Los resultados recientes en Colombia en torno al plebiscito por el sí o el no a la paz, sorprendió al mundo entero. La firma del acta del tratado de paz entre las FARC y el gobierno colombiano, unos días antes, indicaba de que la votación del plebiscito se inclinaría por el SI A LA PAZ, pero sin embargo pese a una alta abstención, casi un setenta por ciento, y una diferencia de casi 50 mil votos, evidenciaron que algo fallo en el proceso de sensibilización y concientización. En diálogo establecido con algunos y algunas afrocolombianos, enardecidos nos expresaron que faltó mucha promoción incluyendo a los indígenas y afro, así como recursos para movilizar de las zonas rurales, selvas y ríos a miles de potenciales votantes. Nos comentaban que muchos empresarios uribistas y ligados a los perros de la guerra al parecer obligaban a sus obreros y empleados a votar por el NO, así como el desembolso de dinero para que dijeran no a la Paz.

Afroindígenas dijeron si a la paz

Sin embargo pese a todo, los afro e indígenas que han venido sufrieron el dolor de los conflictos armados, quienes pusieron un alto porcentaje en esta guerra de medio siglo que dejo un cuarto de millón de muerto, ellos los afro e indígenas en sus diferentes espacio territoriales dijeron si a la paz.

Dijeron si a la paz para regresar a sus tierras ancestrales de donde fueron desplazados, si a la Paz, para evitar que siguieran secuestrando a sus hijos para ser utilizados como carne de caños en una guerra sin sentido. Si a la paz para evitar que siguieran cortando en pedazos o masacrando a líderes y lideresas de sus comunidades. Es así como en las zonas estratégicas afroindigenas se impuso el sí a la paz. Esa provincias afroindigenas fueron las siguientes: La guajira, Atlántico, Magdalena, Sucre, Córdoba, Bolívar, provincia del Choco, Cauca, Valle del Cauca, parte de Antioquia, Vale del Putumayo, Vichada, Guainia, Amazonas, Vaupés. Esos son enclaves territoriales, también ricos en biodiversidad y parte del pulmón estratégico no solo de Colombia, sino de América del Sur y del planeta. Su modelo afroindígena es un modelo de armonía con la naturaleza que fue violentado por los conflictos armados.

Como lo dijo Francia Márquez, una extraordinaria líder afrocolombiana, en torno al proceso de paz “Hemos estado en una situación de violencia histórica que pasa por la explotación, el racismo estructural y el empobrecimiento de las comunidades. Pero esto estaría peor si no hubiera apuestas, históricas también, de justicia y de paz. Creo que por lo menos así podemos resistir y saludarnos como hermanos y hermanas. Avanzar en la paz no pasa por las Farc o el Gobierno sino por la sociedad colombiana de la que ellos también hacen parte. Los acuerdos contribuyen, pero construir la paz implica una apuesta de todos”. Esa es la agenda que las y los afrocolombianos así como los campesinos indígenas entienden que la paz va más allá de los actores militares en conflicto. Eso no lo entendió la mayoría blanca colombiana que voto en el plebiscito a favor de la Guerra para lo cual hizo campaña el expresidente Uribe Vélez. La ultraderecha internacional tenía en su agenda oculta el triunfo del NO, pues con ello estaría dando un golpe al esfuerzo ético del eje Cuba-Venezolano a favor de la paz.

Jurídicamente el plebiscito no es ley

Tanto el presidente Santos como el líder de la Farc Timochenko, salieron inmediatamente a reconocer los resultados del plebiscito, pero reforzando el acuerdo de paz entre ambas instituciones. Ese llamado fue clave para que el orden no se alterara como aspiraban Uribe y su pandilla. “El máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, “Timochenko”, reafirmó la intención de la guerrilla de permanecer en cese al fuego bilateral y de mantenerse fieles a lo acordado. Londoño aseguró que, según la Corte Constitucional, el plebiscito no tiene efecto jurídico alguno. “El Acuerdo Final para la construcción de una paz estable y duradera ha sido firmado como Acuerdo Especial y depositado ante el Consejo de la Confederación Suiza, en Berna. Ello le confiere innegable e irrevocable efecto jurídico”.

Por su parte el Secretario General de la ONU, según expreso que “está firmemente convencido de que la paz aún puede lograrse, y que los colombianos que se han comprometido con este objetivo no deben sentirse desalentados”. La paz va porque si, porque Colombia se lo merece y las y los colombianos definitivamente no quieren más guerras, quieren soluciones a sus problemas cotidianos, seguir adelante…quienes se abstuvieron con su silencio dijeron BASTA YA…interpretemos su silencio y con ellos retornaran las almas clamando la armonía urgente por una Colombia unida en la diversidad y pluralidad.