Mis 10 películas favoritas de 2012
04/01/2013
- Opinión
El año que recién terminó fue malo para el cine mexicano en más de un sentido. Las producciones nacionales, en general, dejaron mucho qué desear, y para decirlo pronto, desbordaron poca calidad. Asimismo, la exhibición de películas nacionales en los cines del país fue escasa, predominando, como ya es costumbre, la oferta fílmica de Hollywood, donde también se cocina mucha basura, sólo que la diferencia estriba en los presupuestos que manejan los estudios y productores de aquellas latitudes.
Sobre el cine nacional son muy pocas las películas que se salvan, entre las que cabría mencionar Después de Lucía de Michel Franco; Morelos de Antonio Serrano; y, por supuesto, La vida precoz y breve de Sabina Rivas de Luis Mandoki. Lo demás simplemente pasará sin pena ni gloria, incluyendo a filmes como Días de gracia de Everardo Valero Gout, Suave Patria de Francisco Javier Padilla, Hecho en México de Duncan Brigemany Post tenebras lux de Carlos Reygadas.
Con esta reflexión sobre el cine nacional, ahora se procederá a hacer un recuento de las mejores películas (en su mayoría extranjeras) que llegaron a la pantalla grande en 2012. La selección es subjetiva por supuesto.
Melancholia (Melancolía).- De Lars Von Trier. A diferencia del bodrio The Tree of Life de Terrence Malick, Melancholia es una verdadera joya. La secuencia inicial, ambientada con la ópera Tristán e Isolda de Richard Wagner, muestra al planeta Melancolía colisionando con la Tierra, generando una imagen contradictoria sobre el fin de mundo: es algo triste, pero es muy bello. Sin embargo, el apocalipsis del mundo palidece frente a la hecatombe interior, la que padecen los protagonistas de esta película. A Von Trier lo satanizaron en Cannes cuando, en el marco de la presentación de esta cinta afirmó, sin más “Entiendo a Hitler”, lo que algunos medios usaron para tratar de minimizar la genialidad de esta producción. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. El propio Von Trier se disculpó públicamente reconociendo haber dicho algo estúpido. Lo cierto es que propios y extraños valoran la gran película que es Melancolía. Imperdible, si es que el lector aun no la ha visto.
Hugo (La invención de Hugo Cabret).- De Martín Scorsese. Un crítico de cine afirmaba que ésta es la primera película en 3D que no apesta. Bueno, lo cierto es que Scorsese sorprendió a más de uno con esta producción que narra la historia de un niño huérfano que vive en una estación de trenes en la Francia de los años 30, huyendo del policía del lugar, quien remite al orfanato a todos aquellos infantes que encuentra en esa situación. El niño, Hugo Cabret, tiene en su poder un autómata descompuesto que heredó de su padre y que desea reparar para desentrañar un secreto. Mediante Hugo, Scorsese rinde un sentido homenaje al cine, en particular al de los efectos especiales, con una historia conmovedora que si no arrasó en los premios Oscar, fue porque se interpuso en su camino The Artist (El artista), película, ésta última, que también hace un homenaje al cine.
Intouchables (Amigos).- De Olivier Nakeche y Éric Toledano. Sin duda es el mayor éxito comercial de Francia en el año que recién terminó. Se trata de una historia que, a diferencia de Driving Miss Daissy (El chofer y la señora Daissy), conmueve al espectador no por la discapacidad que padece uno de los protagonistas de la historia, sino porque muestra que aun en las condiciones más desafortunadas, vale la pena vivir. Esta película, por cierto, competirá en el rubro de mejor filme extranjero representando a Francia en la próxima entrega de los premios Óscar a celebrarse a fines de febrero.
Ted (Ted).- De Seth MacFarlane. Después de Ted los osos de peluche no serán lo mismo. ¿Quién no querría tener un compañero fiel a lo largo de su vida, sea para compartir las frustraciones, o ir a las fiestas? El problema, claro está, es que si ese compañero es un oso de peluche, ello remite a la percepción popular de que su dueño (a) no ha madurado. Pero en Ted las cosas no son así y el simpático oso gana las simpatías hasta de los más renuentes. Gracias a, o quizá a pesar de Ted, Seth MacFarlane será el anfitrión en la próxima entrega de los premios Óscar.
The Iron Lady (La dama de hierro).- De Phyllida Lloyd. De acuerdo: no es en sí una biografía, dado que se ubica en el momento actual, con una Margaret Thatcher que debe hacer frente a la demencia senil, con todo y la vida atribulada que ha tenido, la cual merece ser recordada, si no por otra razón, por el hecho de que fue la primera fémina en presidir el gobierno británico (esto es distinto de la figura de la reina y la nobleza en aquel país). En sí el guión de la película no es muy bueno, dado que transita de la esfera privada de la protagonista (muy bien lograda) a la pública (no tan bien plasmada). Pero, en cualquier caso, la película vale su precio en oro debido a la actuación de Meryl Streep. Punto final.
La pesca del salmón en Yemen (Salmon Fishing in the Yemen).- De Lasse Halström. Esta comedia romántica ambientada en Yemen, trata sobre el proyecto de un jeque yemenita para fomentar la cría de salmones en un país donde, aparentemente, eso no es posible. El proyecto le es encargado a un académico, quien, a lo largo de la historia, se relaciona sentimentalmente con la asistente del jeque. La película es entretenida y divertida, no sólo gracias a la capacidad de los protagonistas, sino a las dosis de buen humor que Halström, creador de Chocolate (Chocolate) le imprime de la mano de Kristin Scott Thomas, fabulosa, como siempre.
Frankeenweenie (Frankenweenie).- De Tim Burton. De no haber sido por esta película animada, Burton se habría ido en blanco en 2012, luego de su entretenida pero muy menor Dark Shadows (Sombras tenebrosas), con todo y que en ésta última contó con la colaboración del infaltable Johnny Depp. Es verdad que el cine animado cada vez es mejor y más competido, pero la propuesta de Burton es muy buena, llevando a los terrenos animados la conocida historia de Mary Shelley, Frankestein, ésta vez en una versión canina.
The Artist (El artista).-De Michel Hazanavicius. Se trata de la cinta más laureada dentro y fuera de Francia en la historia. Es de esas joyas que no se producen todos los días y constituye, al igual que Hugo, un homenaje al cine, en este caso, al cine mudo. La historia versa sobre un actor del cine mudo muy afamado cuya suerte cambia al llegar la era sonora. Similar a Limelight (Candilejas) de Charles Chaplin, el protagonista, otrora estrella y hoy olvidado, se deprime pero es rescatado por una nobel y talentosa actriz, con quien, al final, hará mancuerna en una película sonora.
Jagten (La caza).- De Thomas Vinterberg. Esta coproducción sueco-danesa catapultó a su protagonista, Mads MIkkelsen, quien ganó la Palma de Oro en Cannes en mayo de 2012 por su actuación. Mikkelsen da vida a Lucas, un cuidador de niños en una guardería, siendo acusado de pedofilia, lo que desencadena una serie de lamentables acontecimientos en su vida. En la línea de “pueblo chico, infierno grande”, Vinterberg explora la doble moral de la sociedad danesa, que lo mismo sataniza a Lucas (Mikkelsen), para, una vez aclarados los hechos, exculparlo y actuar como si nada hubiera pasado, si bien la duda se mantendrá en algunos lugareños.
La vida precoz y breve de Sabina Rivas.- De Luis Mandoki. Si bien la película generó controversia por el patrocinio de Abraham Zabludovsky y de Televisa, hay que decir que brilla por sus propios méritos y que además aborda una temática de la que nadie quiere saber nada: el trato denigrante que México le confiere a los inmigrantes indocumentados centroamericanos y la ya célebre corrupción de las autoridades migratorias nacionales. Muy recomendable, sobre todo ahora en que diversas figuras políticas se pronuncian a favor de la protección de los derechos de los migrantes. ¿Será?
A la lista anterior sumaría The Hobbit (El Hobbit: un viaje inesperado); Batman. The Dark Knight Rises (El caballero de la noche asciende); A Separation (Una separación); We Need to Talk About Kevin (Tenemos que hablar de Kevin); My Week With Marilyn (Mi semana con Marilyn); To Rome with Love (A Roma con amor); Hysteria (Histeria: la invención del consolador); y Cloud Atlas (El atlas de las nubes). Todas son buenas y hay que verlas. Pero como sólo quise referirme a las 10 que considero mis preferidas, tuve que obviar a las que se mencionan en este párrafo.
- María Cristina Rosas es Profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México
https://www.alainet.org/es/articulo/163660
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