Miranda y la batalla mediática (II)

26/07/2016
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 miranda batalla mediatica
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Como parte de su estrategia mediática, Miranda va a asumir la publicación de su más importante esfuerzo editorial: el periódico El Colombiano, el cual aparecerá sin interrupción en Londres cada 15 días entre marzo y mayo de 1810, hasta que por presiones del gobierno español, las autoridades inglesas le exigen a Miranda que suspenda su publicación.

 

Su objetivo fundamental: contrarrestar las noticias oficiales que la Junta de Gobierno Central, primero, y luego el Consejo de Regencia y las Cortes de Cádiz hacían circular en las colonias para tratar de mantenerlas bajo su control y recabar de ellas el apoyo material necesario para mantener la lucha contra los franceses. Mediante el desmontaje de ese discurso oficial y mostrando la realidad de los acontecimientos, El Colombiano pondrá en evidencia la falsedad de los argumentos que interesadamente manejaba en esas difíciles circunstancias el gobierno español, mientras que paralelamente ofrecerá sólidos argumentos para demostrar la necesidad de la independencia definitiva de la América del Sur.

 

No obstante el acoso de España, Miranda logró hacerlo circular por toda América y ya este solo hecho habla de la importancia de la red que Miranda había logrado construir para propagar por doquier las ideas emancipatorias. De hecho, se puede documentar la recepción de El Colombiano en Caracas, Buenos Aires, Santa Fe y la isla de Trinidad. Asimismo, hay referencias de su envío a Veracruz, México, Río de Janeiro y La Habana.

 

Por lo que toca al contenido mismo del periódico, los editores aplicarán como estrategia el discurso indirecto, valiéndose en la mayoría de los casos de resúmenes de informaciones aparecidas en periódicos de Londres, de París e incluso de España, que por sí mismos les permitieran contrarrestar el discurso oficial español. Las propias autoridades españolas así lo confirman:

 

su idea es la expresada antes [promover la independencia de los Pueblos de nuestras Américas], y para conseguirlo copian los partes del Monitor francés y añaden reflexiones sobre la suerte de nuestra España, pintándola destituida de toda esperanza y casi subyugada, critican las operaciones de nuestro Gobierno, se evaden de las nuevas disposiciones tomadas para la unión y uniformidad de representación de todos esos Pueblos en la Junta de Cortes decidida y dispuesta, y deducen la necesidad de la sublevación, (todo) escrito en sentido filosófico, pero de completo Jacobinismo, para poner a esos dichosos naturales en la anarquía y el desorden…

 

En consonancia con el propósito perseguido de acelerar la toma de conciencia de los americanos sobre la impostergable oportunidad que se les presenta de avanzar hacia la independencia, el periódico va a poner especial énfasis en denunciar como oferta engañosa del Consejo de Regencia la pretendida igualdad que de repente España ha descubierto que existe entre americanos y españoles; la que sin duda no tenía otro propósito que mantener subyugadas conciencias y voluntades, reforzar su legitimidad y lograr que América sostuviera materialmente tanto el propio funcionamiento del nuevo gobierno como la guerra contra los franceses; al tiempo que apaciguaba cualquier conato de insurrección. 

 

No queda libre de cuestionamientos el último y más fuerte eslabón que ataba a los americanos al dominio español: la  figura del rey, Para desacralizar su imagen y  romper el secular voto de obediencia que aún pudiera impedirles sumarse a la causa de la independencia, el No. 5 de El Colombiano reproduce documentos oficiales franceses, publicados en The Times de Londres, el 7 de mayo de 1810, relativos al intento de liberación de Fernando VII por parte del gobierno inglés. De acuerdo a estos documentos, el rey español no solamente se había negado a abandonar el palacio de Valençay, donde se encontraba confinado, sino que incluso había denunciado esta tentativa británica ante las autoridades francesas. Más aún, la prensa daba cuenta también de una carta que Fernando VII dirige a M. de Berthemy, comandante del palacio de Valençay, en la que le manifiesta su deseo de llegar a “ser hijo adoptivo de S. M. el Emperador (Bonaparte), nuestro augusto soberano”.

 

Vale decir finalmente que este periódico, el primero de corte independentista que se publicaba en Europa, constituyó en sí un verdadero esfuerzo de información alternativa contra la rígida censura y que con su envío, clandestino por supuesto, a las diversas provincias de América se pretendía no sólo proveer a los americanos de una información objetiva y veraz de lo que realmente estaba ocurriendo en España, sino que intentaba también, a través de la deconstrucción del discurso oficial, mostrar los mecanismos mediante los cuales el imperio pretendía seguir enajenando la voluntad de sus siervos de ultramar.

 

Sea, pues, por el recurso de un contra-discurso, o sea argumentando desde la misma racionalidad del poder para demostrar su ilegitimidad, el mensaje que este periódico dirige a los sudamericanos es uno solo y radical: no hay otra salida para América y los americanos que proclamar la Independencia absoluta.

 

 

26 de julio de 2016

A 200 años de la partida física de Francisco de Miranda

 

http://www.sietealacarga.com.ve/?p=3253

 

https://www.alainet.org/es/articulo/179081
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