“Las regulaciones ambientales aún no se han internalizado en las operaciones mineras chinas en Latinoamérica”

02/03/2017
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Paulina Garzón lleva 25 años dedicados a investigar sobre medioambiente e instituciones financieras internacionales en América Latina. Un interés que le llevó a estudiar de cerca las inversiones chinas que se consolidan en la región con fuerza: el país asiático prometió invertir 250 mil millones de dólares durante la próxima década. Este gigante consume minerales, sobre todo cobre, para alimentar su proceso industrializador. Garzón, directora de la Iniciativa para las Inversiones Sustentables para China-América Latina (IISCAL) de la American University de Washington, analiza la actuación de las mineras chinas y arroja una luz sobre los desconocidos estándares socioambientales chinos que deberían regular la actividad de las mineras en la región.

 

Las inversiones chinas en América Latina sobrepasan los 100 mil millones de dólares. ¿Las inversiones de este gigante asiático tienen un desempeño diferenciado de otras multinacionales?

 

Desde la última década hasta el 2015, las inversiones directas chinas en América Latina ascendieron hasta los 125 mil millones de dólares. Interesantemente, una cuarta parte de estas inversiones se dedica a actividades mineras. Es una inversión bastante importante que, sin embargo, tiene implicaciones sustanciales para el medio ambiente y las comunidades locales.

 

Las empresas chinas no se caracterizan por tener las mejores operaciones, aunque es importante señalar que sí existen estándares ambientales y sociales, promulgados por diferentes instancias chinas como el Ministerio del Comercio, Ministerio del Medio Ambiente e instituciones bancarias. También hay estándares que aplican a los bancos chinos que proveen el financiamiento. Esto nos demuestra que hay una preocupación desde el Estado chino por tener un comportamiento ambiental y social que sea positivo. Lamentablemente, muchas de estas regulaciones no se están implementando o lo están haciendo de manera muy débil. Las regulaciones ambientales y sociales aún no se han internalizado en las operaciones mineras chinas en la región.

 

China ha hecho un esfuerzo por tener elementos avanzados en temas que son muy importantes como la consulta previa informada, el manejo de evaluación de riesgos ambientales, el crear plataformas de información y de comunicación con las comunidades locales. El gran desafío que tenemos de aquí en adelante es cómo lograr que estos aspectos se vuelvan parte de la práctica diaria de las empresas chinas.

 

¿Qué importancia tiene Perú para China?

 

Perú es un actor tremendamente importante para China, no tanto a nivel de préstamos (muy populares en otros países como Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil) sino por sus minerales. Un buen indicador de esta importancia es que más de una tercera parte del portafolio minero en Perú está en manos chinas. Igualmente se han suscrito varios acuerdos entre China y Perú, varios que tienen que ver con el desarrollo minero. Interesantemente durante la última visita del Presidente chino, Xi Jinping, a América Latina, Perú fue uno de los países visitados donde se firmó, además, el primer acuerdo ambiental de China en toda la región latinoamericana. Yo creo que hay que preguntarse por qué se firmó este acuerdo en el Perú. Probablemente por qué hay una demanda de las organizaciones sociales por un mejor comportamiento de las mineras chinas en los temas ambientales.

 

¿Qué ejemplos hay de malas operaciones chinas en la región latinoamericana?

 

En realidad la actividad minera en cualquier parte del mundo y proveniente, casi de cualquier minera, es siempre una actividad con inmensos impactos potenciales algunos de los cuales inclusive no se pueden evitar en lo ambiental y lo social. Específicamente, respecto de las operaciones chinas, hay ejemplos como el de Las Bambas, en Apurímac (Perú) o el proyecto Mirador y San Carlos Panantza (Ecuador).

 

En el caso de Ecuador ha habido varios problemas. Uno de los más importantes se generó por el reasentamiento de varias familias, que fueron obligadas a salir de sus tierras de manera ilegal y violenta, porque el proyecto minero lo requería. La presencia de estas empresas no es grata, por ello hay un movimiento grande en Ecuador pidiendo su salida.

 

En Las Bambas vemos una situación distinta. Las comunidades no se oponen a la mina pero desde el principio han dejado clara su posición de que las cosas sean bien hechas con buenos estándares ambientales, que se hagan las consultas apropiadas y que los cambios estructurales del proyecto sean consultados con las comunidades. Pero esto no se ha dado. También conocemos el reasentamiento de Morococha por la empresa Chinalco-una de las más grandes de China-, donde han traslado a familias a un nuevo lugar donde se han presentado una gran cantidad de problemas de salud, sociales y económicos, que dan cuenta de que no hay un comportamiento adecuado.

 

¿Estos lineamientos chinos tienen directrices sobre cuándo y cómo deben realizarse los reasentamientos? ¿O se basan en lineamientos de otros organismos internacionales?

 

Organismos como el Banco de Exportaciones e Importaciones de China ha adoptado los estándares de reasentamiento y sobre el medio ambiente del Banco Mundial. En ese sentido los préstamos y financiamientos de este banco, que es el segundo banco prestamista más importante de América Latina, deberían ajustarse a estos criterios.

 

La directiva de crédito verde, la más importante para los bancos chinos tiene implementos muy fuertes con el tema del reasentamiento. Igualmente, los lineamientos mineros de la Cámara de Minería China. Todos ellos hablan de que un reasentamiento tiene que hacerse cuando no hay otra opción, y en el caso de darse, deben darse compensaciones justas. Además, estipula que las poblaciones locales deberían tener iguales o mejores condiciones de vida de las que tenían originalmente en los sitios donde vivían.

 

El proyecto minero Las Bambas ha sido acogido como un proyecto “piloto” para la implementación de los estándares chinos.

 

La Cámara de Minería está trabajando en un plan de implementación de los lineamientos mineros. Algunas características de este plan es que los proyectos automáticamente no son sujetos de la aplicación de los mismos, sino que tiene que haber un procedimiento mediante el cual la compañía asiática acepta ser una empresa implementadora de estos lineamientos, pasando a formar parte de una primera fase de proyectos piloto.

 

Son lineamientos nuevos, no hay experiencia en su puesta en marcha. La Cámara de Minería ha previsto una fase de experimentación, y en esta esperan tener por lo menos diez proyectos pilotos alrededor del mundo. Las Bambas ha solicitado a la Cámara de Minería en febrero del año pasado que el proyecto sea uno de los proyectos pilotos para la fase de experimentación.

 

¿Qué incentivos tienen las empresas chinas para cumplir estos lineamientos? ¿Por qué no son de obligatorio cumplimiento?

 

La implementación de los estándares chinos es la debilidad central. No se han creado métodos de verificación, ni existen planes concretos de implementación. Como buena noticia, la Cámara de Minería China probablemente es la única entidad china que está trabajando activamente en un plan de implementación de estos lineamientos mineros que son recientes, fueron expedidos en el 2014 y 2015. Esto abre una esperanza de que estos lineamientos puedan ser implementados.

 

 

Al margen de ello, cuando un proyecto tiene un problema ambiental y social, tiene que ser reportado a las empresas matrices, a las instituciones que proveen los préstamos y eso queda en un récord ambiental de las empresas. Es parte de una calificación que tienen las empresas cuando intentan acceder nuevamente a créditos o permisos para operar fuera de China. Hay listas negras dentro de los bancos que proveen los créditos, dentro del Ministerio de Comercio- que aprueba las operaciones de las empresas chinas en el exterior- y recientemente también en la agencia de Control de los Activos Estatales de China que tiene un papel muy importante en autorizar los trabajos de las empresas chinas fuera del país.

 

Una investigación de la Universidad de Boston, sostiene que la relación entre América Latina y China no será sostenible si los gobiernos tienen un enfoque laxo, pero a la vez mantiene que tienen un margen mayor para establecer las reglas de compromiso básicas respeto de relaciones anteriores con socios poderosos. ¿Qué opina de ello?

 

Creo que es correcto decir que los gobiernos tienen que tener buenas regulaciones. Deben establecer leyes y normas que aseguren el manejo de la mitigación y sobre todo el cumplimiento de los derechos de las comunidades y aseguren operaciones en donde los riesgos ambientales sean minimizados o sean evitados cuando sea posible. Sin embargo, poniendo las cifras en contexto: China es un prestamista e inversionista enorme, de hecho, es el primer o segundo socio comercial para casi todos los países en América Latina, y pensar que el desempeño ambiental y social estará siempre siguiendo el control o bajo la batuta de los gobiernos es casi ingenuo. Hay un interés muy grande de China en la minería, es el consumidor de cobre más grande en el mundo, requiere para su proceso de industrialización y urbanización una gran cantidad de minerales, entonces va a utilizar su palanca económica y política para tener los insumos que necesita para su desarrollo. Y esta política no está divorciada de las políticas de financiamiento.

 

http://elgranangular.com/blog/entrevista/las-regulaciones-ambientales-aun-no-se-han-internalizado-en-las-operaciones-mineras-chinas-en-latinoamerica/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/183865?language=en
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