Mentalidades empresariales
- Opinión
En Ecuador, con el inédito proceso de retorno al orden constitucional terminaron las dictaduras militares “petroleras” (1972-1979) y el 10 de agosto de 1979 se iniciaron los gobiernos constitucionales.
En casi 37 años de democracia institucional han regido 3 Constituciones: la de 1979, de 1998 y de 2008. La primera, de corte reformista, fue atacada por las derechas de la época como “estatista” y hasta “comunista”. La última recibió los mismos ataques de iguales sectores contemporáneos. La intermedia consagró el neoliberalismo en la economía.
Durante los primeros 17 años hubo 5 gobiernos: Jaime Roldós (1979-1981), Osvaldo Hurtado (1981-1984), León Febres Cordero (1984-1988), Rodrigo Borja (1988-1992) y Sixto Durán Ballén (1992-1996). En contraste, durante los 10 años siguientes hubo 7 gobiernos: Abdalá Bucaram (1996-1997, 6 meses), Rosalía Arteaga (1997, 3 días), Fabián Alarcón (1997-1998), Jamil Mahuad (1998-2000), Gustavo Noboa (2000-2003), Lucio Gutiérrez (2003-2005), Alfredo Palacio (2005-2007); y el 21 de enero de 2000 se instaló una efímera dictadura. Bucaram. Mahuad y Gutiérrez fueron los únicos presidentes electos y, además, derrocados.
Sobre la base de otro proceso constituyente inédito, desde 2007 hasta 2016 ha gobernado Rafael Correa, con respaldo en 10 procesos electorales directos que algunos calificaron como “democracia del voto”.
Entre 1982-2006 progresivamente fue consolidado en la economía un modelo empresarial inspirado en el neoliberalismo y condicionado por 16 cartas de intención suscritas con el FMI entre 1983 y 2003, que se impuso por sobre cualquier definición política de los sucesivos gobiernos. Se privilegió el pago de la deuda externa, el retiro y privatización del Estado, la flexibilidad y precarización del trabajo, el mercado libre y la hegemonía del alto empresariado. Puede verificarse cierta continuidad histórica con el modelo de poder privado del Estado de la “época plutocrática” (1912-1925).
Entre 2007-2016 se marcó un ciclo distinto, con la edificación de un capitalismo social que, en cambio, tiene líneas de continuidad histórica con el “radicalismo” de la Revolución Liberal (1895-1911), la Revolución Juliana (1925-31), el “progresismo” de Galo Plaza (1948-1952) y el “desarrollismo” de las décadas de los sesenta y setenta.
Desde 2007, el Estado pasó a ser determinante en políticas nacionalistas y latinoamericanistas para la redistribución de la riqueza, la inversión en obras y servicios públicos, el fomento empresarial y la promoción social y laboral. Los logros sociales no tienen parangón con ninguno de los gobiernos del largo ciclo 1979-2006, y han sido reconocidos por informes de la Cepal, PNUD, BM y hasta el FMI.
En casi 4 décadas la edificación de la democracia ecuatoriana confrontó intereses sociales y partidismos políticos. De la “pugna de poderes” iniciada en 1979 se llegó a la “revolución ciudadana” de 2007, que cambió las bases del poder. Y la misma ciudadanía puede evaluar las distintas gestiones gubernamentales, simplemente apelando a su propia memoria histórica.
- Juan J. Paz y Miño Cepeda, historiador ecuatoriano, es coordinador del Taller de Historia Económica. http://puce.the.pazymino.com
Publicado en El Telégrafo 18/1/2016
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