La política exterior mexicana y sus vicisitudes (V)

10/10/2016
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Para Armando Quirasco Hernández

Compañero de tareas sociales

Gran amigo.

In memorian.

 

5ª parte

 

Dentro de los temas actuales en la política exterior planetaria, junto a los económicos que crecen exponencialmente, desde la globalización de la economía que nos meten a todos los países en un “costal” para el mejor manejo financiero, sobresalen empeños impulsados por México, al lado de diversas naciones progresistas en la Región y el Grupo de los 77, como el de la lucha por la paz, a través del control de las armas nucleares.

 

El Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, Nuclear Non-Proliferation Treaty, en inglés) abierto a firma el 1 de julio de 1968, restringe la posesión de armas nucleares. La mayoría de Estados soberanos (190) forman parte del mismo. Cinco se registran en el Tratado con permiso para la posesión de armas nucleares: Estados Unidos (firmó en 1968), Reino Unido (1968), Francia (1992), Unión Soviética (1968, hoy Rusia), y República Popular China (1992). Estos países (Estados Nuclearmente Armados, NWS o Nuclear Weapons States) eran los únicos que habían detonado un ensayo nuclear hasta 1967. Casualmente son los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

 

Cuatro: India, Pakistán, Israel y Corea del Norte están fuera del Tratado; los tres primeros nunca lo han firmado, Corea del Norte renunció en 2003. India y Pakistán poseen armas nucleares, de acuerdo al texto actual, de acceder al Tratado, lo harían como Estados No Nuclearmente Armados (NNWS), y tendrían que desmantelar sus arsenales. Argumentan que el Tratado crea un club de países “nuclearmente ricos”, montados sobre un gran grupo de países “nuclearmente pobres”, mediante la prohibición de poseer armas nucleares a quienes no las habían probado (1967) sin fundamentos éticos.

 

Israel –por su lado- no afirma ni niega poseer armamento nuclear; si accede a la firma y ratificación del Tratado, permitirá observadores y reguladores de ONU. Se conoce que Israel desarrolla armas nucleares en el Centro de Investigación Nuclear del Néguev, (Dimona) desde 1958. Se dice que posee entre 100 y 200 cabezas nucleares (véase Fuerzas de Defensa Israelíes). El Gobierno rechaza confirmar o negar este secreto a voces, tras revelaciones de los científicos John Amorin y Mordecai Vanunu, al periódico británico The Sunday Times, y a otros medios de comunicación y agencias de inteligencia.

https://actualidad.rt.com/actualidad/view/109609-armas-nucleares-israel-secreto

 

Sudáfrica con asistencia israelí, pudo haber realizado pruebas nucleares en el Atlántico, pero tras firmar el Tratado en 1990 (Nelson Mandela, gobernó de 1994 a 1999) renunció a su programa nuclear y destruyó su pequeño arsenal atómico.

 

El tratado, concebido con duración de veinticinco años, el 11 de mayo de 1995, en Nueva York, más de 170 países decidieron alargarlo indefinidamente sin condiciones. Es un sistema apoyado en tres pilares básico: no-proliferación, desarme y uso pacífico de la energía nuclear. Veamos: Artículo I: los Estados Nuclearmente Armados (NWS) se comprometen a no transferir tecnología nuclear ni sobre armas nucleares a otros países, ni tampoco asistir en el desarrollo de tales armas, bajo ninguna circunstancia.

 

Artículo II: los Estados No Nuclearmente Armados (NNWS) se comprometen a no tratar de desarrollar armas nucleares y por el artículo III, a someterse al régimen de salvaguardias totales del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA o International Atomic Energy Agency), regulador nuclear de Naciones Unidas.

 

Artículo III: establece compromiso de las partes para “facilitar el más amplio intercambio posible (...) para usos pacíficos de la energía nuclear”.

 

Artículo IV: rescata el derecho inalienable de todos los estados a desarrollar energía nuclear para fines pacíficos y en concordancia con los artículos I y II.

 

En su Artículo VI y el preámbulo, se señala que los Estados Nuclearmente Armados se comprometen, de buena fe, a iniciar negociaciones para la reducción y liquidación de sus arsenales nucleares, lo que queda sólo en una promesa. El artículo X establece que cualquier estado puede retirarse del Tratado, si considera “eventos extraordinarios” –“percepción de amenaza”.

 

Los cinco Estados Nuclearmente Armados han prometido no utilizar armas nucleares contra Estados No Nuclearmente Armados y solo en respuesta a un ataque nuclear o con armas convencionales, en alianza con un Estado Nuclearmente Armado. Estas “promesas” no están en el Tratado, y cambian con el tiempo y circunstancias. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_No_Proliferaci%C3%B3n_Nuclear

 

Este tema de política exterior, tuvo impulso vigoroso en México desde su nacimiento, pero sobre todo durante los gobiernos de Adolfo López Mateos y Luis Echeverría Álvarez. Su impulsor principal fue el Embajador Alfonso García Robles, tanto para crear el Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco. 14-Febr.-1967),  como la OPANAL (Organización para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe). Por ese empeño incansable, García Robles compartió el Premio Nobel de la Paz (1982). El incentivo esencial para esta tarea fue la crisis de los misiles entre el imperio y Cuba. En su texto se recogen principios que inspiran su política y voluntad de luchar con realismo por la paz y la seguridad, proponiendo y creando “zonas libres de armas nucleares”, sueño que compartimos con García Robles; contra las carreras armamentistas, por la justicia, el desarrollo, desarme nuclear y la no proliferación.

 

En su Art. 17 el Tratado reconoce que : "Ninguna de las disposiciones contenidas…menoscaba los derechos de las partes contratantes para usar, en conformidad con este instrumento, la energía nuclear con fines pacíficos, de modo particular en su desarrollo económico y progreso social". De allí su importancia actual para la búsqueda de salidas a los graves conflictos que afronta la humanidad, sobre todo con el rompimiento de negociaciones EU-Rusia, en su diferendo respecto a Irán y su programa nuclear. 

 

Analizar en el nuevo contexto internacional el Tratado de Tlatelolco y su rica experiencia, ofrece rutas de aplicación posible, en momentos  difíciles, en que el desarme nuclear y la no proliferación, son reglas vertebradas para especificar el laberinto planetario que vivimos, la inseguridad que se abate sobre el ser humano, y los riesgos y provocaciones que la paz afronta. Ver: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-46542008000100015

 

Latinoamérica y el Caribe son parte sustancial de la lucha por la hegemonía planetaria en que se enfrascan las grandes potencias. En ocasiones apoyan empeños nacionales y regionales por avanzar en rutas progresistas para el crecimiento económico y la reducción seria de los niveles de pobreza que agobian a la Región. En otras, sobre todo el imperio mayor con asiento al norte del Continente, utiliza desde burdas acciones para el control de nuestros países, hasta sofisticadas formas, como el llamado “golpe blando” en uso generalizado ahora en lo que consideran su patio trasero, que lleva al menos dos víctimas de gran calibre: Argentina –a través de la manipulación mediática- y Brasil –con la actuación criminal de su Congreso-.

 

Otro tema delicado y creciente, endémico en la vida humana, pero que ahora es producto de las condiciones a que el neoliberalismo lleva al mundo económico, es el éxodo de nativos y habitantes de diversos lugares de la Tierra, que buscan espacios mejores para la vida, en zonas que aún mantienen crecimiento económico y son atractivas –efecto luciérnaga- esperando encontrar trabajo y abrigo, recibiendo rechazo y mal trato.

 

Latinoamérica y el Caribe están insertos en este grave problema migratorio con niveles de violencia en la frontera con EU. Allí acuden miles, tras largos y peligrosos viajes por sus países nativos y por el territorio mexicano en que el esfuerzo gubernamental no es suficiente y son vejados, sometidos a diversos actos criminales (robo, trata, encarcelamiento, tareas mal pagadas, entre otros) mientras llegan a su destino final: el territorio de los EU.

 

La política migratoria del imperio se mueve según las condiciones de su economía y vida política. Durante la conformación de su infraestructura caminera, fabril y agropecuaria, fueron bienvenidos, incluso negociados los migrantes para el trabajo de esas instalaciones. Desde chinos hasta latinos –en especial mexicanos- tendieron vías férreas, ampliaron trazos carreteros, instalaron fábricas por doquier, realizaron siembra y recolección en campos agrícolas; algunos se incorporaron al ejército que combatía en guerras mundiales y localizadas que el imperio define para obtener recursos petrolíferos y continuar expandiendo su dominio planetario o para probar armamentos de última generación –en cada caso- frente a situaciones similares de la URSS y otras naciones que disputaban el dominio planetario.

 

Tal política migratoria de EU muestra decisiones de incorporación a su sociedad de alrededor de 700,000 personas de todo el mundo, cada año entre 2000 y 2014. El Statistical Yearbook of Inmigration muestra como de un total de 10 millones de personas que adquirieron residencia definitiva de 2000 al 2009, cada año subsiguiente registrado, hasta 2014, ingresan en ese status alrededor de un millón anual en amplia distribución geográfica que abarca todos los continentes y el nuestro subdivido en porciones Norte, Centro y Sur, siendo California, Nueva York y Florida los estados que mayor número de personas de distintas nacionalidades incorporan a su proceso, sobresaliendo las de origen latino en los años recientes. Los registros son precisos incluso en cuanto a origen, edades, sexo, status de empleados, refugiados, naturalizados, asilados, criminales repatriados y otros factores que precisan características de migrantes registrados. Ver: https://www.dhs.gov/sites/default/files/publications/ois_yb_2014.pdf 

 

Señala Gustavo Verduzco I. que en la década de 50-60 del S. XX, la mayor parte de inmigrantes procedía de Europa, 39% llegaban de América (1/3 canadienses) en tanto casi la mitad procedían de México, Centro América y el Caribe. Del flujo de indocumentados se aprehendió a medio millón en 1951 y casi dos millones para finales del siglo. Según el censo de Población de EU, de 248.7 millones de h. 9% eran de origen hispano (5.3% mexicanos). Se considera como una invasión silenciosa la llegada masiva de inmigrantes y más de mexicanos, porque arriban a territorios que alguna vez –no muy lejana- fueron parte de la nación mexicana.

file:///Users/victor/Desktop/Respaldo%20Mac/Desktop/Escritorio/Migracio%CC%81n.-2016.pdf

 

El proceso electoral que se vive actualmente en EU –como fueron los anteriores- padece vigoroso impacto de la situación migratoria y en particular de los millones de mexicanos, que no solo cooperan a mantener el confort de los estadounidenses, de manera cotidiana y por arriba del de todas las naciones del continente americano, sino que son cada vez una importante porción del voto, capaz de definir hacia uno u otro sendero –de los dos partidos que se consideran fuertes: Conservador y Republicano-.

 

La historia de relación entre nuestros gobiernos –el estadounidense y el mexicano- está plagada de situaciones tensas que dieron pauta a muchos libros, artículos y apreciaciones de todo tipo de diplomáticos, analistas, escritores, locutores y comentaristas, pretendiendo desentrañar el fondo de la relación y sobre todo, de proponer medidas para un mejor y equitativo trato, que impidan volver a etapas aciagas, como las que parecen configurarse en los enfoques del candidato republicano a la presidencia, que con lenguaje soez y burdo, se refiere a los migrantes tachándoles de criminales, violadores y otras lindezas, que han sido respondidas con tino por algunos miembros del Congreso mexicano, funcionarios, académicos, periodistas y muchos jóvenes que, en las redes sociales han sido precisos en respuestas al criminal y truculento ataque verbal a nuestros paisanos, que tuvieron que emigrar, al no encontrar condiciones adecuadas para vivir y desarrollar sus anhelos y sueños en suelo patrio.   

 

Dicho candidato –rechazado por muchos de sus correligionarios de partido por su misoginia soez- propone una barda a lo largo del Río Bravo, que terminaría de afectar los movimientos de más de 800 especies de vertebrados (mamíferos, reptiles y anfibios) y de culturas nativas que cruzan entre México y Estados Unidos, ya lastimados por los mil Kms. de barda existente violando acuerdos internacionales ambientales y la soberanía de México. Ver: Instituto de Ecología (IE) de la UNAM,

Gerardo Ceballos. www.dgcs.unam.mx (Continuará).

 

Puebla, Pue. 9-Oct.-2016.

 

Correo Electrónico: v_barcelo@hotmail.com 

https://www.alainet.org/es/articulo/180843?language=en
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