A lo largo de la campaña rumbo al referéndum constitucional del 21 de febrero, las fuerzas del Sí han defendido su posición en base al trabajo político, la valentía y la verdad, en esta carrera los del No desesperanzados, han apostado por el bombardeo de mentiras, esta polarización convoca a la juventud votante a decidir.

Los argumentos que hablan por el Sí son innumerables, así encontramos las medidas económicas, políticas y sociales del actual Gobierno, como la nacionalización de los hidrocarburos, minerales y telecomunicaciones, la redistribución de las riquezas, la reducción de la pobreza extrema, la industrialización, la creación de empresas, la política exterior que posicionó a Bolivia frente al mundo, la demanda marítima, entre otras, constituyen la obra de la Revolución en Democracia dirigida por el binomio Evo y Álvaro.

El pasado 4 de febrero en la ciudad de La Paz, se llevó a cabo el I Foro sobre Juventud, Ciencia y Tecnología, organizado por las Juventudes del MAS, en el cual se analizaron los avances en el ámbito de la Soberanía Científica y Tecnológica, como la implementación del Centro de Investigación Nuclear que brindará salud para detectar el nivel de isotopos en enfermos con cáncer, el Satélite Túpac Katari que facilita la señal en radio bases que contactan con el territorio nacional, y nos sirven para el funcionamiento de los telecentros de salud y educación, el Teleférico que ha mejorado nuestra calidad de vida simplificando el tiempo de cada uno de los ciudadanos que lo usan, la Empresa Quipus que desde su planta ensambladora produce celulares de alta y media gama y computadoras portátiles, o el Viceministerio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación que trabaja con las Tecnologías de la Información y Comunicación - TIC en la educación de nuestros jóvenes.

En ese cúmulo de proyectos en marcha, la Juventud juega un papel importante, pues no sólo es el motor sino el alma de la Soberanía Científica y Tecnológica en Bolivia, para ello las jóvenes y los jóvenes deben formarse e incorporarse como recursos humanos que innoven, trabajen y aspiren el desarrollo hacia una Bolivia reconocida como el Centro Energético, Científico y Tecnológico de Sudamérica. La Ciencia y Tecnología en su amplitud, necesita mayor análisis, debate, iniciativa y propuesta, en esta primera muestra, la Juventud se apropió de sus resultados; las preguntas reflexivas inevitablemente se tornaron hacia el referéndum constitucional del 21 de febrero, una vez que se conocieron los avances en éste ámbito que involucra trascendentalmente a la Juventud ¿tendría que votar por el No?

Mientras que la oposición no ha respondido con argumentos contundentes ¿por qué votar por la opción del No? lo que la oposición responde es ¿qué pasaría si gana la opción del SÍ? Entre sus constantes “elucubraciones” encontramos que sería: “para favorecer a dos personas, que se postergan las generaciones, que no es democracia, que es inconstitucional” etc. Sin embargo estos dichos no pesan, más bien no pasan sino, por generar reflejos condicionantes de la opinión pública, el infaltable e infantil: no porque no.

Se ha gestado la manipulación mediática que enaltece la Guerra Sucia, típico recurso de la estrategia derechista que necesita ganar crédulos escudándose en la mentira, corroborada en redes sociales, cuyos usuarios frecuentes son principalmente las jóvenes y los jóvenes, quienes frente al análisis objetivo y veraz sobre los avances traducidos en políticas que benefician a las presentes y futuras generaciones en materia de Ciencia y Tecnología, han apostado por una educación orientada a la apropiación, creación, producción del conocimiento como legado que dejará esa Juventud a disposición del común de las bolivianas y los bolivianos.

El reto está lanzado, la Juventud se ha empoderado de la Ciencia y Tecnología,  proyectada en la Agenda 2025, es la decisión definitiva, la mía el Sí a la Soberanía Científica y Tecnológica sostenida por la Juventud Boliviana.

- Fabiola Almanza, Asambleísta Departamental de La Paz