Jamás hubo conducta

15/03/2015
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La perversidad del fascismo sigue desarrollando su maquinación conspirativa encaminada a llenar de sangre y dolor a Venezuela.
 
Personas obnubiladas, enceguecidas por el odio y entregadas a la manipulación imperialista, avanzan en el empeño de destruir la democracia venezolana y reemplazarla por un pinochetismo potenciado, del cual tuvimos un botón de muestra en el afortunadamente efímero estangato de abril de 2002.
 
Perversidad llevada al límite con la utilización como vanguardia innoble de adolescentes y niños sacados de las aulas para lanzarlos a donde no se atreven a ir los maquinadores.
 
Estamos en presencia de un ataque en toda la línea. Las baterías mediáticas del imperio atruenan los espacios demonizando a Venezuela, a su gobierno revolucionario y a su líder. Cercenamiento de la democracia, ahogo de la libertad de expresión, tortura, crimen político, narcotráfico, armamentismo, etc., todas las negaciones de la justicia y la legitimidad social, todo cuanto es expresión de las aberraciones del fascismo y el imperialismo, lo vuelcan quienes las practican, como desde un espejo, sobre nuestra patria, en tanto se atribuyen las virtudes que pervierten.
 
La obsesión por nuestro petróleo los ciega, pero lo que menos soportan es nuestro ejemplo de dignidad y soberanía.
 
“Jamás hubo conducta más infame que la de los EEUU contra nosotros”, la admonición del Libertador muestra como nunca su profunda validez.
 
Y junto al país convertido en la sede más característica de la agresión, gestor universal de cuanta guerra de rapiña y bandidaje se enciende, burlador de toda legalidad y toda norma, forajido y terrorista internacional que ha batido las marcas del crimen de Estado, ahora confeso “torcedor de brazos”, se alinean los cipayos, oligarquías, gobiernos e individualidades de alquiler, y la jauría ladra y busca flancos propicios.
 
Pero el pueblo de Bolívar y Chávez no se los abrirá.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/168220

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