El hecho de que el NO haya ganado en Colombia muestra que aquellos que buscan la paz en ese país y en el mundo no deben subestimar al rival en ningún momento. Los “Señores de la Guerra” no duermen ni dejan de actuar para boicotear la implementación de la paz en cualquier lugar del mundo. El ejemplo mas claro es el boicot continuo del gobierno de Netanyahou para lograr la paz entre Israel y Palestina.

En estas circunstancias, en Colombia, fuerzas retrogradas se movilizaron para que gane el NO. Recibieron ingentes cantidades de dinero para promover la desinformación y sabotear el movimiento por la paz. Habiendo ganado el NO, el gobierno de Santos convocó a los líderes que se opusieron y se oponen a la paz, y también a aquellos que apoyaron y apoyan la paz. Se observa que Uribe y sus aliados sintiéndose ganadores van a negociar, no con la finalidad de llegar a un acuerdo real, sino van con la intención de bloquear los acuerdos de paz ya logrados. Sus argumentos, están fuera de cualquier lógica de negociación, en función de los acuerdos alcanzados por el gobierno y las FARC. Intentan perdonar totalmente a unos, y pretenden culpabilizar completamente a otros, con una lógica bizarra. Juegan con extremos para dividir a la opinión pública. En el fondo, su único interés es el de romper el ambiente de paz, y que las FARC vuelvan a tomar las armas, y que se rompa el alto del fuego.

¿Uribe, que se convirtió en enemigo personal de Santos, pretende sabotear el trabajo del gobierno colombiano simplemente por enemistad personal? Se puede decir que sí. El pueblo colombiano sabe que Uribe ingresó al plano de la enemistad personal, porque Santos se mostró mil veces más efectivo que él.

¿Uribe es simplemente el vocero de los Señores de la Guerra? Se puede afirmar que sí. Los señores de la guerra son aquellos que manejan el negocio de las armas. Un lugar de paz, para los señores de la guerra no es zona para hacer negocios. Una zona donde predomina la lucha armada, es un sitio que permite subir las ganancias de las empresas de armamentos. Por eso, estos señores buscan aliados que promuevan el conflicto armado, y por esto, Uribe y sus asociados resultan ser simplemente marionetas de intereses externos a Colombia.

A partir de esta experiencia, los colombianos que buscan la paz tienen que colocar todo su esfuerzo hasta el último momento, y no aflojar su ímpetu ante fuerzas opositoras. El cese del fuego se debe mantener entre todos los grupos que actúan en Colombia, y se debe proceder a fortalecer la confianza de todos los colombianos por la paz. Se debe mostrar los efectos perniciosos de la desinformación. Se debe destapar los intereses oscuros de los serviles a los señores de la guerra.

Y no es sólo Colombia  la que desea la paz para ella, sino toda Latinoamérica. Asimismo, tomando en cuenta que muchos de los que votaron NO fueron engañados, los que trabajan por la armonía deben mantener un trabajo continuo y esforzado para volcar totalmente la balanza a favor de la paz. La paz es una necesidad en Colombia, y ese logro se debe reflejar en todo el mundo.

Iván Prado Sejas

Escritor, psicólogo, docente universitario y presidente del PENCOCHABAMBA