercantilista del capital.
Por eso, debemos desconocer y desmontar el sistema financiero internacional y sus satélites: el FMI y el BM.
Llamamos a los pueblos y a los gobiernos del mundo a romper las cadenas de la esclavitud del colonialismo financiero, ya que sólo la soberanía financiera y económica podrá permitirnos decidir soberanamente nuestro futuro.
Para lograr la soberanía en lo económico y lo financiero, debemos encarar las siguientes acciones:
1. Se debe configurar un nuevo orden económico y financiero internacional basado en los principios de equidad, soberanía nacional, intereses comunes, armonía con la naturaleza, cooperación y solidaridad entre los Estados y pueblos. Este nuevo orden debe estar orientado a cambiar los patrones de producción y consumo no sustentables, a disminuir sustancialmente la brecha entre ricos y pobres, y entre los países desarrollados y en vías de desarrollo.
2. Debemos construir una nueva arquitectura y sistema financiero mundial, regional y nacional que esté libre de las ataduras y de los tentáculos de poder del BM y el FMI. La nueva arquitectura y el nuevo orden financiero de los pueblos y para los pueblos.
3. Es imprescindible construir nuevos marcos legales e institucionales en el nivel nacional e internacional y desarrollar un sistema de regulación y monitoreo del sector financiero. Los Estados y los pueblos deben controlar las finanzas privadas y no someterse al servilismo colonial del gobierno financiero de los intereses privados.
4. Debemos liberarnos de esa atadura colonial llamada Deuda Externa, que sólo sirve para chantajearnos, obligarnos a entregar nuestras riquezas, privatizar nuestros recursos naturales y destruir la soberanía de los pueblos y los Estados. La Deuda Externa colonial es el mecanismo de exacción y empobrecimiento que azota a los países en vías de desarrollo y limita su acceso al desarrollo. Nuestro llamado es a cancelar esta Deuda Externa injusta. No más inequidad. No más pobreza. Es hora de distribuir la riqueza.
5. Los países en desarrollo debemos crear nuestros propios instrumentos financieros. Debemos crear el Banco Mundial de los Pobres y de los Pueblos Soberanos del Mundo. No podemos depender de los donativos y de los préstamos condicionados del sistema financiero colonial capitalista. Debemos unirnos, integrarnos y eso implica también la construcción de nuestros propios sistemas financieros populares, comunitarios, estatales y soberanos.
6. Construir y fortalecer mercados regionales solidarios y complementarios, sustituyendo las políticas de competitividad promovidas por el capitalismo por políticas de complementariedad que nacen del horizonte civilizatorio del Vivir Bien.
Nuestra visión del Socialismo Comunitario del Vivir Bien está basada en los derechos y no en el mercado, está basada en la realización plena de la felicidad de la gente, de los pueblos y poblaciones, a través del cumplimiento integral de los derechos de los pueblos, las personas, los Estados y la Madre Tierra, de manera complementaria, incluyente e interdependiente.
La nueva época es la del poder del trabajo, el poder de las comunidades, el poder de la solidaridad de los pueblos y de la comunión de todos los seres vivos para que juntos constituyamos la Madre Tierra y el Socialismo Comunitario del Vivir Bien.
Hermanas y hermanos: Les agradezco su paciencia para escuchar este Manifiesto de la Isla del Sol que expresa diez mandamientos por la Vida y por la Humanidad. Es un Manifiesto basado en la experiencia del pueblo boliviano que puede apoyar la liberación de todos los pueblos del mundo.
Hermanas y hermanos, dirigentes del Abya Yala, de América y del mundo, como pueblo y como fuerzas sociales tenemos una enorme responsabilidad: salvar el planeta para salvar la vida y la humanidad; por eso agradecemos su presencia en este día histórico del Solsticio de Verano, inicio del tiempo del Pachakuti.
Finalmente, quiero agradecer a las comunidades indígenas originarias de la Isla del Sol por habernos permitido compartir nuestras vivencias. Agradezco a las organizaciones sociales, a las Fuerzas Armadas, a los ministerios, a nuestros dirigentes departamentales y nacionales por organizar una linda fiesta de esperanza para los pueblos del mundo.
Ayúdenme a decir:
¡Jallalla pueblos del mundo!
¡Kausachun pueblos del Mundo!
https://www.alainet.org/es/articulo/163555
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