La grandeza de Nicolás Maduro a dos años de gobierno del pueblo

16/04/2015
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Maduro maduro con gente small
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En la primera lectura del título, el mismo parece grandilocuente, ampuloso y no faltará quien diga que es exagerado e injusto; personalmente ¡tengo la convicción que no! porque poseo –si se puede calificar así- el defecto o la virtud de no saber ser hipócrita. Tampoco, para ser merecedor de los reconocimientos públicos o privados, es porque se está en la cresta de la ola, aunque muchas veces somos mezquinos en reconocer el mérito de las y los camaradas, por supuesto, no se trata de idealizar, pero de las virtudes nada que se habla.

 

Es insultante escuchar en algunos revolucionarios “el gobierno de Nicolás Maduro” en el fondo es un banal recurso discursivo para escurrir el bulto; todos debemos saber el duro batallar del Comandante Supremo Hugo Chávez por darnos esta revolución y el reto colectivo es continuarla con Nicolás Maduro al frente, es menester después de la enseñanza de la vida donde bien el Comandante Chávez supo con una ascendente curva de aprendizaje doblegar las briosas contradicciones, aprender de la historia de un pueblo, la historia de una nación y aseverar “que a pesar de las difíciles circunstancias seguiremos teniendo Patria”.

 

Si bien la política o el ejercicio de la política, requiere de la lectura incesante, pero exige otros atributos inaplazables que se complementan como son la intuición, la interpretación asertiva de la realidad, a corto, mediano y largo plazo e interesantes conocimientos de la historia, así como sólido arsenal de investigación, acción y planificación. Todo lo anterior de nada serviría si no hay compromiso de clase y fidelidad estricta al Programa de la Revolución y a los principios revolucionarios.

 

Ya es un lugar común admitir que a Nicolás Maduro, la ultraderecha, sus banqueros y el imperio, le soltaron simultáneamente todas las 7 plagas pero allí está de pie, la revolución, el gobierno y el pueblo a pesar de que padece la guerra económica no han naufragado.

 

Lo de la grandeza:

 

Nicolás Maduro ha mantenido la Paz del país. Ya lo decía el Libertador Simón Bolívar “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. Simón Bolívar. Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1.819. 

 

Tenemos un pueblo enfervorizado y amante de su revolución, por ello: “No puede haber República donde el pueblo no esté seguro del ejercicio de sus propias facultades”. Simón Bolívar. Discurso en Cúcuta, 3 de octubre de 1.821.

 

El imperio y la ultraderecha y sus banqueros apátridas, les ha costado, descifrar las claves para soliviantar y crear que el pueblo se vaya contra el gobierno y contra el pueblo mismo en una guerra civil. Ganas no le han faltado y no van a desistir en tales propósitos.

 

Nicolás Maduro ha sostenido en alto el discurso y la praxis de la Unidad en todos los niveles y a todas las instancias, todo muy ajeno y distante del sectarismo partidista prepotente que fraccionaba las fuerzas revolucionarias, pero las fuerzas revolucionarias han de entender que no se trata de repartición de cargos o cuotas de poder. La recomendación del caso es leerse El Príncipe de Maquiavelo por aquello, a cada quien según su trabajo.

 

Ha planteado Nicolás Maduro Radicalizar la Revolución eso pasa –digo- por llevar a cabo cada vez más lo que establece el Programa de la Revolución, que para los efectos de nuestra revolución es el texto constitucional, que apenas se ha aplicado en dosis muy reducida y que hay que acentuar a pesar del despecho y chillidos de las y los apátridas que evocan el cuartorepublinicanismo, el neoliberalismo, sus banqueros y la sumisión al Imperio y cuyo bastión de ataque y justificación son los cartelizados medios privados de comunicación.

 

Lo anterior exige evaluar, examinar y garantizar que quienes estén al frente de las instituciones sean genuinos revolucionarios y revolucionarias. No se trata de cacería de brujas, pero la fidelidad es medible, en parte por la acción de gobierno que se ejecuta, como decía Vladimir Ilich Lenin, para saber el carácter revolucionario de la institución y de quienes están al frente, es ¿A quién Benefician?; además es urgente la formación de una Escuela de Ciencia y Técnicas de Gobierno, de manera que toda y todo cuadro institucional para ser promovido, ascendido, haya pasado por esa formación obligatoria.

 

Será menester para otro trabajo pero lo adelanto: Concentrar todas esas instancias “académicas” enclaves –con sus excepciones- del pensamiento conservador y de derecha, enclaves a la vez que sirven para formar en su mayoría al activismo opositor y que estas instancias “académicas” repetimos dependen en el organigrama de los ministerios, para que a partir de allí, aprovechando sus instalaciones, sus recursos financieros presupuestarios, además de hacer una estricta selección de las y los docentes, constituir una planta profesoral con todos sus beneficios que hagan carrera en esa nueva institución de alto nivel, pero más allá de los currículos personales, tenga como base esencial la corriente epistemológica de la pedagogía que suscribe cada quien, si es para la emancipación y la libertad, porque si ningún centro educativo en el país no es para la Descolonización Educativa, para desacoplarse de los centros de dominación educativa internacionales con un pensamiento crítico propio, entonces, sencillamente no tiene sentido financiar y mantener instituciones educativas de tal naturaleza, estas formando tus propios enemigos, por el contrario, el kit está en crear de allí un verdadero centro universitario de muy alto nivel de formación nacional e internacional, apoyados en el interior de la República por las sedes de las Corporaciones regionales, pero todo dirigidos por revolucionarias y revolucionarios de larga y comprobada trayectoria científica revolucionaria que dotado este centro de una malla curricular particular para cada carrera todo muy cónsona a la concreción del texto constitucional, que sea a la vez instancia de donde se provea con las y los egresados el Estado y Gobierno para seleccionar a las y los cuadros que vayan a dirigir las instituciones del Estado y del Gobierno en cualquier lugar del país o del exterior. Que a la vez dependa directamente de la Presidencia o de la Vice Presidencia de la República quienes basados en criterios científicos escojan la terna rectoral y a las y los decanos de las distintas menciones. Impidiendo por todos los medios que se conformen roscas o grupos con posiciones mezquinas, sectarias y cuya autoridades sean escogidas por el mismo Presidente de la República y rindan cuentas directamente a él.

 

Continuamos: Nicolás Maduro ha planteado Democratizar las estructuras gubernamentales y partidistas; en el caso gubernamental, gobernar con el pueblo en sus distintas instancias y paulatinamente que el pueblo asuma el poder.

 

Sin Producción Nacional propia la existencia de la Revolución estaría comprometida al fracaso o por lo menos el riesgo es inminente y de muy corta vida.

 

Es acertada la decisión y el estímulo a que las instituciones de Justicia actúen de manera pertinente, adecuada, oportuna y eficiente acorde a un Estado social, de justicia y de derecho concebido en el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

 

No puede quedar por fuera, las Relaciones Internacionales, las cuales hay que exaltar y mantener aceitada, y darle concreción a la continuidad de las iniciativas de los dos Libertadores de Venezuela. El reciente cotejo en la Cumbre de Panamá pasará como referencia obligatoria en más de una carrera universitaria y en el historial del mundo.

 

Todo lo anterior para comprenderse aún mejor, está enmarcado dentro de la resistencia a todos los planes habidos y por haber implementados por EE.UU., la ultraderecha, banqueros y la cultura antipatria que han querido inocular el Imperio para hacer naufragar a la Revolución Bolivariana.

 

Lo dicho justifica lo de la grandeza de Nicolás Maduro y la grandeza del pueblo venezolano, está de pie y seguirá de pie. Parafraseando a José Martí: “Hay veces vibra el líder y no vibra el pueblo, hay veces vibra el pueblo pero no vibra el líder, Revolución es cuando vibra el líder y vibra el pueblo. Vibran en simultáneo líder y pueblo, pueblo y líder”.

 

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