Durante el Encuentro Hemisférico “Derrota al Alca, 10 años después”, celebrado en la ciudad de La Habana, Cuba, del 20 al 22 de noviembre, se propiciaron acercamientos entre organizaciones sindicales y movimientos populares de América Latina, en la apuesta por una verdadera integración de los pueblos de la región para enfrentar los embates del sistema capitalista mundial.

Viviana Abud, secretaria general del Sindicato de Tercerizados de la Minería del Cobre de Chile y subcoordinadora de la Mujer para América Latina y el Caribe por la Federación Sindical Mundial, destacó la importancia de implementar una agenda unitaria en todas las latitudes de la Patria Grande. “La lucha tiene que ser una sola. La lucha de la mujer, de los campesinos, trabajadores y estudiantes”, dijo.

La representante sindical abogó por la unión de la clase trabajadora, “desde las empresas y las fábricas, y el movimiento popular en conjunto, y de manera simultánea en las calles, para dar las luchas y construir una verdadera integración de América Latina, dejando de lado las cosas que nos puedan separar y dividir y lograr la tan anhelada unidad entre trabajadores y pueblo”.

A tono con Abud, Ernesto Trigo, secretario de Acción Social de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y representante en Argentina de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), reiteró la importancia de la articulación entre movimientos sociales y sindicales para la conformación de un solo bloque que pueda hacer frente a los monopolios.  “Debe ser una conjunción, debemos ir todos juntos, con el pueblo. La única forma de pararnos frente a un enemigo tan grande es estar juntos”, añadió.

En tal sentido, Tomás Gómez, coordinador del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), llamó a la refundación de los movimientos de la región y a la construcción de nuevas formas para enfrentar al capitalismo neoliberal y explotador desde la “movilización, organización y la formación de nuevos liderazgos en toda Latinoamérica para emprender las luchas. Debemos pensar en el futuro”, acotó.

Por su parte, Iván González, coordinador político de la Confederación Sindical de las Américas, destacó que el Encuentro de La Habana ha permitido la articulación y la confluencia de los distintos movimientos sociales y populares, los cuales analizaron en conjunto el panorama regional para “ver dónde estamos y qué podemos hacer juntos”, puntualizó.

Deolinda Carrizo, representante de la CLOC-Vía Campesina de Argentina y de la Secretaría continental, indicó que el Encuentro Hemisférico planteó también la reconstrucción de una agenda de movimientos sociales que unifique y revalorice los trabajos desarrollados en los distintos frentes de la región para responder unitariamente al capitalismo global.

En ese sentido, indicó que el Encuentro permitió coordinar acciones dirigidas a la defensa de la soberanía de los pueblos haciendo frente a los tratados de libre comercio. "Desde los sindicatos y organizaciones rurales queremos tejer acciones colectivas, lo más claras posibles. Es necesario para no retroceder", puntualizó.

Para Iván González, Coordinador Político de la CSA, lo más importante del Encuentro fue que creó la posibilidad de un nuevo encuentro “de fuerzas que estábamos desarrollando cada cual su agenda, pero que habíamos tenido pocos espacios de encontrarnos, para juntos ver qué coincidencias teníamos”.  En eso, hubo coincidencia que para avanzar hay que llamar también a otros actores que no pudieron llegar pero que están desarrollando luchas similares; y a partir de allí, comenzar a buscar consensos sobre agendas muy precisas para construir la rearticulación de los movimientos sociales.

El Encuentro Hemisférico es una iniciativa impulsada por los movimientos populares para analizar los impactos generales del libre comercio y el papel de las transnacionales en América Latina, la actualización de las estrategias de dominación imperial y la rearticulación de la derecha, y los procesos de cambio y de integración regional con sus nuevos escenarios.