Un 10 diferente
- Opinión
Agosto es uno de los meses nobles y contradictorio de la historia nacional que conjuga la nobleza de un glorioso día jueves 10 de1809, en el que se siembra la semilla independentista de la Patria Grande, con la primera proclamación de rebelión contra el Imperio español, que nos convierte en Luz de América y, a la par, un fatídico, siniestro, artero, traidor y luctuoso día 2 de 1810, también jueves, con el asesinato de los patriotas autores de la rebelión, hecho solo comparable con la Hoguera Bárbara del domingo 28 de enero de 1912, día de inmenso luto para el Ecuador por el asesinato del más grande de los ecuatorianos, el general Eloy Alfaro, víctima del asedio, difamación y descredito de la oligarquía politiquera ultra conservadora que utilizó una turba envenenada para matarlo, arrastrarlo e incinerarlo.
Para entender lo que nos pasa ahora en el 2015 y ser capaces de soñar un futuro donde impere la justicia social y la fraternidad, después de décadas de frustraciones, es indispensable que todo el mundo sepa en detalle la historia de gloria y barbarie del pasado para no tolerar la impudicia con que algunos politiqueros envenenados de odio quieren manchar el presente de este cambio de época.
Con la audacia que caracteriza a los desertores ideológicos como el sujeto Páez, dicen que no están impulsando la desestabilización de la democracia cuando es uno de los autores, cómplice y encubridor, del grito histérico de ¨!fuera Correa, fuera!¨, es decir pretender que el Presidente ungido en la primera vuelta electoral, con una mayoría aplastante de votos y con el mérito de estar gozando ahora de la más alta calificación de respaldo popular, queriendo provocar la violencia como último recurso, puesto que los útiles que secundan esta campaña poniéndose la soga al cuello quieren tratar de lograr el surgimiento de un régimen de la restauración conservadora auspiciada por el imperio, como lo evidencian los reportajes de la CNN, y no logran conquistar al pueblo mayoritario que respalda el dialogo civilizado en contra de los levantamientos y paros, atrás de los cuales esconden sus orejas los lobos violentos y desesperados.
El 10 de Agosto de 1809 nos enseñó que la independencia por la que lucharon los patriotas quiteños es un ejemplo que no podemos olvidar cuando Manuela Cañizares en su casa, donde se habían reunido los patriotas, aseveró para la historia permanente y en especial para los que hoy defienden el proceso revolucionario:
“¡Cobardes...hombres nacidos para la servidumbre ¿de qué tenéis miedo...? ¡No hay tiempo que perder...
Hay que esperar que la racionalidad penetre en la conciencia de la gente sensata y cambien la consigna desestabilizadora, porque para lograr que se imponga la propuesta ¨!fuera Correa, fuera!¨, no se dan las condiciones y ellos serán responsables si quieren desatar la violencia para conseguirlo, para hacer daño a la democracia y a la paz ciudadana.
Los autores de esa descabellada consigna no tienen propuestas válidas para divulgar y capitalizar si hubiera cualquier oportunidad y pretenden manipular un transitorio descontento de sectores que fueron confundidos por un proyecto mal comunicado y que fue retirado de la Asamblea por el ejecutivo.
El acumulado de reclamos por temas circunstanciales jamás puede ser enarbolado como programa de un supuesto plan para un nuevo gobierno ilegítimo.
Recordemos y volvamos a la verdadera esencia del 10 de Agosto de 1809.
- Alfredo Vera es escritor y periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación, http://alfredovera-ecuador.blogspot.com
Publicado en El Telégrafo 11/08/2015
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