En las declaraciones que el General John Kelly, Jefe del Comando Sur, traslado al Congreso a finales del año 2016, aseguró que los intereses de Estados Unidos en la región, que se consideran pudieran afectar la Seguridad Nacional, estaban asegurados.

Destacó, como uno de los principales elementos para afirmar esto, la ayuda de países aliados que se integrarían en una fuerza conjunta, formada además por las tropas estadounidenses, para dar respuesta a cualquier incidente regional donde fuera necesario que intervinieran, para garantizar la “gobernabilidad” , fundamentado todo eso, en el “derecho a proteger”.

Dentro de su declaración, especificó los eventos que en aquel momento comenzaban a desarrollarse en Venezuela, de cuya observación determinó, que el país se había convertido en una de las principales prioridades del Comando Sur. Señaló igualmente, que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela andaban por mal camino.

Dijo que esa situación se creó desde la elección de Hugo Chávez, un socialista que había fortalecido las relaciones con Rusia e Irán. Expresó además, que la elección de Maduro determinó la continuidad de esa política y además había fortalecido el tráfico de drogas con destino a Estados Unidos.

Puso como ejemplo de una situación totalmente contraria, la existente entre Colombia y Estados Unidos, donde existía una fuerte cooperación, un trabajo conjunto contra el tráfico de drogas y el personal militar, ya entrenado para poder sumarse a la fuerza militar conjunta regional.

En su discurso no dejó de mencionar la utilización que se le estaba dando al garrote y la zanahoria en relación con Venezuela, aplicando una “diplomacia coercitiva” tal y como requería la situación.  Concretamente dijo “la clave del éxito para la estrategia de un estado coercitivo, es el combinar la zanahoria con el garrote… contra el estado que está siendo blanco de esa política… para incrementar la presión y la persuasión. En cuanto al gobierno de Venezuela, el Comando Sur aplica más el garrote que la zanahoria.”

En su declaración ante el Congreso, sin dar mayores detalles, Kelly mencionó que para solucionar el problema de Venezuela, se había preparado la “Operación Martillo”. Los Congresistas no preguntaron, Kelly no dijo nada más, el propio nombre de la operación y haberse organizado contra un país declarado por el presidente Obama como un peligro para la Seguridad Nacional de Estados Unidos seguramente fue suficiente para todos.

Las situaciones que se han presentado en Venezuela en los últimos días, la operación conjunta en las selvas amazónicas, bastante cercana a la nación bolivariana, la convocatoria y próxima elección de los miembros de la Asamblea Constituyente, vetada por Trump, más las escaramuzas en la OEA, en las que Almagro ha tratado por todos los medios de legalizar la intervención en la patria de Hugo Chávez, provocaron que el General John Kelly, Jefe del Comando Sur, informara al mando superior, de la total disposición combativa de las tropas a su mando.

El informe constó de unas pocas páginas, en resumen planteaba, según una fuente del Pentágono, que la Operación Martillo estaba lista para ser ejecutada.

28 DE JULIO DEL 2017