Crimen organizado y el sistema mundo: nuevas realidades

26/09/2016
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Foto: elperiodico.com contenderos periodico com
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Hemos venido analizando que en nuestra óptica la principal amenaza que se cierne sobre el proceso de construcción de un Estado continental industrial constituye el crimen organizado a partir de tres pilares que van creando una matriz mafiosa de penetración sistémica en nuestros Estados. Estos son: el narcotráfico, el juego y la malversación de la obra pública, y, desde este trípode, se profundiza un sistema de diversificación criminal. La política se vuelve rehén de esta matriz a partir de la lógica del financiamiento hacia ella. Sin discutir y poner en el meollo del tablero este escenario, no es posible redefinir un proyecto nacional popular de emancipación continental. Además, todo ello cuenta con la complicidad a nivel internacional del sistema financiero y a nivel local de sectores de la política, la justicia, el empresariado y la policía, entre otros actores.

 

El crimen transnacional no es bloque monolítico del mal pero se consolida a través de las fisuras de nuestros Estados.

 

Existe una relación evidente en la relación del crimen transnacional con la globalización económica, o sea el carácter desregulador de una economía casino mundial favorece el crecimiento del crimen transnacional organizado -constante reducción de regulación y de todo tipo de controles de flujos de mercancías, capital y personas a través de las fronteras-.

 

Pero la imagen más contundente de esta amenaza no es un avión, un tanque, o un arma de guerra, sino un contenedor. El hecho de que la economía global dependa de contenedores ha permitido distribuir con eficacia la distribución mundial de mercancías. Esto, sin embargo, ha permitido que las compañías hayan podido reducir su inventario, con consecuencias para la economía mundial. En la actualidad,  los contenedores representan 90% de los cargamentos comerciales del mundo en términos de su valor. A la vez, claro está, los contenedores son realmente estratégicos para los que están implicados en el comercio de drogas, personas y mercancías ilegales. (Mats Berdal y Mónica Serrano. Crimen Transnacional Organizado y Seguridad Internacional: la nueva topografía. En Mats Berdal y Mónica Serrano (Compiladores) .Crimen Transnacional Organizado y Seguridad Internacional. Cambio y continuidad. FCE. Mejico. 2005).

 

El crimen transnacional organizado circula por las mismas rutas que el comercio global lícito, en el sentido literal como financiero.

 

El funcionario de aduana como actor o los grupos organizados que controlan la aduana, más que guardia fronterizo se convierte en actor aliado del circuito comercial creado que le significa un volumen de dinero de millones de dólares. O sea la fisura del Estado lo produce el propio Estado, no un imaginario enemigo.

 

La globalización no es el único aspecto que favoreció el crecimiento de crimen organizado. “Las economías de guerras" y la indefinición de sus objetivos trae como resultante que los beligerantes se beneficien de una economía de la droga. Por supuesto cada conflicto con sus particularidades: en zonas de África, Colombia, los Balcanes o el gran mercado consumidor del mundo los EEUU y su rol en Méjico y en América Central. A tal punto que hoy las maras son prácticamente carteles de la drogas, como vehículos del tráfico de drogas hacia los EEUU.

 

Los cambios en los modelos de organización se vuelven fundamentales de analizarlos desde la perspectiva de la inteligencia criminal y desde una política de Defensa Nacional que habría que repensarla en estas condiciones de las nuevas realidades mundiales, entendiéndola como defensa del patrimonio social y territorial de un país, para no quedar rehenes de discusiones dogmáticas.

 

Los procesos de cambio organizacional predominante van de las jerarquías -cartel de Medellín o Cali- a la organización en red que presenta ventaja para actores tan diversos como empresas multinacionales o grupos activistas transnacionales.

 

Las redes ya no tienen un patrón, sino son organizaciones que se convierten en redes auto organizadas, sin centros de poder en el sentido tradicional. Las organizaciones jerárquicas carecerían de velocidad de la dinámica actual. El aprendizaje implica nuevas tecnologías, sistemas de transporte, comunicaciones, etc. La mayor ventaja que se obtiene es la capacidad de respuesta rápida ante un entorno local, nacional, regional e internacional cambiante. (Mabel González Bustelo. Narcotráfico y Crimen Organizado, Ediciones Icaria, Barcelona, 2014).

 

Nuestros Estados han quedado a mitad de camino entre el Estado social y los efectos de las políticas de privatización que han desguazado a la estructura organizacional de los Estados, que a menudo están a merced de una tecno burocracia sin conciencia de proyecto de Estado. El Estado aparece desnudo como en una oleada polar a todos los niveles.

 

Y sin dudas, esta situación fue generando una penetración sistémica en todas las áreas del Estado. De un Estado que carece de proyectos y que,  por lo tanto, va tornado el organigrama en un mapa ideal donde se anidan poderes ocultos aliados al crimen organizado transnacional, por lo que la amenaza es interna-externa. Cuando hablamos de crimen organizado constituye una equivocación analizarlo como una dinámica solo externa.

 

Únicamente desde una reconstrucción política ética podemos tener la fe de que la Patria Grande puede ser una realidad.

 

Estado Continental Industrial vs Crimen Organizado Transnacional es la batalla más difícil. Sin nombrarla y analizarla y proyectarla, todo es muy lindo pero secundario.

 

Miguel Ángel Barrios -Argentina- es doctor en educación y en ciencia política. Autor de reconocidas obras sobre América Latina.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/180521?language=en
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