Videgaray, canciller
- Opinión
En el mundo político, tan importante es conocer el oficio como contar con los contactos y las relaciones personales para la consecución de determinados objetivos. A lo largo del gobierno de Enrique Peña Nieto, la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) ha sido encabezada por tres funcionarios: primeramente, José Antonio Meade; más tarde Claudia Ruíz Massieu y, ahora, Luis Videgaray. Ciertamente la cancillería cuenta con una estructura integrada, en buena medida, por un servicio civil de carrera, responsable de la gestión y promoción de los intereses de México en el mundo. También es cierto que cada uno de sus titulares tiene –o ha tenido- un estilo de trabajo que al final de día, debería servir para cumplir con el objetivo primigenio.
El 4 de enero de 2017, Luis Videgaray asumió la titularidad de la SRE. Desde hace semanas se especulaba que se produciría el relevo de la canciller Ruíz Massieu, debido a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y a los anuncios poco amistosos que el mandatario electo ha venido haciendo a propósito de la manera en que se desarrollarán las relaciones con México. Horas antes de la investidura de Videgaray, la empresa estadunidense Ford, ante las amenazas de ser castigada por la futura administración Trump con altos impuestos de seguir adelante con la apertura de una planta en San Luis Potosí, se echó para atrás y dio su brazo a torcer, anunciando la cancelación del proyecto. El nerviosismo en los mercados financieros se exacerbó, contribuyendo ello a la depreciación del peso frente al dólar –una vez más. Pero la cosa no paró ahí. General Motors estudia una medida similar ante los dichos de Trump, quien, por otra parte, señala que en breve anunciará otras medidas que, presumiblemente, impactarán a la economía mexicana.
Luis Videgaray fue el artífice de aquella polémica visita que realizó a México Trump, cuando aún era candidato presidencial. La avalancha de críticas que se sucedieron ante este acontecimiento, obligaron a la salida del poderoso funcionario, a la sazón, Secretario de Hacienda. En ese momento se habló de lo difícil que fue para el presente gobierno, prescindir de los servicios de quien es considerado como “el hombre fuerte” de la administración de Peña Nieto. También se señalaba que una eventual victoria de Hillary Clinton en los comicios presidenciales de EEUU, sellaría de manera definitiva, la suerte de Videgaray. Pero las cosas ocurrieron de otra manera. Trump fue el vencedor y a continuación, la figura de Videgaray se revitalizó y reapareció como un “visionario” –que, se presume, tiene una buena relación con el presidente electo- y el resto de la historia es por todos conocida.
A su arribo a la sede de la SRE, Videgaray dijo que llega a aprender. Se agradece la honestidad. Es además la primera ocasión en mucho tiempo, que alguien tan poderoso llega a presidir la cancillería. ¿Eso beneficiará o no a la política exterior de México? En principio, posiciona a la dependencia en un lugar prioritario en la administración pública, prácticamente para lo que resta del presente gobierno, lo cual es una buena noticia. Sólo que una cosa es la persona y otra la institución. La institución no tendría que trabajar para la persona y menos para sus intereses instrumentales particulares. Antes bien, es de esperar que la persona trabaje con la institución a la que preside, en beneficio de la nación.
Dicho esto, hay que recordar que, si bien la relación con Estados Unidos es prioritaria para México, el mundo es mucho más que la Unión Americana. Sin ir más lejos, ante el anuncio de la empresa Ford, es imperioso fomentar las inversiones extranjeras procedentes de otras latitudes, puesto que, en Europa, Asia y otras regiones existe interés por hacer negocios en la República Mexicana y esta es una oportunidad para mirar en esa dirección. No se olvide que México ha logrado diversificar significativamente sus fuentes de inversión extranjera, de manera que su dependencia respecto a las inversiones estadunidenses es considerablemente menor ahora, si se le compara con gobiernos previos –vaya, sigue siendo importante, pero no determinante. Baste mencionar que en el primer semestre de 2016 representaba apenas la tercera parte de toda la inversión extranjera recibida. También es menester mirar al mercado interno. Han circulado cifras que revelan el costo monetario y laboral que tendrá la decisión de Ford, aunque no está de más analizar qué tanto la política económica actual, al margen de lo que haga un consorcio automotriz tan importante como el citado, coadyuva efectivamente a generar empleos y a mejorar la calidad de vida de la población. En momentos de incertidumbre y volatilidad financiera como el actual, es menester apostar al mercado nacional, que dicho sea de paso, es uno de los más importantes del planeta.
En el inicio de la presente reflexión, se señalaba que tan importante es conocer el oficio que se va a ejercer, como contar con los contactos y las relaciones personales para llevar a buen puerto la gestión que se realice. Tal parece que Videgaray posee lo segundo, pero respecto a su conocimiento sobre la política exterior, él mismo reconoce no saber gran cosa. Es deseable que aprenda y que lo haga rápido. La encomienda que tiene es generar consensos con el Estados Unidos de Trump, en temas como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la construcción –o reforzamiento- del muro fronterizo y las políticas migratorias, entre los principales. El riesgo que se corre es que, en aras de cumplir con esas tareas, la cancillería bajo el liderazgo de Videgaray, dedique el grueso de su trabajo a complacer los caprichos de Trump, dejando de lado las relaciones de México con el resto del mundo, las cuales, hoy más que nunca, deben reforzarse en una suerte de estrategia de “diversificación protectora”, a efecto de fortalecer la posición negociadora del país y la cabal promoción de sus intereses en el mundo.
5 de enero 2017
María Cristina Rosas es profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
http://www.etcetera.com.mx/articulo/Videgaray+canciller/52180
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