Siete mil millones más del FMI para sufragar el Nautilus de Macri

27/09/2018
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Luego de varios días de incertidumbre y el cuarto paro general contundente, el ministro argentino de Hacienda, Nicolás Dujovne, acompañado por Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional, confirmó un nuevo acuerdo, que contempla mayores desembolsos, que pasarán de 50 mil millones de dólares a 57.100 millones hasta 2021, dos años después de que finalice la gestión de Mauricio Macri.

 

Dujovne señaló que los montos ya no tendrán "carácter precautario" sino que podrán ser "plenamente utilizados como soporte presupuestario" por el gobierno. En cuanto a la inflación, el ministro no especificó cifras y adelantó que se "reemplazarán los esquemas de metas de inflación", mientras aseguró que se establecerá una política de tipo de cambio flotante con "una zona de no intervención".

 

Desde Nueva York y con la bandera argentina detrás de la titular del FMI, Dujovne precisó que el monto del préstamo se aumentó en 7.100 mil millones de dólares y que se incrementarán los desembolsos para lo que resta de este año y 2019. El incremento para 2018 será de los seis mil millones originales a 14 mil millones y para 2019 de 12 mil millones a 23 mil millones de dólares. La cifra resultó lejana respecto de los 20 mil millones extra que pretendía alcanzar el macrismo.

 

El segundo acuerdo con el FMI en menos de tres meses, se concretó tras las corridas cambiarias que llevaron la cotización del dólar a un máximo histórico de 42 pesos. La corrida se llevó 15 mil millones de dólares, el total del primer tramo del préstamo acordado con el FMI en junio pasado, en un vano intento por frenar la devaluación.

 

Quien estuvo al frente de la intervención en los mercados fue el ex presidente del Banco Central Luis "Toto" Caputo, quien renunció el lunes tras apenas tres meses de gestión, en medio del cierre de las negociaciones con el FMI. El flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, anunció que la entidad no participará en el mercado cambiario mientras la divisa fluctúe entre 34 pesos (de piso) y 44 pesos (de techo). Si supera ese valor, el BCRA limitará su intervención a 150 millones de dólares por día, sin importar el valor que alcance el dólar.

 

En el hipotético caso en que funcione la teoría, se alcanzaría una situación de equilibrio para el dólar y la inflación, pero con consecuencias sociales, en materia de recesión y caída de capacidad de demanda de los sectores de ingresos fijos (asalariados), impredecibles, señala el analista Raúl Della Torre.

 

Sandleris anunció que para combatir la inflación se dispondrá “una tasa de crecimiento cero de la base monetaria” desde ahora hasta junio de 2019, una medida de concepción monetarista extrema que podría provocar una caída de magnitud impredecible en el nivel de actividad, agrega

 

Tampoco habrá un techo explícito al nivel de las tasas de interés, que se definirán a diario por el nivel de las Leliq (letras de liquidez), instrumento por el cual el Banco Central retribuye a los bancos por colocaciones a siete días. Ambas medidas, acordadas y respaldadas por el FMI y de carácter ortodoxo extremo, supondría que el dólar y las tasas suban sin límite al sólo efecto de frenar la megainflación.

 

Al limitar el dinero en circulación, se espera que si suben los precios se reduzca la cantidad de operaciones que puedan concretarse, lo cual le pondría techo a la inflación. Y si los pesos en la plaza se fueran hacia la compra de dólares, podría subir su cotización pero hasta el límite de agotar los pesos disponibles.

 

El Nautilus de Macri

 

El británico Financial Times, que dio cuenta de la renuncia del presidente del Banco Central Luis Caputo en su tapa, advirtió que la crisis argentina se profundiza, mientras el presidente Mauricio Macri negociaba en Nueva York un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario para intentar restablecer la confianza de los mercados y frenar la corrida cambiaria,.

 

Lejos de sumar confianza, la renuncia de Caputo generó más dudas y “provocó la caída del peso en un 5 por ciento y perjudicó los intentos de Macri de restaurar la confianza de los inversores en medio de la crisis cambiaria”.

 

Sobre la coyuntura económica argentina, el Financial opinó que en los países con economías emergentes como la de Argentina, los inversores están “cada vez más preocupados” de que los gobiernos “sean incapaces de pagar miles de millones de la deuda en dólares, mientras la divisa continua subiendo”. Argentina ha sido el mercado emergente más agresivo en la búsqueda de fondos para parar una corrida cambiaria contra su moneda, que perdió la mitad de su valor este año, continuó el artículo.

 

Lo cierto es que el FMI entrega los dólares pero no quiere que hagan con ellos cualquier cosa, como rifarlos diariamente con políticas erráticas de intervención en el mercado cambiario. Caputo y su equipo realizó subastas de reservas en un horario predeterminado, después en cualquier hora según la evolución del mercado, hasta definirlas unos minutos antes del cierre para marcar la cotización.

 

También vendió contratos de dólar futuro que reportarán fuertes quebrantos al Banco Central, para finalmente volver a vender dólares en forma directa a lo largo de la jornada cambiaria. El resultado es demoledor: en apenas tres meses de administrar la mesa de dinero del Central dilapidó casi la totalidad del primer desembolso del FMI por 15 mil millones de dólares. El dólar subió de 20 a 40 pesos y la tasa de interés fue elevada al 60% anual, nivel que está haciendo colapsar a la economía real.

 

Al Fondo no le importa hasta donde puede subir el tipo de cambio y por eso quiere limitar la venta de (sus) dólares en el mercado cambiario. Quiere que esos dólares sólo sirvan para garantizar el pago de los intereses y capital de la deuda. Para que el FMI entregue unos miles de millones más de dólares con la esperanza de ganar tiempo hasta el proceso electoral del año próximo, Caputo fue lanzado de la popa del barco escorado., dice el economista Alfredo Zaiat.

 

También Forbes, una de las publicaciones de finanzas más influyentes del mundo capitalista, manifestó que "Argentina podría descarrilar tan rápido como el titular del Banco Central saltó del barco". Kenneth Rapoza es contundente en su nota y asegura que para los mercados el motivo de la salida de Caputo es salvarse del "Buenos Aires Titanic". "El barco se está hundiendo", afirma.

 

Mientras, el presupuesto

 

El presupuesto nacional de 2019 refleja la concepción del gobierno neoliberal, que este año 2018 aplicó un ajuste del gasto sin ton ni son, pero todo ello va a ser peor en el año 2019, sin miramiento ni escrúpulo de ningún tipo. Afirma Macri que están dispuestos a adoptar todas las medidas necesarias para asegurar el pago a los acreedores, que en gran parte surgieron por el feroz endeudamiento de este gobierno que lo hizo para financiar el déficit fiscal que a su vez originó por su impericia y por haber reducido el gravamen a los sectores de mayores ingresos, señala el economista Horacio Rovelli.

 

Pero por más que dejen de cumplir con funciones básicas del Estado y que sigan echando empleados públicos, no pueden garantizar, por más apoyo y nuevas deudas del FMI, que el desproporcionado vencimiento de capital de deuda sea renovado en su mayor parte, por la simple razón que nadie le presta a un país que no tiene solvencia económica y que con sus medidas de ajuste endurece el proceso recesivo y con ello, disminuye la recaudación de impuestos internos.

 

Por más que parezca que pueden ofrecer títulos que pagan tasas astronómicas al mercado, se los van a tomar a plazos menores de seis meses, cuando teóricamente siguen en el gobierno, pero el desprestigio y la muestra palpable de ingobernabilidad se agiganta día tras día y no existen pulmotores que duren toda la vida, concluye Rovelli.

 

Rodolfo Koé Gutiérrez

Periodista económico argentino, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )

https://www.alainet.org/es/articulo/195570
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