Cambio climático y encuentro en París

29/11/2015
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Hoy volverán a perder tiempo los poderosos del mundo que se reúnen en París, donde se sacarán fotos y sonrisas al por mayor. Millones de dólares en reuniones inútiles pero justificadas por la diplomacia mundial para las fotos de rigor. Nada sucederá después de esta cumbre por el clima. El mundo gringo está en profunda crisis existencial y sistémica, necesita resucitar sus sistemas industriales y económicos, por lo que no harán nada por el clima sino contaminarlo más. Pues sus intereses son más importantes y poderosos que el cuidado del clima. Además con el susto que recibieron en París, con la muerte de sus ciudadanos a manos de gente cansada de este desorden mundial anglosajón, no creo que se ocupen del clima sino de su seguridad mundial, y de frenar a los bárbaros e incivilizados del sur para que no invadan sus fronteras ni sus territorios. Pues tienen demasiadas excusas como para dedicarle su tiempo y dinero a causas del clima. Y los payasitos del sur irán a ese encuentro a delirar bonito de su poesía ilusoria y engañosa, ya que sus políticas no son precisamente las más ecológicas ni mucho menos. El festín mundial por el engaño a propósito del clima se sirve en París. Entre folklor plurimundial del sur y la imposición de los que mandan en este mundo.

 

Mao dijo alguna vez: el poder nace de la boca del fusil. O salvo el poder todo es ilusión. Cuando las democracias son un rotundo engaño en todo el mundo, y negocio para los consorcios de oficinistas de los poderosos pues realmente las consideraciones políticas, de organizaciones o movimientos, quedan como etiquetas de engaño masivo vía dinero o negocios turbios a gran escala. En Europa no existe democracia hace mucho tiempo, ha sido reemplazada por los dueños de los Bancos. Esos señores son los que gobiernan y deciden a quiénes elegir. Las ideologías son sólo de charlas de café, o de shows masivos para venta y marketing de los poderosos. O bonitas deducciones de intelectuales inútiles, para sus libros de consumo masivo de crónica negra. Por América Latina lamentablemente no se trabajó una asignatura pendiente: construir institucionalidad y Estado. La herencia colonial y republicana es demasiado fuerte, las familias gobernantes son las mismas desde la colonia y sean de izquierda o derecha no tiene mayor importancia. Son matices simplemente. Piensan de igual manera y coinciden en la mayoría de los temas sobre la economía y la sociedad. A estas alturas del siglo XXI, la desestructuración de nuestras instituciones es alarmante y preocupante por esas lógicas republicanas: grupitos, t´ojpas, compadrazgos, amiguetes políticos y reciprocidad de la corrupción. Entonces en el norte como en el sur, los problemas son más que las soluciones y el encuentro de París será nomás un saludo a la bandera.

 

Lo poco que se ha avanzado institucionalmente queda todavía muy corto, para tantísimas esperanzas e ilusiones. Nuestros intereses son pequeños a lado de los intereses del norte, porque las lógicas mercantiles son las prioritarias mundialmente y queda poco espacio para los sueños o desafíos. El tema del cambio climático implica enormes cambios en las conductas humanas, económicas y científicas; pero el sistema imperante y destructivo capitalista no está listo para dichos cambios. Las lamentaciones y los discursos son parte de las políticas mundiales, de encubrimiento y lavado de consciencias. Nada realmente cambiará después del encuentro de París. El mundo será el mismo destructivo y cruel consigo mismo. Los encuentros sólo sirven a las clases dominantes para encuentro de negocios, contactos, fotos y recuerdos. Nada más y nada menos. Las declaraciones serán las mismas de los últimos encuentros: promesas y promesas sin pasos concretos a seguir, y muchos lavados de consciencia por los más pobres, etc, etc.

 

El poder tiene que ser conquistado a la fuerza, porque es un derecho legítimo, porque Estado somos todos. Es el detalle que la gente olvida tontamente, analfabetamente: el Estado somos todos. Y todo ese dinero que utilizan a nombre suyo es nuestro, en todo el mundo. El adormecimiento ideológico es lo más peligroso para domesticar las consciencias, es el ejercicio más nefasto en contra de los pueblos. Los modelos de los Estados del bienestar europeos han adormecido y domesticado a sus pueblos, al grado de no poder hacer nada frente a la corruptela generalizada de sus Estados, de sus sistemas de inteligencia, de sus bancos y de sus gobernantes. Los franceses han olvidado cómo hacer revoluciones, y el gran salto que fue la revolución francesa parece a estas alturas un engaño más de sus burguesías y oligarquías. Hoy las cosas son peores que antes de la revolución francesa. Las democracias europeas huelen a podredumbre escolástica, y esos modelos se están aplicando en nuestras regiones como si fuera el modelo ideal. Sólo es una imitación más de lo gringo, además que no funciona sino para unos cuantos pendejos a nombre de todos nosotros, que somos el Estado.

 

Pues sí, en Europa como por Latinoamérica las denominadas democracias no son tales sino buenas excusas de dominio y engaño. De encuentros y show de domesticación ideológica coyuntural, como el encuentro sobre el cambio climático en París. Y pues otra vez, como en muchas épocas de nuestras historias, tenemos que recuperar a la fuerza los espacios del Estado, para intentar otra vez resolver nuestros terribles problemas institucionales. Los gringos no se hundirán pronto pero van por esa vía. Nosotros no tenemos porqué imitar sus estupideces y democracias formales corruptas. No tenemos porqué imitar lo cristiano marxista, obsoleto, hipócrita y sentimentaloide. Pero para eso tenemos que recuperar los espacios de nuestros Estados. Fracasos y más fracasos, y somos todos nosotros los que pagamos esos juegos tontos de poder de izquierdistas y derechistas. Acción directa, justicia comunitaria y fuerza para resolver lo nuestro.

 

La Paz, 29 de noviembre de 2015

https://www.alainet.org/es/articulo/173917?language=en
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