Paradigma de honradez en el hemisferio

09/06/2017
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Las relaciones humanas basadas en el mercado propician y estimulan la corrupción en el manejo de la administración pública por efecto de la lucha por el dinero, que es la forma en que el mercado promueve el desarrollo económico. Este fenómeno está presente en todas las naciones del mundo, incluso en aquellas que proclaman el socialismo como orientación de su proyecto político.

 

En el hemisferio occidental, donde se asienta la nación que lidera al sistema capitalista mundial, el problema de la corrupción ha crecido y se ha hecho más complejo con la entrada en el ruedo de las gigantescas corporaciones (en especial las estadounidenses) con sus sobornos de dirigentes y empresarios de los países más pobres del Sur, haciendo lucir a estos últimos, incluso a jefes de estados soberanos, como pequeños gusanos en la podredumbre.

 

A este respecto, Rafael Correa Delgado, ahora en su carácter de ex presidente de Ecuador, ha dado una lección de honradez y respeto a sus conciudadanos reflejada en el artículo que publicó en el diario El Telégrafo, de Quito, el seis de junio último.

 

Correa titula su artículo “El Caso Odebrecht”, refiriéndose a una investigación que realiza el Departamento de Justicia de Estados Unidos, hecha pública en diciembre de 2016 sobre la constructora brasileña Odebrecht. A este consorcio se le acusa de haber hecho pagos ilícitos y otras formas de soborno a dirigentes y funcionarios públicos de los gobiernos de doce países: Angola, Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela, durante los últimos 20 años, para obtener beneficios en las contrataciones públicas.

 

Odebrecht creó una “Caja B” a finales de los años 1980 que nombró “Sector de relaciones estratégicas” para encubrir el manejo de estas gratificaciones. Una empleada de la empresa, entonces veinteañera, fue la primera secretaria del ilegal departamento de sobornos, con base en Brasil, desde 1987. Al ser despedida en 1992, llevó consigo esos ilícitos registros contables de operaciones, y los guardó en su casa durante treinta años hasta entregarlos ahora a la Comisión investigadora del Congreso de Brasil.

 

La publicación de Odebrecht coincidió con el proceso electoral presidencial en Ecuador, por lo que el escándalo en ese país tuvo repercusiones específicas. Odebrecht declaró haber manejado operaciones por US$ 5 mil millones de dólares con siete de los 10 últimos gobiernos de Ecuador y realizado sobornos en esa nación por un total de US$33,5 millones de dólares desde el 2007, y que podría haber obtenido beneficios de más de US$116 millones de dólares.

 

La derecha oligárquica ecuatoriana, con larga experiencia en actos de malversación y fraude, trató de aprovechar la circunstancia para difundir mentiras acusatorias contra el gobierno progresista de Correa, empeñado en generar las grandes transformaciones para beneficio de su pueblo, que le respondió siempre con su apoyo al honesto Presidente. Pero una vez más la derecha fracasó y el pueblo ecuatoriano premió su actuación eligiendo como sucesor de Correa en la Jefatura del Estado a Lenin Moreno, de orientación y compromiso político similar a Correa.

 

En la madrugada del 2 de junio las autoridades policiales del Ecuador realizaron detenciones que resultaron, según reflejó la prensa, de algo más de una semana de investigaciones.

 

Correa califica de ingenuidad extrema o abierta mala fe atribuir esas detenciones y allanamientos a tan solo siete días de trabajo.

 

Mientras unos charlataneaban demagógicamente con algo tan serio y sensible como la lucha contra la corrupción, desde hacía varios meses cada semana nos reuníamos con las instituciones financieras y de inteligencia dependientes del Ejecutivo que incidían en el asunto, así como con la Fiscalía, para seguir todas las pistas posibles en los viajes de altos funcionarios a Estados Unidos, Brasil y Perú. Analizamos la cooperación penal con Suiza y España, así como de informaciones provenientes de ejecutivos de Odebrecht, ex funcionarios de gobierno, y listas que circulaban por doquier”.

 

El ex mandatario ecuatoriano aclara que esto hubo que hacerlo en medio de un bombardeo mediático con fines políticos que trataba de hacer creer a la ciudadanía que el gobierno le estaba ocultado una supuesta lista de encartados que en realidad nunca existió.

 

Lo que existía eran delaciones de empresarios corruptos que las autoridades brasileñas solo nos las podrían dar a conocer el 1 de junio, debido a un acuerdo de confidencialidad con los delatores. En función de aquello se investigaron movimientos financieros, tributarios, las empresas relacionadas, se mantuvo bajo vigilancia a los sospechosos y se ubicaron sus domicilios y oficinas, para poder proceder inmediatamente con las detenciones y allanamientos. Pese a que el caso Odebrecht se extiende a doce países, en Ecuador la politiquería pretendió usarlo y fue desenmascarada. El prestigio de la Revolución Ciudadana no pudo ser manchado.

 

Junio 8 de 2017

 

Manuel E. Yepe

Publicado originalmente en el diario POR ESTO! de Mérida, México.

Blog del autor: http://manuelyepe.wordpress.com/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/186058
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