Como hace años no se veía en Lima, miles de jóvenes estudiantes, obreros y pobladores no cesan en tomar las calles para protestar contra las medidas neoliberales impuestas por el gobierno. Los ‘pulpines’, no hace mucho,   derrotaron a la derecha neoliberal arrancándole la Ley del Trabajo Juvenil. La protesta es ahora contra el proyecto Tía María que la Southern y el Gobierno persisten a sangre y fuego, imponer. Ante la situación en Islay, diversos colectivos de jóvenes, no cesan en tomar las calles para solidarizarse con los agricultores y oponerse al modelo neoliberal que ha generado muerte y destrucción. Las tomas de calles, sin embargo,   no son organizadas por los partidos de izquierda y como en otras partes de mundo se comunican a través de las redes sociales. Este movimiento se ha convertido en una especie de vanguardia del movimiento social y es de suponer que preparan nuevas jornadas de lucha que tendrán como telón de fondo, las elecciones del 2016.  Es evidente que la derecha teme ver a los ‘pulpines’ tomar las calles y levantar las banderas de la “unidad del pueblo peruano”.

A Jorge Rodríguez, coordinador del Foro Juvenil de Izquierda, lo conocí en 2011, en el local del Sindicato de las Trabajadoras del Hogar, yo organizaba un seminario del movimiento “Manuela Sáenz” y él hacía lo propio.  Lo volví a ver este año involucrado en la lucha estudiantil. Con él conversamos. Junto a los jóvenes es llenarse de arrojo de batalla.  Ellos me recuerdan a mis años universitarios en que también era una ‘pulpina’ de inolvidables horas de lucha que muchos recuerdan.  En este momento, como militante de izquierda, involucrada en los esfuerzos por la unidad más amplia del pueblo peruano, conversé con Jorge sobre diversos temas.

¿Jorge a qué se debe la emergencia de los jóvenes en las calles, convertidos en una especie de vanguardia popular?  Ustedes dan vivas al socialismo y hablan de la clase obrera ¿Qué está pasando?

En primer lugar, creo que asumir que somos la vanguardia del movimiento popular no corresponde a la realidad. Lo que sí puedo afirmar, en comparación con la década del 90, cuando los jóvenes por el impacto de la ofensiva neoliberal por lo general no se comprometían con la lucha popular, hoy, participan en la política con deseos de transformar la sociedad, incluso algunos contingentes, venciendo los prejuicios de acercarse al socialismo y a la clase obrera. 

¿Cómo ves al Perú con 211 conflictos sociales registrados por la Defensoría del Pueblo y cuál es tu opinión sobre el proyecto Tía María?

Los conflictos sociales siguen creciendo producto del tipo de modelo económico y político que tenemos en el país. El conflicto en Tía María no es la excepción es la regla y los casos en Cajamarca, Pichanaki y casi todo el Perú así lo demuestran. Lamentablemente el Estado en estos momentos es el instrumento de control de las grandes transnacionales.

Asistí al “Foro del 1º de Mayo” que ustedes organizaron, aquella noche percibí el preludio de lo que se viene en el país, particularmente, en las elecciones del 2016, proceso en que por supuesto ustedes serán candidatos obligados al Congreso ¿Qué piensas sobre la falta de unidad en la izquierda? ¿Qué harán los jóvenes para exigir su unidad?

El Foro por el 1 de mayo, al que haces mención, fue organizado por una coordinadora amplia en la que nosotros participamos, pero los protagonistas principales fueron federaciones y sindicatos de trabajadores. Creo, para nosotros hablar de candidaturas es muy prematuro. En este momento nos preocupan otros temas, como es la división de la izquierda y el movimiento popular. No es la misma coyuntura del 2000, 2006, 2011. En esta nueva realidad nosotros como colectivo lo primero que planteamos es un debate abierto sobre los problemas de fondo. Solo así se podrá garantizar la unidad de la izquierda y el pueblo.

 ¿Para ustedes quienes son los enemigos del pueblo peruano? 

Como expresión política todas las organizaciones que defienden el neoliberalismo y socialmente, además de las transnacionales, los grandes capitalistas nacionales que prefieren mantener la dependencia de nuestra patria y el carácter primario exportador de su economía, y una burguesía nueva, la emergente que está muy mimetizada en los sectores populares, que desde esa posición es la fuente principal de todas las traiciones de los últimos lustros. También debo decir de manera clara, las diversas mafias que se desarrollan producto de este orden social que amenazan con convertir al Perú en un nuevo México.

Lima, 12 de mayo del 2015