Todas las mañanas acompaño el café con los titulares de las transnacionales de las noticias por cable, para estar al tanto no de cómo va el mundo, sino de cómo ellas quieren que percibamos que va. No puedo hacer lo mismo con los canales locales, pues ni siquiera ese juego de apariencias  les interesa. En Tele-vicio, “el que piensa, pierde”… rating.

Hoy algo me llamó particularmente la atención; han dedicado mucho más espacio-aire a Panamá que el usual. No para cubrir la huella de la aberrante corrupción del régimen precedente. No para reportar la depredación medioambiental de algunas transnacionales… o la pésima distribución de la riqueza en el país latinoamericano de mayor crecimiento del PIB. Ni siquiera para reportar avances en la ampliación de un canal que en principio les interesa: lo que les preocupaba era el oscuro proyecto de ley de prensa de algún oscuro diputado bala perdida.

Y es que hay cosas que no les puedes tocar al Sistema: la libertad de (su) prensa y la libertad de (su) mercado.

Con la democracia y sus elecciones “libres” los puedes vacilar un rato. Con su prensa y su mercado, no. Pregúntenle a Grecia.