¿Son culpables las redes sociales?

04/03/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Se ha vuelto ya un lugar común culpar a las “redes sociales” del desprestigio, fruto de algún escándalo real o ficticio, que salpica a determinadas figuras políticas. Las diversas aplicaciones disponibles en teléfonos móviles, sin costo para los usuarios, han transformando los límites y condiciones en que se desenvuelve el quehacer político en la hora actual.

 

Antes de atender a los reclamos de funcionarios y autoridades, se hace indispensable establecer tres precisiones mínimas en torno a las mentadas “redes sociales” Primero, los dispositivos que sostienen las “redes sociales” constituyen una socio tecnología conocida como Tecnologías Relacionales o Tecnologías R. Segundo, las redes sociales son sociales, esto es, no se trata de meros simulacros o pharmaka de relaciones sociales sino que son capaces de establecer lo que se conoce como “lazos débiles” Tercero, las socio tecnologías extienden la noción de “espacio público” al ciberespacio.

 

Pretender culpar a las “redes sociales” de algún desastre electoral, el desprestigio de un gobierno o el escarnio público de algún gobernante, es desconocer un hecho fundamental, a saber: las socio tecnologías tales como WhatsApp, Twitter o Facebook, constituyen la condición de posibilidad de un sistema mnemo-tecnológico de alcance planetario. La cuestión no radica en la presencia de las nuevas tecnologías de comunicación en las sociedades humanas, sino más bien en las graves deficiencias de determinados líderes o gobiernos, incapaces de soportar el escrutinio permanente de sus pueblos.

 

Cuando un régimen político debe apelar a medidas coercitivas para limitar la libre expresión en el “espacio público” extendido, ahora, a las redes, está negando uno de los pilares básicos de lo que se entiende por democracia. En el mundo contemporáneo, la “clase política” requiere nuevos atributos y nuevas competencias que la hagan compatible con la cultura digital que emerge por doquier.

 

Tanto las Izquierdas como las  Derechas enfrentan el desafío de revisar sus ideas y sus prácticas como nunca antes, pues deben hacer frente a la más profunda revolución cultural de escala mundial. Las actuales sociedades históricas están sumidas en una sensación de “crisis” e “inestabilidad” – cuando no de “caos” -  sin que las políticas públicas o los liderazgos resulten del todo convincentes. Los credos, ideologías y partidos acariciados por generaciones anteriores ya no responden a los complejos problemas de hoy. Las “redes sociales” no son sino el espacio en que se escenifica el abigarrado paisaje del desconcierto ciudadano que va de la frustración al humor cínico, del fanatismo a la violencia, de la estupidez lisa y llana a la cíber-protesta.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/175793
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS