Cynthia Viteri y su universo electoral ecuatoriano
- Opinión
Cynthia Viteri posee algunas condiciones importantes para la contienda electoral: es mujer; tiene experiencia en la gestión y construyó una interpelación política a partir de dos dimensiones: una, hacia las mujeres desde un punto de vista tradicional (muy pegada a la tradición cultural ecuatoriana) y otra, un lenguaje que busca superar tanto la fragmentación que la propia globalización plantea, como la lógica conflictiva de la política. El universo lingüístico neoconservador ecuatoriano –que comparte Viteri- no deja de enunciar la necesidad de “estar juntos” o de buscar el “cambio positivo”, como si el cambio político no afectará intereses, derechos y garantías sociales. El neoconservadurismo de Viteri –que en esta campaña articula valores tradicionales y dinámicas posmodernas de la política- no ha dejado de combatir de manera “moderna” los postulados de la Constitución que surgió del proceso constituyente de Montecristi (2008).
No está sola. Ese es un dato importante. Está inscripta en espacios políticos con una estructura partidaria sólida, lo que le permite ampliar su discurso e intervención territorial. Durante mucho tiempo supo construir su presencia. No parte de cero, ni necesita indefectiblemente de dicha estructura. Fue presentadora de noticias. Conoce el ritmo televisivo y ello ha sido ampliamente utilizado en su campaña. Es una telecandidata con condiciones de dirigente política.
Su discurso de cara a las elecciones de 2017 apunta a “bajar el gasto público” mientras plantea la necesidad de realizar una inversión social en algunos programas. Si bien esto parece una contradicción lógica, es parte de una propuesta coherente que busca situar al correísmo en “el mal uso del gasto”. Para ello, ha elegido un “tecnócrata” como candidato a Vicepresidente. Alguien que indique cómo se debe invertir y cómo salir de la crisis económica internacional. A la telecandidata con oficio de gran dirigente se suma entonces un capitán de tormentas para salir del vendaval económico.
No sólo pretende instalar una crítica global a la gobernanza correísta, sino que en la interpelación a las mujeres y a la vida cotidiana busca un plus para recrear una adhesión frente a los problemas económicos, como el desempleo. La vida cotidiana –como en el caso de Lasso- se ha transformado en un eje central de su campaña.
Viteri tiene dos adversarios que sortear y buscará a quien enfrentar para sacar más rédito: Rafael Correa y Lenin Moreno. La intervención de ambos puede organizar (según la intensidad) su discurso y hacerlo más o menos potente. Si bien se distanció del Partido Social Cristiano en 2009 para integrar Madera de Guerrero, en estas elecciones han construido una alianza. “Pegarse” al último dirigente “tradicional” del neoconservadurismo ecuatoriano le ha dado sus frutos. El “nebotismo” tiene capacidades de sobrevivir y persistir, y esta dirigente puede aprovecharlo para hacerse un lugar en el escenario político después de esta elección. Inclusive ha pretendido introducirse en un espacio intermedio entre el correísmo y Lasso. El primero, por ser “demasiado Estado” y el segundo, por representar meramente a lo privado.
Integra un formula con Mauricio Pozo, quien –al modo del presidente paraguayo Horacio Cartes- confiesa no estar afiliado a ningún partido. Eso lo propone como una “marca” identitaria y como alguien ajeno a las exigencias particulares. Esta “condición” de no partidario o de outsider comprometido intenta incorporar una dimensión pospolítica al binomio.
Pantalla y tarima. Trayectoria de una mujer en movimiento
Cynthia Viteri es de Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador. Es Doctora en Jurisprudencia, con un postgrado en Derecho Constitucional y Derechos Fundamentales, sin embargo sus comienzos como presentadora de noticias y periodismo televisivo fueron los que la catapultaron a la popularidad. Su experiencia mediática le otorga virtudes escénicas. Desembarcó en la administración municipal de León Febres Cordero en el Departamento de Comunicación del Municipio de Guayaquil, donde llegó a convertirse en jefa de prensa de la campaña presidencial de Nebot.
La elección de su vicepresidente para el binomio de las elecciones 2006 desató el escándalo cuando, mediante cables filtrados por WikiLeaks, se conoció la relación de Viteri con Fidel Egas. Este empresario y banquero ecuatoriano, quien hasta abril de 2015 fue presidente del Banco Pichincha, habría financiado su campaña a condición de incorporar un hombre de su círculo íntimo en la fórmula presidencial. Otro cable filtrado pero de la Embajada de Estados Unidos incluso menciona que Viteri entrevistó una veintena de personas distintas, a quienes le propuso ser su compañero de fórmula. Finalmente terminó aceptando a Ernesto Dávalos.
Su adhesión partidaria ha sido consecuente, durante quince años estuvo afiliada al Partido Social Cristiano (PSC). Sin embargo, desde 2009 forma parte de las filas del partido Madera de Guerrero. En las elecciones legislativas de ese año, fue electa como asambleísta por la provincia de Guayas. En 2013, encabezó la lista de Asambleístas Nacionales y fue reelecta. Durante ese mismo año, la dirigencia del Partido Social Cristiano la mocionó como precandidata para la prefectura de Guayas de cara a las elecciones seccionales de febrero de 2014; propuesta que Viteri no aceptó.
Al comienzo de su campaña se la vislumbraba como potencial candidata de La Unidad, plataforma política que lanzó Jaime Nebot (alcalde de Guayaquil) en febrero de 2015 junto a Mauricio Rodas (alcalde de Quito) y Paúl Carrasco (prefecto de Azuay). Sin embargo esto no ocurrió, y pese a haber sido oficialmente precandidata en septiembre de 2016, ante un bochornoso incidente de violencia entre partidarios del Partido Avanza y el Partido Social Cristiano la coalición se desbarató, por lo que tanto Rodas como Carrasco pasaron a dar su apoyo a Guillermo Lasso. Cynthia Viteri rearmó su candidatura desde octubre de 2016 como aspirante del Partido Social Cristiano y el movimiento en el cual milita, Madera de Guerrero. Lo que en algún momento se separó hoy vuelve a juntarse.
Estrategia de campaña
Viteri llegó a la campaña presidencial en tercer lugar de acuerdo a los sondeos de intención de voto, después de Lenín Moreno (Alianza País, AP) y Guillermo Lasso (Creando Oportunidades, CREO). Sus asesores optaron por confrontar al candidato de CREO desde una posición de centro e incluso con rasgos progresistas. Sin embargo, a fines de noviembre de 2016 su estrategia ha dado un giro desde que la consultora Market ha dado a conocer encuestas que la igualan –e incluso aventajan- a Guillermo Lasso. Su principal confrontación desde entonces es con el binomio oficialista.
Viteri pivotea alrededor de la figura de Nebot, contando con el respaldo de su alta aprobación y caudal de votos en la ciudad con mayor padrón electoral. Sus promesas de campaña van desde subsidios energéticos -tanto a hogares como empresas- hasta obsequiar iPads o la construcción de viviendas a sumas módicas a pagar en 20 años. Paradójicamente, mientras afirma que el actual gobierno ha despilfarrado dinero propone medidas onerosas, al tiempo que afirma que reducirá impuestos, trámites engorrosos a las empresas y que hará una sola reforma tributaria en su gobierno, lo que supone un aumento de deuda pública como única forma de financiación de sus medidas.
Rafael Correa ha criticado a Viteri por tratar de “maquillar la verdad” en su discurso, sin embargo la candidata socialcristiana lejos de abrir un serio debate sobre equidad de género se tomó una fotografía sin maquillaje con la frase: “Preocupado x mis arrugas Pte. Correa? Aquí sin maquillaje! Ahora desmaquille Ud. las cifras del desempleo”[1]. La victimización le ha permitido salir airosa de las críticas por sus propuestas económicas e incluso llegó a instalarse en redes sociales bajo el hashtag #hablemosdemaquillaje.
En el actual contexto electoral intenta capitalizar su condición de única candidata mujer. Algunos de sus spot de campaña culminan con “Búscame en la papeleta, soy la única mujer”[2]. Sin embargo, en las elecciones del 19 de febrero hay otras dos mujeres cuyos rostros aparecerán en la papeleta presidencial, se trata de Monserrat Bustamante (Acuerdo Nacional por el Cambio) y Doris Quiroz (Movimiento Fuerza Compromiso Social). El comentario de Viteri no ha tenido buena recepción por parte de sus congéneres. Bustamante por medio de su cuenta en Twitter criticó su postura señalando que la socialcristiana “demuestra que solo se mira al espejo y, lo más grave, es que demuestra desprecio hacia otras mujeres que ignora”, también recordó que “quien ignora a otras mujeres no puede representarlas bien”.
En el mismo sentido apela al rol materno sin ningún cuestionamiento, reforzando estereotipos de género en torno a la “mujer abnegada”, siendo así funcional al patriarcado: “Hoy visité el hogar de Mayra y su madre Mirian, su historia es como la de todas las mujeres que protegen y luchan por sus familias”[3]. Subyacentemente refuerza el rol tradicional de la mujer asociado al hogar y el ámbito doméstico, ensalzando: “Junto a amas de casa dimos la noticia de que nuestro gobierno le cobrará “cero” por consumo de energía eléctrica a las familias pobres de este país que consumen entre 110 y 130kWh mes en la Sierra y en la Costa respectivamente[4]”. También se percibe la equiparación de mujer a madre como destino único: “El drama que viven las mujeres en Ecuador es durísimo, entiendo el dolor de cada madre: falta de empleo y dinero, acoso de drogas a la familia. Tenemos soluciones puntuales para cada problema. No las abandonaré, conozco lo que sienten, lo que sufren y estoy con ustedes[5]”.
Cambio Positivo es su lema de campaña, y desde su cuenta de Facebook asevera: “Mejoraremos la vida de la gente desde los hogares. Cambiaremos odio por amor, enfermedad por salud, crisis por bienestar! #CambioPositivo[6]”. Su mensaje apunta al individuo atomizado y es de carácter intimista (de tú a tú) “mi compromiso es contigo” y a la escucha “Cuéntame tu historia”. Cynthia Viteri, ha presentado en redes sociales videos en los que intenta acercarse a los votantes al hablarles sobre propuestas y afirmar “soy como tú”.
En los comienzos, recién presentada como precandidata oficial, Viteri tenía un discurso confrontador con el actual Gobierno. A las pocas semanas sus asesores la orientaron a concentrar sus críticas en Lasso. El cambio tuvo un correlato en su propio cuerpo. No es la primera vez que la instrumentalización del “cambio de look” permite el reforzamiento visual del concepto de “cambio”. Es por ello que pasó del cabello recogido a una melena corta estilo pixie.
En el ámbito regional su propuesta consiste en desvincular a Ecuador de organismos internacionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y alejarse del Socialismo del siglo XXI. Viteri considera que los vínculos de integración regional son puramente ideológicos. En sus propias palabras el giro en la integración regional busca “replantear la línea internacional del Ecuador y repotenciar la relación con los países con quienes el país tenga más afinidad e intereses económicos”[7].
Cabe destacar que en agosto de 2016 fue deportada de Venezuela por realizar actividades “proselitistas y desestabilizadoras”, según lo informó la Cancillería de Venezuela. Viteri reconoció desde su cuenta de Twitter que la deportación se efectuó cuando se encontraba en las adyacencias de la Cárcel Militar de Ramo Verde, a la espera de reunirse con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López. Viteri se hallaba en Caracas, donde se reunió con asambleístas venezolanos y miembros de la oposición como el excandidato presidencial Henrique Capriles.
Mauricio Pozo Crespo y el binomio presidencial
Mauricio Pozo no ha estado relacionado con ningún partido político durante su carrera profesional, lo que no es un dato menor. “No soy afiliado a ningún partido, nunca he sido, ni lo seré. He sido un técnico.” [8] De esta forma construye desde un bajo perfil su aura de seriedad. “Actuar con fanatismo es asignar a la ideología más importancia que a la realidad y a la conveniencia”[9].
Mauricio Pozo lejos de ser ajeno a la política posee una trayectoria que se remonta a su desempeño como analista económico, Director y Subgerente de la División Técnica y del Banco Central del Ecuador desde 1981 hasta 1988. En 1991, ya desde el ámbito privado fue presidente ejecutivo de la Tarjeta de Crédito Magna hasta 1993, año en que se convirtió en vicepresidente y asesor económico de Produbanco. También se ha desempeñado como director de la Bolsa de Valores de Quito, de la Cámara de Comercio de Quito, como asesor económico de la Junta Monetaria (1988 y 1991) y como presidente de la Comisión Técnica de Inversiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Durante el gobierno de Lucio Gutiérrez el economista ha oficiado de ministro de finanzas (2003 – 2004) y como embajador de Ecuador en los Estados Unidos.
En su cargo como ministro de Finanzas apoyó a Gutiérrez en la implementación de una serie de medidas que distan bastante de las propuestas propulsadas en su fórmula con Viteri, por ejemplo su decisión de incrementar el costo de combustibles y energía eléctrica -hoy quiere tarifa cero para sectores segmentos de bajo consumo-. Además eliminó los créditos del IESS y firmó una carta de intención solicitando un crédito de 200.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Parte de su trayectoria en organismos públicos ha sido cuestionada por la oposición, tal es el caso de su breve lapso como presidente del Servicio de Rentas Internas (SRI), cargo en que se desempeñó tan sólo cinco meses – de enero a junio del 2003-. Pozo presentó voluntariamente su renuncia a dicha institución a raíz de las denuncias presentadas por el Movimiento Popular Democrático (MPD), quien le inició un juicio político en su contra en el mes de febrero. Las acusaciones incluían un pago adelantado de la deuda externa sin una previsión económica de capacidad de pago, la presunta responsabilidad en la falta de asignación presupuestaria para el sector de Educación, Salud y a los gobiernos seccionales, y la supuesta imposición al Seguro Social de la compra de bonos del Estado por un monto aproximado de 400 millones de dólares. Esto trajo aparejado que el pago de salarios a entidades públicas no pueda ser cancelado en su totalidad. Sin embargo el juicio político quedó desestimado en mayo del 2004 cuando las firmas de algunos partidos que avalaban el enjuiciamiento fueron retiradas.
Pozo es además columnista invitado en el diario El Comercio, desde ese espacio ha sido muy crítico de la administración económica del correísmo. En octubre de 2015 fue entrevistado para el programa Prisma Económico, donde ha manifestado que el Ecuador sí está en crisis y que la única manera para salir de ella es recortar el gasto público e incluir inmediatamente la inversión extranjera en el plan de gobierno actual, para de este modo obtener ingresos y salir de la crisis financiera.
Viteri y Pozo
Si bien hoy las encuestas colocan a estos candidatos en tercer puesto pueden escalar posiciones. Su primer objetivo será superar a Lasso y acercarse a un Lenin Moreno que encabeza por lejos las encuestas, pero que todavía no tiene el camino allanado. La telecandidata y el tecnócrata conforman un “binomio” de época, parte del repertorio de posibilidades que ofrece el neoconservadurismo regional.
Notas
[1]http://www.elcomercio.com/actualidad/cynthiaviteri-foto-maquillaje-polemica-rafaelcorrea.html
[2]http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politiko-2017/49/viteri-dice-que-es-la-unica-mujer-en-la-papeleta-bustamente-estalla-en-criticas
[3] Cuenta de facebook oficial de Cynthia Viteri
[4] Ibíd ant.
[5] Ibíd ant.
[6] Ibíd ant.
[7] http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/etiqueta/2/Unasur
[8]http://www.ubicatv.com/ecuador-mauricio-pozo-se-pronuncia-ante-rumores-de-su-candidatura-a-la-vicepresidencia/
[9]http://www.elcomercio.com/opinion/fanatismo-economico-mauriciopozocrespo-opinion-columnista.html
Esteban De Gori, Maria Florencia Pagliarone y Bárbara Ester
Investigadores CELAG
@edegori @Floripa_2012 @barbaraestereo
Fuente: http://www.celag.org/cynthia-viteri-y-su-universo-electoral-ecuatoriano/
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