Siempre Estados Unidos ronda sobre las ruinas: Napalm en Vietnam, bombas incendiarias en Chorillos, manual de tortura en América Latina, mentiras por petróleo en Irak, amoralidad en Guantánamo, cerco hambreador a Cuba, 16 años de golpe continuo contra Venezuela, racismo tierradentro. Ruinas sobre las que baila como si fueran fiestas.

“Yo, BARACK OBAMA, Presidente de los Estados Unidos de América, entiendo que la situación en Venezuela, incluida la situación del Gobierno en cuanto la erosión de las garantías de derechos humanos, la persecución de opositores políticos, restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones y abusos de los derechos humanos en respuesta a las protestas contra el gobierno, y el arresto arbitrario y la detención de manifestantes que están en contra del gobierno, así como la presencia exacerbada de corrupción pública significativa, que constituye una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos, declaro por medio de la presente una emergencia nacional a los fines de hacer frente a dicha amenaza”.

Este decreto se hizo efectivo a las 12:01 am, hora de verano del este el 9 de marzo de 2015. Tal la pomposidad de la amenaza que, como espada de Damocles, Estados Unidos puso sobre el pellejo de Venezuela.

Estados Unidos aún vive en la antigua hojarasca de la Guerra Fría. Ciego, sordo y mudo. Su sombra es la que debe oscurecer los destinos díscolos. Un mundo seco, ignoto, hambriento.

Los ejércitos bolivarianos solo traspasaron sus fronteras para liberar a pueblos hermanos del yugo realista. Las tropas estadounidenses moran fuera de su tierra para invadir y colonizar. Imponer una matriz cultural hegemónica, arrasar historias, saquear recursos, dejar latitas de Coca-Cola y artificios de Hollywood.

El país que invadió Irak con mentiras y dejó 1 millón de civiles asesinados dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que invadió a Panamá y regó de 4000 víctimas civiles el heroico barrio torrijista de Chorrillos dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que atacó sistemáticamente a la Nicaragua Sandinista para que revolución tan heroicamente dulce caiga dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que bloqueo 50 años a Cuba para matar de hambre y enfermedades a su pueblo dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que lanzó bombas atómicas contra civiles en Hiroshima y Nagasaki dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que impuso el Plan Cóndor para torturar, asesinar y desaparecer a millones de mujeres y hombres soñadores dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que quiso doblegar a Vietnam con Napalm y Agente Naranja matando a cuatro millones dice que Venezuela es una amenaza a su seguridad nacional.

El país que… y así puedo seguir infinitamente…

“El Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país”, escribió en 1969 el poeta salvadoreño Roque Dalton. Tan real en aquellos tiempos, tan lejano en estos que vivimos. Obama y todo el complejo imperial añoran volver a ser Presidente de todos los pueblos del mundo.

No, presidente Obama.

 Posdata:

No somos, pues, cómodos es impunes anonimistas

de cara estamos contra el enemigo

y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista.

Y al sistema y a los hombres

que atacamos desde nuestra poesía

con nuestra vida le damos la oportunidad de que se cobren,

día tras día.

 20 de marzo del 2015

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