Pasándose de listos con la naturaleza:

Biología sintética y agricultura climáticamente inteligente

09/12/2015
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Grupo ETC biologia sintetica
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Resumen

 

Asunto

 

Muchas de las más grandes corporaciones de agronegocios anuncian su compromiso con la “agricultura climáticamente inteligente” (ACI) , propuesta central de la nueva Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente (GACSA, por sus siglas en inglés) y también del mucho más viejo Consejo Mundial de Negocios para el Desarrollo Sustentable. Como muchos activistas, las empresas también se están preparando para ir a París a tiempo para la conferencia internacional del clima este diciembre (CMNUCC-COP 21), ondeando sus banderas de astucia climática. Aunque por el momento nadie lo percibe, los promotores del sector público y privado de la “agricultura climáticamente inteligente” están incorporando herramientas y procesos de biología sintética y los presentan como la tecnología más novedosa, que lo cambiará todo, para enfrentar el cambio climático. Si logran imponerse en París, la industria insistirá en que los cultivos de diseño y los organismos hechos en laboratorio con biología sintética constituyen estrategias esenciales de adaptación y mitigación para enfrentar la crisis climática.

 

Las compañías de agroquímicos y semillas más grandes del mundo, investigadores del sector público y nuevas empresas de biotecnología están incorporando aceleradamente la biología sintética en su perfil de investigación y desarrollo. Este informe examina brevemente la investigación y desarrollo relacionados con la agricultura, que incluyen microorganismos producidos o alterados mediante biología sintética, así como cultivos que se están desarrollando en nombre de la mitigación y adaptación al cambio climático, lo que incluye enfoques de alta tecnología para potenciar la fotosíntesis (por ejemplo procesos que regulan la fijación del nitrógeno y la tolerancia al estrés ambiental). Examinamos el trabajo de un equipo de investigación que busca activar la tolerancia a la sequía en cultivos a partir de la aplicación de químicos patentados. También revisamos cómo los biólogos en esta corriente están planeando usar los controvertidos “conductores genéticos” para aumentar la susceptibilidad de las hierbas invasoras a los plaguicidas.

 

Actores

 

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) comenzó a hablar de la agricultura climáticamente inteligente en 2009, como una forma de incorporar la agricultura – y su importancia en la mitigación, adaptación y seguridad alimentaria – en las negociaciones del clima.  Siguieron dos conferencias de la FAO dedicadas a la agricultura climáticamente inteligente, en 2010 y 2012. En 2014 se lanza formalmente la Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente. Su membresía incluye hoy 22 gobierno nacionales, poderosos grupos de cabildeo de las trasnacionales de agronegocios (la mayoría representando a la industria de los fertilizantes), la red mundial más grande de investigadores agrícolas públicos el — Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional (CGIAR)—, universidades y organizaciones no gubernamentales. La agricultura climáticamente inteligente también es promovida por el Consejo Mundial de Negocios para el Desarrollo Sustentable a través de su Iniciativa para Tecnologías Bajas en Carbono, (Low Carbon Technology Partnership Initiative), que espera influir en las negociaciones del clima en París y más allá.

 

Políticas

 

Más de 350 organizaciones de todo el mundo (que incluyen movimientos sociales, organizaciones de campesinos y agricultores, comunidades de fe) urgen a los negociadores en París a rechazar la “marca” climáticamente inteligente y a esta Alianza Global. La coalición advierte que la ACI “no incluye ningún criterio para definir qué puede o no puede llamarse climáticamente inteligente.” Las corporaciones de agronegocios y sus agrotóxicos y fertilizantes sintéticos, la producción industrial de carne y la agricultura industrial y a gran escala -todo lo cual se ha reconocido que contribuye al cambio climático y erosiona la resiliencia de los sistemas campesinos agrícolas- pueden llamarse a sí mismos (y lo hacen) “climáticamente inteligentes.” El peligro inmediato es que los cabilderos de esas industrias logren que los negociadores de los gobiernos respalden la agricultura climáticamente inteligente en la COP 21 y que desvíen incluso recursos del Fondo Verde de la Convención hacia proyectos falaces que distraen de las verdaderas soluciones para enfrentar al cambio climático y construir mayor resiliencia en la agricultura y las comunidades. (El Fondo Verde para el Clima es un mecanismo de financiamiento de la Convención para desarrollar proyectos de mitigación y adaptación, incluyendo la agricultura, en los países en desarrollo).

 

Los gobiernos reunidos en París deben rechazar la agricultura “climáticamente inteligente” y en su lugar promover estrategias para la resiliencia basadas en la agricultura ecológica y campesina. Las estrategias que proponen las y los campesinos para enfrentar el cambio climático y para adaptación se deben reconocer, fortalecer y apoyar, con la participación directa de las propias comunidades agrarias.

 

* Documento completo en PDF

https://www.alainet.org/es/articulo/174151?language=es

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