La paz: ¿política de Estado o de gobierno?

02/02/2013
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Un debate, reactivado en los últimos días, pero que tiene más tiempo, es si la búsqueda de la paz debe ser una política de Estado o de Gobierno. Y al respecto hay que señalar que en la Constitución Política de 1991 en su artículo 22 establece: la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimientoy efectivamente todos los Presidentes la han buscado, la diferencia radica en el método, por la vía de la guerra, de la concertación con los actores armados ilegales, o una mezcla de las dos.
 
Ahora bien, creo que se debe diferenciar lo deseable –que una vez iniciado un camino en búsqueda de la paz por un Presidente, el que lo remplace lo continúe-, es decir que la paz debería ser concebida como una política que trascienda el horizonte de un gobierno, lo que comúnmente denominan una política de Estado, de lo que realmente sucede –cada Presidente ensaya lo que considera es el camino adecuado, en ese sentido hay que decir que sólo en un caso en la historia reciente, los gobiernos de Virgilio Barco y César Gaviria, le dieron continuidad a una política de diálogos con la guerrilla, pero se trataba de gobiernos con grandes afinidades políticas-. Incluso con esa lógica fue que el ex ministro de Defensa del gobierno Samper, Gilberto Echeverry, junto con sectores de la sociedad civil impulsaron la Ley del Consejo Nacional de Paz, en teoría para garantizar continuidad a la política de búsqueda de diálogo a través de este cuerpo representativo del Estado y la sociedad, sin embargo la realidad mostró que ni el gobierno de Pastrana, ni el de Uribe, ni tan poco el actual, han convocado este Consejo, a pesar de estar vigente la Ley.
 
Es verdad que las guerrillas, no sólo las FARC, sino también el ELN, consideran que su adversario es el Estado y para ellos los cambios de gobierno son más o menos irrelevantes. Sin embargo, fue el Presidente Belisario Betancur quien le dio, formalmente, inicio a las conversaciones de paz para buscar encontrarle solución al conflicto armado interno acudiendo a una Comisión de Personalidades como mecanismo fundamental; el Presidente Barco formuló su ‘Iniciativa para la Paz’, política de paz hasta el momento la única exitosa con un sector de la guerrilla, que fue continuada por el Presidente Gaviria y ensayó conversaciones en el exterior con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar y al final de su gobierno impulsó lo que se llamó ‘la guerra integral’; luego el gobierno Samper intentó, previo reconocimiento de la guerrilla como actor político, la llamada ‘Paz integral y diálogo útil’; el Presidente Pastrana intentó las conversaciones con las FARC en la zona de despeje del Caguan y acercamientos con el ELN, pero nada fructificó; el Presidente Uribe ensayó la vía de la confrontación militar con su ‘Política de Seguridad Democrática’ y sometimiento a la justicia y los resultados fueron parcialmente exitosos.
 
Por ello tiene razón Enrique Santos cuando señaló en sus declaraciones en Washington que el actual proceso de conversaciones en La Habana entre el gobierno Santos y las FARC depende mucho de la permanencia del Presidente Santos en el gobierno –quizá a algunos no les guste que sea así, pero es lo que enseña nuestra historia reciente-. Esto sin duda lo debería tener en cuenta las FARC para mirar las dinámicas de las conversaciones; claro lo ideal sería que hubiera tiempo para discutir ampliamente cada punto de la agenda, pero hay realidades políticas, que si se quiere un resultado exitoso no se pueden desconocer.
 
 
- Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y
coordinador del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/164346?language=en
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