En Colombia, el acuerdo de paz atraviesa su punto más crítico: la detención con fines de extradición a EEUU del dirigente de las Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) Seuxis Hernández Solarte, más conocido como Jesús Santrich, acusado por la DEA de narcotráfico, terminó de ensombrecer el panorama que rodea su implementación.

A ello hay que sumar que desde la semana pasada se descubrió que hay varias irregularidades en el manejo de los fondos del posconflicto.

"Con la captura de Jesús Santrich el proceso está amenazado de ser un verdadero fracaso", aseguró el exjefe guerrillero Iván Márquez, en la que no solo le pidió al presidente Juan Manuel Santos "cumplir con la palabra empeñada", sino que también solicitó el acompañamiento de la comunidad internacional

Sostuvo que la detención del exnegociador de la guerrilla en La Habana no se puede convertir en el trofeo que Colombia le entrega a Estados Unidos como parte de la visita que realizaría Donald Trump al país el sábado, pero que fue cancelada en las últimas horas.

La Misión de Verificación de la ONU en Colombia hizo un llamado a las instituciones del Estado a evaluar los acontecimientos con el mayor discernimiento, teniendo en cuenta que las decisiones que se tomen tendrán consecuencias profundas para el proceso de paz. Señaló, asimismo, que hace un seguimiento a las reacciones en los Espacios Territoriales donde se adelanta el proceso de integración de los miembros de las FARC.

La presidenta de la Jurisdicción Especial de Paz, Patricia Linares señaló que “Hernández Solarte es sujeto de la Jurisdicción Especial de Paz en la medida en que él se sometió a esta jurisdicción”, y sostuvo que "de acuerdo al artículo 19 transitorio del Acto Legislativo de 2017 (norma constitucional que fija las definiciones y alcances de la JEP), la JEP debe ocuparse y verificar” la situación legal de Santrich. 

Según el Fiscal General se trata de una orden internacional expedida a través de una circular roja de Interpol, con fines de extradición, por hechos ocurridos luego de la firma del acuerdo de Paz. El abogado de Santrich, Gustavo Gallardo, insistió en que se trata de un "montaje judicial" de las autoridades colombianas con el propósito de no permitir que se posesione como representante en la Cámara.

A través de un comunicado de prensa del departamento de Justicia de Estados Unidos se hizo el anuncio oficial de la captura en Colombia de cuatro "miembros y socios de las FARC". La nota confirma que las detenciones se producen por conspirar e intentar importar cocaína a los EEUU, por lo que ahora buscan su extradición. Los funcionarios estadounidenses enviaron, además, un agradecimiento a la colaboración que brindó el gobierno colombiano, en especial al fiscal general, Néstor Humberto Martínez.

La paz suscrita por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC atraviesa por graves dificultades y si no hay una rectificación oficial, el proceso que generó tantas ilusiones, fracasará, en momentos en que Colombia se verifica una reactivación de la violencia, con el asesinato de dirigentes campesinos y populares, ex guerrilleros que se acogieron al proceso, y de personas sin filiación política desaparecidas.

La firma del acuerdo no significó la puesta en marcha de una cultura de paz y de reconocimiento de la otredad, ya que continúa la tolerancia oficial con las masacres, desapariciones, agresiones a determinadas zonas pacificadas y el retorno de los paramilitares en dupla con los mandos militares.

En este panorama también destaca lo que ocurre en las fronteras con Venezuela y Ecuador. El caos en ambas fronteras lo provocaría, deliberadamente, el establishment y el gobierno colombiano, que lo auspician para obtener dividendos, en momentos en que se acercan las elecciones presidenciales, y en los sondeos sigue punteando el candidato izquierdista Gustavo Petro.

Camilo Rengifo Marín

Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)