Los ‘paraísos fiscales’ y los M&F Papers

19/05/2016
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Este es un primer artículo de un total de dos que pretende explicar mejor el funcionamiento de los ‘paraísos fiscales’. La divulgación de los ‘papeles’ de Mossack y Fonseca (M&F) está descubriendo mucho más de lo que la gente piensa. En una reciente entrevista, el economista norteamericano, Michael Hudson, explica cómo funcionan las lavadoras de dinero y el papel de centros financieros como Panamá. La entrevista que comentamos la hizo el periodista Sharmini Peries. Hudson es un profesor universitario y antiguo corredor de una firma en Wall Street.

 

Según Hudson, Panamá entra en el terreno del lavado de dinero hace casi cien años, prestándole servicios a la joven y pujante industria petrolera y derivados. “Lo descubrí hace cerca de 40 años, cuando estudiaba la balanza de pagos de la industria petrolera. Fui a Standard Oil, la empresa petrolera más grande del mundo en esa época, cuyo tesorero me mostró sus balances contables. Me dijo que ellos “le vendían el petróleo que compraban -en la Arabia Saudita o en el Medio Oriente- a precios muy baratos a empresas navieras registradas en Panamá o en Liberia. (A su vez, bajo la figura de la sociedad anónima) las compañías petroleras vendían el crudo a los distribuidores en EEUU o en Europa a precios altos, muy altos”. La diferencia se la embolsan los monopolios sin declararlo.

 

En Panamá no hay impuestos para las transacciones que ‘nacionales’ (por ejemplo, los barcos bajo bandera panameña) realizan fuera de su jurisdicción. Los grandes empresarios norteamericanos fueron pioneros en evadir el pago de los gravámenes. Los grandes monopolios petroleros y mineros evaden el pago bajo el manto de las sociedades anónimas que crean en los llamados paraísos fiscales.

 

Hudson también se refiere a otra trama para lavar dinero que se produjo durante la guerra de Vietnam. El problema que tenía Washington en la década de 1960 era el déficit de la balanza de pagos generado por el gasto militar. El Departamento de Estado propuso una idea para sanear el déficit militar. Consistía en convertir a EEUU en la nueva Suiza del mundo. “Se me pidió que calculara el volumen de capital criminal existente en el mundo. ¿Cuánto ganaban todos los delincuentes del planeta, cuánto dinero escondían los dictadores, los traficantes de drogas de todo el mundo, cuánto iba a parar a Suiza? Washington quería que las sucursales de los bancos transfirieran todo ese dinero a EEUU”.

 

Según Hudson, el gobierno de Washington desarrolló una estrategia con los bancos norteamericanos –con el Chase Manhattan a la cabeza– para que transfirieran todo el dinero sucio que tenían en sus sucursales en el mundo a EEUU. Washington, incluso, le pidió a Chase que creara un banco en Saigón, la entonces capital de Vietnam del Sur, para que el ejército norteamericano no tuviera que usar bancos franceses que repatriaban el dinero sucio a Francia. La conexión francesa fracasó porque el presidente De Gaulle convertía los dólares en oro, perjudicando a EEUU. Finalmente, Chase aceptó la propuesta de lavar dinero para el gobierno norteamericano.

 

Lo mismo ocurrió en el Caribe (las Islas Caimán y otras). Muchas islas habían sido colonias inglesas y su función principal era atraer hacia Inglaterra dinero sucio que circulaba por el mundo. Según Hudson, “se asociaron al Imperio, a fin de poder servir como intermediario del lavado de dinero. La idea era atraer todo ese dinero hacia EEUU o hacia su aliado, Gran Bretaña.

 

Es fácil seguir la pista de todo ese proceso que, en la actualidad, sigue vigente. Del dinero que administran las firmas de abogados en Panamá ni un centavo se queda en Panamá. Esos dineros no son sino pasivos de EEUU en Panamá o en otros centros bancarios.

 

Hudson explica que “la idea no es colocar directamente el dinero sucio en EEUU. ¿Qué hace un especulador o a un ladrón europeo o árabe que desea sacar de su país mil millones de dólares? Lo que no hará es ir directamente a un banco en los estados de Delaware o de Wyoming. Lo que tiene que hacer es primero lavar el dinero”.

 

Hay que pasar por numerosas etapas intermedias. Enviarán el dinero, pongamos por caso, a sociedades anónimas en el Caribe. De allí pasará a Panamá. Luego, de Panamá, ya bien escondido, irá finalmente a parar a una entidad de Delaware, EEUU.

 

La próxima semana continuará la segunda parte.

 

19 de mayo de 2016.

 

- Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA) 

www.marcoagandasegui14.blogspot.com

www.salacela.net

 

https://www.alainet.org/es/articulo/177557
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