Actualidad de la resistencia indígena

Manuel Azuaje Reverón

13/10/2014

Opinión

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Han pasado varios años desde que en Venezuela no se celebra el 12 de Octubre bajo el nombre de “Día de la raza”, pero pese a que no es poca cosa que se haya pasado a conmemorar la lucha de nuestros pueblos indígenas, recordando el baño de sangre que el “encuentro de los mundos” significó para estas tierras, algunos todavía no entienden la significación de este cambio.

Cualquier transformación social necesariamente viene acompañada por el fortalecimiento de las narrativas que surgen desde abajo, esas que han sido ocultadas e intencionalmente olvidadas. La otra historia, no es una recopilación de discursos que se caracterizan por explicar de manera “distinta” ciertos hechos, es la narración de la lucha de los pueblos contra la dominación en todas sus formas. La reconstrucción de esa otra historia pasa por ser la reformulación de nuestra propia identidad.

Aquellos que se burlan, banalizan o niegan que el 12 de Octubre se reconozca la Conquista de América desde el punto de vista de las víctimas indígenas, son los mismos que afirman el carácter no ideológico de la educación. Esos que no reconocen la violencia que encubre considerar la invasión de un territorio bajo el nombre de “descubrimiento” y la violencia de la violación como elogio al encuentro de las razas. Repiten el discurso del dominador, la ideología bajo la cual se oculta la violencia de la explotación.

Pero no basta con cambiar el nombre de las cosas o hilar un nuevo discurso oficial que tomando elementos de esas narrativas desde abajo reemplace al anterior. El día de la resistencia indígena aparece reseñado en nuestros libros de textos escolares, calendarios oficiales y bajo la forma de decreto, pero no ha sido interiorizado por buena parte de la población.

Pueden cambiar los nombres y contenidos de los libros de textos pero si los maestros de escuela, los profesores universitarios y todos aquellos encargados de las formación no asimilan seriamente la importancia, el fondo de ese cambio, seguirán reproduciendo la ideología dominante, haciéndola pasar como la verdadera, la historia real más allá de la “historia impuesta por los chavistas”. Hace falta poner un empeño mayor en este sentido, para que el 12 de Octubre no nos quedemos en el puro discurso y sumemos en la comprensión de que no se trata de un capricho.

Esto pasa por dar mucha mayor participación, voz, a los protagonistas de esas batallas, que hoy en día siguen luchando, porque aunque se les rindan homenajes, muchas veces son perseguidos y asesinados por los mismos que llevan 500 años haciéndolo. Reconocer la lucha indígena pasa por visualizar la actualidad de esa lucha, exponer el carácter vivo de esa historia que no es pasado, sino que se encarna todos los días.

La actualidad de la resistencia indígena se expresó ayer en el triunfo gigantesco del compañero Evo Morales Ayma. El Presidente Indígena de Bolivia fue reelecto para su tercer mandato con el 60% de los votos, ganando incluso en aquellos departamentos donde con mayor fuerza el fascismo separatista ha atacado al gobierno del MAS. Los distintos movimientos sociales que confluyen en función de gobernar para seguir transformando Bolivia han demostrado su fuerza, su capacidad de seguir resistiendo para avanzar.

Pero no sólo se trata de un triunfo electoral, la fuerza simbólica de este resultado para todos los revolucionarios del mundo, reside en demostrarnos que hoy en día la resistencia de los pueblos indígenas se suma a la de los mineros, los obreros, los campesinos y todos aquellos que combaten el capitalismo, el imperialismo y el colonialismo. De esta forma, lo ha expresado Evo Morales cuando nos recordó que sólo la organización del pueblo será capaz de demostrar que se puede construir una alternativa emancipadora democráticamente.

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