Fronteras: mitos, realidades y conceptos
- Opinión
Hablo de fronteras en plural, porque, además de existir límites con diversos países, cada realidad fronteriza, incluso a nivel de regiones específicas, tiene sus propias particularidades. Aclaremos de una vez que límites son las líneas imaginarias, hitos, y espacios geográficos (ríos, lagunas, cerros) que definen el marco territorial de un Estado respecto a otro vecino; mientras que el concepto de fronteras involucra el conjunto de fenómenos geopolíticos, culturales, identitarios, sociales, económicos, ecológicos y étnicos que se generan en forma de flujos humanos y de poder, a través de los linderos nacionales.
La movilidad humana involucra varios conceptos que deben ser aprendidos por políticos, funcionarios, periodistas y ciudadanos en general; estos son:
- Migrantes. Son las personas que salen de su país en busca de mejorar su situación personal, bien tras empleos, negocios o estudios.
- Refugiados. Son quienes huyen de su país de origen por tener un temor fundado de ser asesinado, perseguido, discriminado sistemáticamente, torturado o apresado injustamente, debido a razones de raza, sexo, pertenencia de determinado grupo social, religión u opinión política. Mientras el Estado receptor decide si otorga el estatus, la persona se considera solicitante de refugio.
- Desplazados. Son personas que huyen de su sitio de residencia por las mismas razones del ítem anterior, pero dentro del territorio de su país de nacionalidad, por eso se les llama en forma redundante “desplazados internos”.
- Apátridas. Son personas que no poseen ninguna nacionalidad; los Estados donde se hallaren deben implementar algún tipo de protección hacia las víctimas de apatridia, proveyéndolos de la documentación que les permita ejercer su derecho a la identidad y al conjunto de derechos que se desprenden de legalizar su situación migratoria.
- Turistas. Viajeros temporales por placer, esparcimiento, eventos, cultura, religión, deportes, salud, etc…
El modelo centralista impuesto desde tiempos coloniales, que prioriza los intereses de las burguesías y la burocracia capitalina, conllevó al abandono secular de las zonas fronterizas, donde, en términos de Rouseau, a falta de Estado, el delito ocupa todos los espacios.
El cierre de fronteras con Colombia decretado por el Presidente Nicolás Maduro, y el Estado de Excepción, son medidas que apuntan a corregir una omisión histórica; no es que basten y sean la panacea, pero que alivio han traído a la gente decente de la Venezuela profunda.
Yldefonso Finol
Guerrero Añú-Hombre de Fronteras
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