Alguien, alguna vez, me expresó en pregunta: ¿Por qué se cargan los problemas en los fines de año, desde los despidos al trabajo a los atentados de toda índole? Desde luego no supe qué contestar, como me sucede ahora con los acontecimientos terribles ocurridos en París y la respuesta de venganza de Francia.

A la declaración de guerra del presidente galo, Francois Hollande, y su decisión de bombardear objetivos del llamado Estado Islámico en Siria, que se adjudicó los actos terroristas de la “Ciudad Luz”, viene como era de esperarse la recontra ofensiva del grupo extremista.

Al pedido de Hollande a la comunidad  europea de apoyo bélico, llama especialmente la atención de la premier alemana Angela Merkel, quien considera al contrario de su posición acostumbrada, que la acción militar no es la adecuada.

Es un signo de inteligencia, que desde luego compartimos, puesto que como lo hemos expresado, existen muchas otras medidas de solución a los conflictos por graves, agudos y complicados que parezcan.

Se debe trabajar en el terreno de la inteligencia militar y policíaca, prueba de ello es que ya tenemos los primeros resultados, según los cables internacionales, el Ejército francés desarticuló un comando en Saint-Denis que pretendía atentar nuevamente en París esta semana.

El belga Abdelhamidd Abaaoud, según la misma inteligencia castrense, el cerebro de los atentados del viernes pasado, fue el blanco del asalto en esa ciudad, y aunque no está entre los ocho detenidos, el operativo fue exitoso, en el que se inmoló por primera vez una mujer en Europa.

Hasta ahora Francia ha efectuado 414 registros desde el viernes, ha encontrado 75 armas y ha detenido al menos a 60 personas; en la operación antiterrorista participaron sólo 110 policías de las unidades de élite, quienes no obstante que fueron blanco de disparos durante varias horas, lograron el éxito descrito.

Este es y no otro es el camino para enfrentar el terrorismo, la venganza por la venganza misma nos llevará a situaciones catastróficas, y en ello van nuestras propias libertades, inclusive de los países ajenos a estas disputas.

Francia es la nación por excelencia reconocida por su libertades, convertirla en otra nación del oscurantismo feudal será tan grave porque su repercusión contaminará a todo el mundo.

La disyuntiva está expuesta: ¿Justicia o venganza? Me quedó con la primera, siempre con la justicia.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx