El bloqueo está igualito

01/11/2016
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no bloqueo
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El día 26 de octubre del 2016, la Revolución Cubana obtuvo un nuevo triunfo en su largo batallar contra el gobierno de Estados Unidos.

 

Al presentar Cuba en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el ya acostumbrado proyecto de resolución, exigiendo que Estados Unidos dejara sin efecto el bloqueo económico, comercial y financiero al que tiene sometida a la isla desde hace más de cincuenta años, la representación del imperio en dicha actividad, en vez de votar en contra, como lo ha estado haciendo durante años, voto ABSTENCION. La neo colonia estadounidense radicada en el Medio Oriente, la secundó.

 

Algunos países explicaron su voto, incluyendo Estados Unidos, que por medio de su embajadora ante la organización reconoció una vez más el fracaso que había tenido la política seguida por dicho país contra Cuba, en lo cual incluía el bloqueo (que ellos denominan embargo) y además, como otro fracaso el tratar de aislar a la Isla, lo que había traído como consecuencia, que los aislados en definitiva habían sido los estadounidenses.

 

El que Estados Unidos hubiera decidido abstenerse en la votación, realmente representa un triunfo para la política exterior cubana, sin embargo esa ambigua posición les permite no votar en contra, pero también les permite no votar a favor de la resolución. Como estableció en un momento determinado un famoso político mexicano, cuando dijo:

 

No estoy ni a favor, ni en contra. Todo lo contrario.

 

Este voto estadounidense trata de plantear que el bloqueo sigue en pie por culpa del Congreso y que el Ejecutivo (léase Obama), está haciendo todo lo que está en sus manos para dejarlo sin efecto.

 

¿Podemos decir que eso es cierto?

 

Claro está que no es cierto. Si el Premio Nobel de la Paz hubiera utilizado todas sus prerrogativas para disminuir el efecto del bloqueo, poco le quedaría al Congreso por hacer y entre Cuba y Estados Unidos se pudiera establecer un intercambio comercial y financiero de importantes proporciones.

 

Obama y sus asesores solamente se han dedicado a la promulgación de tímidas acciones, de mayor beneficio a Estados Unidos y sus intereses que a Cuba, en lo que se ha dado por llamar “paquete”, que en realidad pueden calificarse como un completo “paquete” (1).

 

Las medidas anunciadas en los “paquetes” han estado dirigidas, en su mayoría, a suministrar más dinero a lo que ellos denominan “sociedad civil” y al sector privado de la economía, con el objetivo de que el incremento del poder económico traiga aparejado también el del poder político. Esto se logra, cuando cada día más ciudadanos dependen del salario que reciben en el sector privado y este salario es mucho mayor que el que se recibe en el sector público.

 

Esta estrategia también va dirigida a que las fuerzas laborales de mayor nivel científico y técnico dejen de trabajar en el sector público y pasen a trabajar en el sector privado, en empleos de menor responsabilidad, pero de mayor salario. Esto afecta seriamente la producción y los servicios que la Revolución garantiza a todos los ciudadanos, especialmente en los servicios médicos y la enseñanza, principalmente la de idiomas.

 

El otro aspecto incluido en el “paquete” tiene que ver con los viajes a Cuba. Primero el incremento de los viajes de los que Obama y Hillary Clinton han denominado “sus mejores embajadores” refiriéndose a las personas de origen cubano que residen en Estados Unidos.

 

Estos son los que al viajar hacen contacto con sus familiares y amigos, les traen regalos, les explican lo bien que están viviendo en Estados Unidos, la espléndida situación económica de la que disfrutan, las ventajas del sistema de enseñanza para sus hijos, los cuidados médicos a los que tienen acceso y además los incitan a que vayan a vivir a la “democracia”, señalando que con los conocimientos que tiene adquiridos en Cuba, allí encontrará un buen trabajo sin mayores dificultades. Es una forma de cazar incautos que después comprenden no hay marcha atrás.

 

La casi totalidad de los “embullados” van al Consulado estadounidense en la Habana a pedir visa, de cuyas peticiones por lo regular se otorga el 20 por ciento, aunque se le cobra los 160 dólares a todo el que realiza la petición. Los “embullados”, que no reciben la visa de Estados Unidos, aprovechan las libertades que Cuba le ofrece a todo el que desee abandonar el país y viajan a otro país con el propósito de entrar ilegalmente en Estados Unidos. Si logran entrar, entonces si los reciben, mediante la aplicación de la Ley de Ajuste Cubano, porque están huyendo del comunismo.

 

Aquí se cierra el ciclo. El “embajador “embulla. El “embullado” entra ilegalmente. La administración Obama aplica la Ley de Ajuste Cubano. El Departamento de Estado tiene un ejemplo más de los que huyendo de la represión comunista llegan a Estados Unidos a riesgo de perder su vida. Todo esto es otro “paquete”

 

En cuanto a los viajes a Cuba, los ciudadanos estadounidenses por nacimiento tienen serias restricciones pues se han convertido en ciudadanos de segunda, que solamente pueden visitar Cuba si su viaje se ajusta a las licencias que ha reconocido Obama. La famosa libertad de viaje no se aplica en este caso, el turista interesado en disfrutar del sol, la arena, el mar y las bondades que ofrece Cuba y su pueblo, no está autorizado a viajar- Eso es peligroso.

 

Quizás, el temor sea que al visitar Cuba, los ciudadanos estadounidenses por nacimiento, comenzarán a conocerla mejor, podrán verificar que los “horrores del comunismo” de los que les han hablado, no existen, como tampoco existen otras situaciones horribles que forman parte de la propaganda contra Cuba. Eso es dañino para los planes del imperio, pues dichas personas se encargarían de divulgar la realidad cubana en Estados Unidos y se convertirán en “los mejores embajadores de Cuba-“ El imperio no puede darse ese lujo.

 

Algunos compañeros no ven claro como el “paquete” beneficia más a Estados Unidos que a Cuba. De esto pudieran ponerse decenas de ejemplos, pero expondremos uno solamente.

 

El documento 31 CFR Part 515 de la Oficina de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, emitido, según explica el propio documento para modificar la Regulaciones que Controlan los Activos Cubanos, en su epígrafe 515.547, dedicado a “ciertas transacciones relacionadas con la investigación médica y productos farmacéuticos de origen cubano” en la Nota 3, C) establece:

 

“Personas sujetas a la jurisdicción de Estados Unidos, están autorizadas a involucrarse en toda transacción relacionada con la oferta, venta o cualquier otro tipo de distribución en los Estados Unidos de productos farmacéuticos de origen cubano que hayan sido aprobados por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), incluyendo la importación a Estados Unidos de productos farmacéuticos de origen cubano”.

 

La forma en que ha sido modificada esta regulación, solamente permite la importación a Estados Unidos de productos farmacéuticos cubanos, pero no permite la exportación a Cuba de productos farmacéuticos estadounidenses, continúa el bloqueo.

 

Las empresas farmacéuticas estadounidenses están interesadas en las distintas vacunas que producimos para combatir el cáncer. Compraran esas vacunas en Cuba a un precio determinado y las venderán en Estados Unidos, por lo menos, en doscientas veces el precio al que compraron. ¿Quién obtiene el beneficio económico mayor? Los amigos de Obama.

 

Si la modificación permitiera que estadounidenses viajen a Cuba para recibir el tratamiento contra el Cáncer, se beneficiaría Cuba y se beneficiaría el pueblo estadounidense que para salvar su vida no tendría que empeñarla.

 

Si nos adentramos en el análisis de otras partes del “paquete” seguramente llegaremos a conclusiones similares a la de los productos farmacéuticos. Las tímidas medidas de Obama no representan un cambio fundamental en el bloqueo comercial, económico y financiero al que se mantiene sometida nuestra patria, aunque las sirenas pierdan la voz cantando.

 

1 de noviembre del 2016

 

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181388?language=en
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