El plomo de Macri

11/05/2017
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La escopeta Mossberg calibre 12.70 está lista para usar. En su recámara lleva los seis cartuchos. El mismo modelo de arma la portan tres, entre otros cientos, que avanzan por avenida Corrientes “despejando la zona”. Los policías Nélson Maximiliano Acosta, Miguel Antonio Ledesma y Gabriel Heriberto Pereira de la Rosa, esa madrugada del 13 de marzo de 2013, dejaron de lado las postas de goma, pusieron seis de plomo y tiraron a matar.

 

No son ni uno, ni dos, ni tres los policías que deciden reprimir una manifestación a puro plomo. Atrás de esa decisión hay un andamiaje político y mediático que intenta darle sustento al disparo que, en esta oportunidad, hirió a tres personas, dos de las cuales son comunicadores populares integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA). Esteban Ruffa, de la Agencia de Noticias Redacción (ANRed), tiene en la tibia de su pierna izquierda la bala de plomo. A Germán Darío de los Santos, del colectivo DTL! la bala le entró y salió.

 

 

El actual embajador uruguayo, Guillermo Montenegro, era el responsable de la disuelta Policía Metropolitana, hoy llamada Policía de la Ciudad. Como ministro de Seguridad porteño, dio la orden para que la sala Alberdi, que había sido recuperada hacía más de dos años por un grupo de artistas, fuera desalojada. “La Metropolitana no utiliza balas de plomo en este tipo de circunstancias”, intentó evitar su responsabilidad frente a los periodistas, cuando todavía la escopeta Mossberg calibre 12.70 estaba caliente de tanto uso. Montenegro cerró esa mentira afirmando con cinismo: “Sí, había heridos con balas de plomo, lo que no descarto es que no haya sido en Ezpeleta”.

 

Germán Darío de los Santos detalla la importancia que tenía sostener esa mentira  para los responsables políticos de la represión: “Ellos sabían que mintiendo al principio de un hecho, va a quedar registrada la mentira en los grandes medios, y luego es difícil ganarles con la verdad con un derecho a réplica mucho menor a la primera manifestación”.  Al otro día de la represión, tanto Montenegro como Macri salieron en todos los medios masivos a dar su versión de lo ocurrido, mientras los heridos seguían internados. De los Santos comenta que gracias a la articulación de los medios “comunitarios, alternativos y populares logramos reconstruir toda la historia, que sí estábamos ahí, qué estábamos haciendo en ese momento y quiénes dispararon”.

 

 

Las imágenes muestran a Ruffa cuando recibe el balazo y unos segundos después, a de los Santos con dificultad para caminar debido al impacto que acababa de recibir. El ex ministro nunca salió a descartar que los heridos, al final, no eran de “Ezpeleta”.

 

¿Hasta dónde se llega indagando la responsabilidad política de una represión a plomo? El 10, 12 y 15 de mayo, luego de más de cuatro años, los policías acusados van a ser juzgados, pero la fiscalía no quiso profundizar e investigar a los responsables políticos; ni sobre Horacio Giménez y Ricardo Pedace, que eran jefe y subjefe de la fuerza, ni sobre Macri, Montenegro o el entonces ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi.

 

Para la “justicia” ningún hecho represivo tiene responsables políticos. No lo tuvo la muerte de Fuentealba, ni la de Maxi y Darío, ni las del 19 y 20 de diciembre, ni tantas otras. Con esta fórmula, y si no se les para la mano, van a seguir llegando a presidente.

 

- Fernando Gómez/El Furgón –

 

10 mayo, 2017 

http://elfurgon.com.ar/2017/05/10/el-plomo-de-macri/">http://elfurgon.com.ar/2017/05/10/el-plomo-de-macri/
 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/185403?language=es
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