No cargaremos más la culpa de su violencia
- Opinión
Me atrevería a decir que casi toda mujer, solamente por el hecho de serlo, tiene una historia de violencia o abuso. En distintas intensidades, pero todas hemos estado paradas en el lugar donde un sentido de alerta especial se enciende y sientes como un miedo primitivo, profundo, te petrifica. No importa económicamente de dónde provengas, el credo que reces o la ideología que te interpele, aunque esas dimensiones pueden condicionar más o menos tu exposición hacia eventos terribles, lo real es que ninguna se salva, ninguna está segura.
Esta realidad, que parece sumergida o domesticada con un discurso de desaprobación social que es más hipócrita que real porque no se responsabiliza en cambiar nada, ha desatado una marea en estos últimos días. Lo aberrante de las sanciones irrisorias que la justicia de nuestro país da a los intentos de feminicidios, específicamente la noticia de hace unos días del caso de Cindy Contreras, en el que el hombre que casi la mata salió después de un año de prisión, fue lo que ha disparado la indignación de muchas y por lo que un grupo de mujeres creó un espacio en Facebook que se ha convertido en un movimiento de miles que estamos dispuestas a ser parte de una gran marcha nacional para este 13 de agosto bajo la única reivindicación que no queremos a Ni Una Menos.
Se ha convertido esto en algo tan grande que es como si un país de mujeres dentro del nuestro haya estado agazapado por el miedo, silenciosamente incubando su indignación. Y, por supuesto, viviendo una y otra vez culpas que no le pertenecen, porque este sistema que ha hecho de la violencia contra las mujeres algo cotidiano y que tiene su mayor expresión en las altas cifras de feminicidio en el Perú, es tan perverso que nos ha inoculado ese sentimiento cada vez que somos agredidas.
Sentimos culpa si nos meten la mano en el micro, si sufrimos un intento de violación en un taxi, si un enamorado nos tira un puñete, si nos violan. Sentimos culpa y vergüenza porque esta sociedad nos ha repetido hasta el cansancio que “algo hemos tenido que hacer nosotras para que nos pase eso”. Hace un año tuvimos un ejemplo incontestable de esto, murió Carla Gutiérrez, tenía 19 años, la mató un hombre con el que tenía una relación afectiva, se convirtió en un hecho mediático donde el tema central era como ella vivía su vida amorosa y sexual. Es increíble como conocimos más de la vida privada de Carla que la del hombre que la mató, la mayoría de la prensa “investigaba” el asesinato escarbando en la vida de ella, querían encontrar ahí el móvil del asesinato. Es de terror.
Romper este sistema, pasa por hablar sobre estas situaciones, por quitarnos de la cabeza que es normal o que es un tema privado.
Este 13 de agosto vamos a inundar las calles por nuestras abuelas, nuestras madres, por nosotras y las que saldrán de nosotras. No cargaremos más la culpa de su violencia, no habrá más silencio que nos perturbe la vida. Vamos con el corazón a tope a decir #NiUnaMenos.
Fuente: http://diariouno.pe/columna/no-cargaremos-mas-la-culpa-de-su-violencia/
Del mismo autor
- Las más explotadas de la pandemia 01/05/2020
- El Perú blanco de Bruce 07/06/2019
- Castañeda, el destructor 07/11/2017
- Habla Castañeda y la reapropiación de la democracia 13/06/2017
- ¿Y Alan García, cuándo? 21/02/2017
- La corrupción del modelo 14/02/2017
- Apología de discriminación 07/02/2017
- Violentista es el que empuja a otros a la violencia 17/01/2017
- Algunas cosas en serio sobre la corrupción 04/01/2017
- Guardianes del odio 08/11/2016
Mujeres
- Paola Ricaurte 10/03/2022
- Giorgio Trucchi 03/03/2022
- Diana Carolina Alfonso, Mónica Miranda 22/02/2022
- Miguel Pinto Parabá 26/01/2022
- Jo-Marie Burt, Paulo Estrada 12/01/2022