La agricultura urbana, resistencia y ecosocialismo
- Opinión
Parece haber un acuerdo entre curtidos luchadores ambientalistas venezolanos, que en la historia de las celebraciones del Día Mundial del Ambiente, decretado en Estocolmo en 1972, no ha habido en nuestro país experiencias prácticas y de distintas dimensiones, que le hayan rendido tributo a este controversial día.
Lo afirmamos, por cuanto en nuestro devenir social, el consumo-consumismo domina las acciones que más atentan contra el ambiente y es en donde más invertimos: tiempo, energía, recursos, dinero y servicios de todo tipo. No nos ocupamos de ensamblar proyectos locales, que además de producir alimentos, generen procesos de resiliencia en la producción de oxígeno, agua, suelo y otros tesoros. Experiencias productivas con innovaciones y enfoques optimistas, los cuales nos generen progresivamente autonomía técnica e independencia laboral.
Si algo se pudiera resaltar, rescatar, ha sido el despliegue a nivel nacional de las siembras de cultivos impulsadas por el noble y talentoso grupo humano del Ministerio de Agricultura Urbana (MAU). Frente a las distintas secuelas, que conlleva la distorsión-guerra económica y la precaria dinámica productiva que el país confronta, el grupo del MAU está coordinando y articulando espacios de autosuficiencia alimentaria, que mitiguen los embates de los cambios climáticos y el creciente agotamiento de los recursos que vive el planeta Tierra.
Es por ello, que, con mucho interés, esperamos conocer los alcances y logros de sus 100 primeros días de gestión (5 de Junio Día Mundial del Ambiente). Aunque, ya acostumbrados a oír su balance dominical, sabemos que sus siembras se encuentran establecidas en 8 ciudades venezolanas; poseen un registro de más de 20000 unidades de producción; han venido cosechando los cultivos de 30, 60, y 90 días de los 13 rubros banderas que inicialmente han sembrado. Se calcula haber cosechado, semanalmente entre 530-8900Kgs de hortalizas. Los estados líderes en la producción, han sido: Mérida, Vargas y Sucre, con 19,0; 9,4 y 5,3 toneladas, respectivamente. (VnzlaPlanS-2016) .La propuesta-meta para los próximos cuatro años, es suplir por lo menos el 20% de las hortalizas que consumen los venezolanos. También han iniciado el proceso de formación permanente en agroecología y más de 500 participantes se identifican como productores agro-urbanos, como activadores de agricultura urbana y pregoneros agroecológicos. Se gesta la vanguardia agroalimentaria indispensable para la coyuntura de resistencia que estamos viviendo.
A pesar del asedio a nuestro país y las amenazas de invasión; a pesar de la solicitud de ilegal aplicación de la Carta Democrática (ya desinflada) en la OEA, no nos cabe la menor duda que venceremos, y que esta experiencia de agricultura urbana, que se levanta en los cruciales momentos políticos y sociales que nuestra Venezuela vive, será exitosa. Es más, dado el fuerte apoyo del gobierno, y la masiva participación, me atrevo a asegurar que, por lo particular de la misma, y con el valor de las cifras en la productividad que se están obteniendo y se esperan alcanzar, la agricultura urbana venezolana se estaría posesionando junto a otras de referencia mundial.
Venezuela podría unirse al selecto círculo de países y experiencias de más de dos décadas en el norte como en Japón-Teikei, Suiza, Alemania, Inglaterra, España-Cataluña y Madrid; Francia-Marsella-París (AMAP), Bélgica, Italia (Slow Food), Suecia, Dinamarca, Noruega-Oslo (Techos Verdes), Australia, Canadá (Matarán Ruíz, 2013, 2014) y USA, donde más de 40 millones de personas practican la agricultura urbana, cifras de producción de agricultura urbana (2011).
Al igual que otras de menor escala en el sur en países como México, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Argentina, Chile, las cuales han sido, fundamentalmente, promovidas y organizadas por movimientos sociales, campesinos, agraristas, asociaciones vecinales y barriales en contextos rurales y urbanos. Espacios, donde sustancialmente, se colabora, con los alimentos básicos solicitados para las cestas agroalimentarias que se conforman.
En todas estas propuestas y proyectos de soberanía alimentaria, independientemente de la escala productiva que se evalúe, Matarán Ruíz (2014) connota varios componentes de interés a resaltar: se rompe con los sistemas de producción y consumo imperantes, y se sustituyen éstos con otro tipo de relación entre los componentes del propio territorio (ambiente-humano-sociedad). Se resignifican las relaciones cultura-naturaleza y el carácter productivo de la bio-regionalización. Con ello, se está logrando atender mejor la condición de la conciencia. En especial por y para el trabajo que se realiza, hacia “la resistencia territorial”, exigida en los proyectos de soberanía alimentaria.
Otra consideración a resaltar, es que, en los espacios de “resistencia territorial” se vienen consolidando políticas públicas favorables (Matarán Ruíz 2013,2014), demostrando también el importante papel que están jugando y podrían jugar en las transiciones societarias que ellas mismas están activando y/o que están por activarse.
En nuestro contexto, a esos espacios de “resistencia territorial” y “transiciones” los valoramos como “espacios ecosocialistas”, por cuanto, no nos cabe la menor duda que en las pujantes experiencias que el MAU impulsa, se están cumpliendo principios fundamentales ecosocialistas y agroecológicos, que han de sustentar el carácter epistémico y científico-técnico de tales experiencias productivas. Su buena demostración, dependerá de los avances, de su sistematización y del carácter duradero que las miles de experiencias de agricultura urbana nos van a brindar.
Por último deseamos expresar nuestro agradecimiento a todo el equipo humano del MUA, en especial a su cuerpo de dirección, por la enorme contribución y responsabilidad que nos brindan, en el Día Mundial del Ambiente, como una fehaciente muestra de optimismo, compromiso y voluntad, por hacer posible los tantos sueños ambientalistas y ecosocialistas que ya se hacen realidad en la Venezuela revolucionaria.
Referencias bibliográficas
Gardening: America’s new favorite pastime En linea: In Everyday Living, Opportunities on April 25, 2011 http://columbianewsandviews.
Matarán Ruíz, A. (2013) Participación social en la protección activa de los espacios agrarios periurbanos: un estado en cuestión. Boletín de la Asociación de Geográfos Españoles nro 63.
Matarán Ruíz, A. (2014) Proyecto Locales y Soberanía Alimentaria: (Re) Construyendo Territorios en Transición. En Los Inciertos pasos desde aquí hasta allá: alternativas socio-ecológicas y transiciones poscapitalistas. Grupo GinTRANS. Universidad de Granada, España.
Venezuela: Plan de Siembra (VnlaPS-2016) En línea: www.entornointeligente.com Venezuela: Plan de Siembra recogió sus frutos en la Parroquia 23 de Enero.
@17MiguelAngel
Del mismo autor
- Protagonismo conspirativo y revolución 14/08/2017
- Venezuela: La Constituyente y cambio climático 29/05/2017
- Eco-ética: la necesidad vital 17/05/2017
- Venezuela 2017: Propuestas frente a protestas e incertidumbres 04/01/2017
- El trabajo y el ecosocialismo 21/11/2016
- Las semillas y los cambios climáticos 07/10/2016
- Vida, muerte y corrupción 09/09/2016
- La toma de Caracas vs la toma de Venezuela 26/08/2016
- Ecosocialismo: espacio de encuentro para la acción estratégica 28/06/2016
- La agricultura urbana, resistencia y ecosocialismo 03/06/2016
Clasificado en
Clasificado en:
Soberanía Alimentaria
- Gerson Castellano, Pedro Carrano 30/03/2022
- Silvia Ribeiro 29/03/2022
- Germán Gorraiz López 28/03/2022
- Silvia Ribeiro 16/02/2022
- Clara Sánchez Guevara 15/02/2022