Estados Unidos no logra estabilizar a Puerto Rico

25/05/2015
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ALAI walt street
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SAN JUAN, Puerto Rico, 25 de mayo de 2015 (NCM) – La lucha en Wall Street entre grandes inversores del mercado y aventureros depredadores nómadas conocidos como “buitres” está cobrando un saldo alto a Puerto Rico, cuyo gobierno trata de alargar la vida del régimen autonómico imponiendo mayores tributos al pueblo y recortes de gastos, a la vez que sigue clamando por algún socorro de parte de Washington.

 

La situación es tan grave que las cifras oficiales más recientes indican que desde que comenzó la recesión, los rendimientos de capital de las inversiones de Puerto Rico en el exterior han bajado 83 por ciento y el 17 por ciento del presupuesto gubernamental a aprobarse se lo traga el servicio de la deuda.

 

Aún ese mismo presupuesto está en veremos y en días recientes la agencia clasificadora Moody’s degradó otra vez los bonos de Puerto Rico por la inminencia de que el país quede insolvente a final del verano.

 

Esta crisis ocurre en un marco en el que la anexión por parte de Estados Unidos de las fronteras lejanas de Alaska y Hawái –ambas de mediados del siglo pasado- enfrenta una resistencia marginal que logra tocar a las puertas de Naciones Unidas y de que, por el sur, la resistencia popular a los impuestos excesivos sobre el consumo, entre otras quejas, ha provocado que pierdan las elecciones gobiernos caribeños que llevaban décadas en el poder.

 

Ante la situación, los dos partidos pro EEUU –anexionistas y autonomistas- cabildean en Washington por lograr que se permita quebrar a Puerto Rico bajo la protección del tribunal federal, pero los representantes de los bonistas del mercado principal se oponen. Además, el trato que se dé a esta pequeña nación isleña y colonia estadounidense puede tener impacto en los 32 estados de EEUU que ya dan señales de peligro por sus déficits presupuestarios.

 

Los que están en situación más preocupante son 17 estados, entre ellos, casi todos los de Nueva Inglaterra y los del norte central, algunos de la zona del Golfo y, en particular, los mencionados de Alaska y Hawái. En estos dos últimos, se ha formado una coalición para la autodeterminación e independencia, que a mitad de mes fue a Ginebra a fin de iniciar gestiones para que se declare violatorio del derecho internacional el proceso mediante el cual fueron incorporados a la Unión.

 

Nada de eso es buen augurio para las gestiones en Washington por parte de Puerto Rico, como tampoco lo es el que este año cayeran derrotados los partidos que gobernaban en St. Kitts-Nevis y en Guyana ante los clamores populares contra los impuestos excesivos y otras quejas. La onda expansiva de protesta contra el impuesto sobre el valor añadido se ha extendido a Santa Lucía y ya forma parte de los temas de campaña para los comicios de diciembre en San Vicente y las Granadinas.

 

El panorama sobre Puerto Rico serviría como ejemplo para educar a estudiantes de historia sobre teorías de Ibn Khaldun en El Muqaddimah, que en el Siglo XIV discutió con extensión el doble problema de las fronteras demasiado lejanas en tiempos de decadencia imperial y cómo las dinastías venidas a menos, tras olvidar cómo una vez representaron la conciencia social de sus pueblos, se aferran a imponer tributos que los pueblos agotados ya no pueden pagar.

 

Por supuesto, estas consideraciones no tienen mayor peso en Puerto Rico, ni para gobernantes, ni para gobernados y así avanza la catarata de la historia.

 

En el frente interno, el anexionista Partido Nuevo Progresista insiste en que el gobierno se limite a gastar lo que ya recauda y el Partido Independentista Puertorriqueño propone subirle los impuestos a las grandes empresas de Estados Unidos, que repatrían anualmente miles y miles de millones de dólares en ganancias que apenas tributan. Esas propuestas no hacen mella en el Gobernador, Alejandro García Padilla, que se muestra aliado de los “buitres” y ha derrotado a los que en el oficialista Partido Popular Democrático han tratado de descarrilar o al menos minimizar la lluvia de nuevos impuestos.

 

Se han producido varias movilizaciones de contingentes policiales, la más grave a mediados de este mes, cuando se exhibieron unidades antimotines en el Palacio de Santa Catalina, luego de que provocadores denunciados por los propios manifestantes forcejearon con la guardia palaciega. En ese caso además fue detonado un artefacto explosivo químico de fabricación casera.

 

Así el Gobierno respondió a una marcha de 10.000 universitarios contra los nuevos impuestos y recortes presupuestarios, que llegó al Viejo San Juan y superó por mucho la manifestación oficialista del mismo día frente al Capitolio para presionar a los legisladores reclamándoles un acuerdo que evitara recortes de fondos de la estatal Universidad de Puerto Rico.

 

Por lo menos en dos ocasiones, el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, pidió públicamente el retiro de los contingentes policiales del Capitolio.

 

La derrota de los alzados de la cámara baja no fue, sin embargo, un triunfo total del Gobernador, pues condicionaron su rendición a que la ley para gravar el valor añadido del consumo y los servicios incluya convocar un comité mixto que evalúe mecanismos alternos menos onerosos. Pero no existe compromiso del Ejecutivo de aceptar las recomendaciones del comité.

 

Al concluir el proceso en la Cámara, la portavoz del PNP, Jennifer González, criticó que el oficialismo lo tratara mediante negociaciones a puerta cerrada y el presidente de esa formación política, el comisionado en Washington Pedro Pierluisi, dijo que los nuevos impuestos provocarán el hundimiento de la economía del país.

 

A todo eso, siguen las protestas con potencial rebelde. Al inicio de esta semana se acercaba a la zona de la capital una caminata por la libertad del prisionero independentista Oscar López Rivera, que ha recorrido la ruta de la costa alrededor de casi toda la isla y, el sábado, cientos marcharon contra la estadounidense Monsanto e iban precedidos por la banda carnavalesca del grupo “Papel Machete”, que entonaba “dejémonos de tanta mierda y hagamos la revolución”.

https://www.alainet.org/es/articulo/169854
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