Italia en la plaza para defender a Maduro
- Opinión
“Chávez presente, Maduro Presidente”. Desde la manifestación unitaria, organizada en Roma delante del Senado, la plaza no tiene dudas: Venezuela tiene un solo presidente, reelecto el 20 de mayo del 2018, y la Constitución Bolivariana se respeta. Un mensaje claro, dirigido a las dos ramas del Parlamento Italiano, que están votando las mociones unitarias presentadas por las dos formaciones del gobierno, La Lega y el Movimiento 5 Estrellas.
Luego de la intervención de Alessandro Di Battista, abiertamente contrario al golpe de estado en Venezuela y a las injerencias externas, en los 5Estrellas se ha abierto el debate que había mostrado una distancia evidente sea de la posiciones de Salvini con de aquellas de las oposiciones. Italia parecía tomar distancia de las decisiones agresivas de la Unión Europea, donde los 5 Estrellas y los representantes de la Lega se habían abstenido, junto a los 5 diputados del Partido Democrático.
Por el contrario, en el Parlamento, los diputados PD (Partido Democrático) - Piero Fassino a la cabeza - se han pelado las manos de tanto aplaudir a las delegaciones de los golpistas, recibida con bombos y platillos. Fassino ha declarado que el agradecimiento de Maduro al gobierno Italiano es de considerarse “una mancha” y que por el contrario, es necesario disolver “la ambigüedad” apoyando al autoproclamado Guaidó sin ninguna duda.
La Cámara ha aprobado la resolución de la mayoría, propuesta por la Lega y el Movimiento 5Estrellas, con 366 votos a favor, 205 en contra y nueve abstenciones (los diputados de Liberi e Uguali, teóricamente la izquierda del Partido Democrático). El frente pro-Trump ha hecho efecto pero no ha tenido un triunfo aplastante.
La moción unitaria presentada por el gobierno retoma el comportamiento inicial mantenido por Italia luego de las elecciones presidenciales en Venezuela, que no habían sido “reconocidas”, y que pide “elecciones enseguida” y con “garantías”. Pero, al mismo tiempo, habla de diálogo entre las partes, de rechazo de la violencia y no llega a reconocer al usurpador. Un titubeo – han denunciado las intervenciones en la plaza – que corre el riesgo de hacer cerrar todas las oportunidades dentro de la Unión Europea, y de dejar sin posibilidad a la propuesta de diálogo “sin condiciones previas”, presentada en Montevideo por un grupo de países entre ellos México y Uruguay.
Las instituciones propuestas, en Venezuela, ya se han expresado sobre la posibilidad de convocar a nuevas elecciones para el parlamento “en desacato”, y esta puede ser la propuesta del gobierno bolivariano en la mesa de diálogo. El bloque que apoya a Trump, en cambio, se encierra en su objetivo de abolir la Constitución bolivariana, que impide privatizar los recursos y de poner al país bajo la tutela de los Estados Unidos.
En una guerra de nervios que tiene como escenario las redes sociales y los medios mainstream, el fuego se concentra sobre puntos débiles del bloque anti-golpista y de consecuencia también sobre aquella parte del Vaticano que no está con las jerarquías eclesiásticas más beligerantes. Entonces, aquí esta un gran periódico italiano que publica capciosamente partes de una “carta privada” que el Papa habría enviado a Maduro, tratando de sacar interpretaciones en el campo de quien quiere la agresión armada.
Mientras tanto, Venezuela está luchando con las armas de la razón y del derecho en todos los organismos internacionales. El Ministro de Relaciones Exteriores Jorge Arreaza nuevamente ha defendido las razones de Venezuela en la ONU, mientras en Italia a ocupar la escena mediática ha sido el señor Antonio Ledezma, exalcalde de la Gran Caracas de oscuro pasado, pero debidamente blanqueados para mostrarlo como defensor de la democracia contra la “dictadura”.
Nunca como en este momento las descripciones de Galeano sobre el “mundo al revés” se ajustan a esta grotesca pantomima internacional que parece volver nuevamente ciegos y sordos a los representantes de aquellas izquierdas europeas ya acostumbradas a exportar con las bombas su “democracia”: aquella en la que los pueblos votan, pero no deciden.
El PD y aquellas ex-izquierdas a sabiendas han conducido una campaña de desinformación interesada en tergiversar el alcance de las fuerzas en juego, sobre el enfrentamiento de intereses que se ha desarrollado y se desarrolla en Venezuela: al punto de presentarse un puñado de negociantes guerristas como defensores de la democracia, de premiar a los jóvenes nazistas reconociéndoles como “defensores de la libertad de pensamiento” y apoyar un partido de extrema derecha como Voluntad Popular.
Hoy, estas “izquierdas” están listas a repetir el escenario libio, cuando también Italia ha acompañado con los propios caza-bombarderos el ataque bélico a Libia llevado a cabo por los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia el 19 de marzo del 2011. ¿Dónde estaban en ese entonces todas las banderas arco-iris que habían manifestado en la plaza por millones para impedir las agresiones a Irak el 15 de febrero del 2003?
¿Dónde fue a parar aquella “segunda potencia mundial” que había dicho “no” a la guerra aunque si se sentía totalmente identificada con la visión demonizada de Saddam Hussein? ¿Dónde están ahora los “pacifistas”? Los aplausos del PD para Guaidó indican que el odio de clase contra el ex-sindicalista Maduro, transformado en “dictador comunista” es más fuerte que el hipócrita refrán “contra todas las guerras”, que nos han propinado por todos estos decenios...
Pero, crece también en Italia una oposición consciente que se mueve sobre contenidos claros y que ve la participación de tantas energías juveniles: desde Roma a Génova, desde Nápoli a Messina, desde Palermo a Torino y a Bussoleno. Se está movilizando la izquierda anticapitalista: desde la organizaciones como la Red de los comunistas y de los partidos que no han tenido titubeos en defender al socialismo bolivariano -como Rifondazione, el Partito Comunista, el Partito dei Comunisti italiani, o el Partito dei Carc –.
En Nápoles, se ha desarrollado un debate muy participativo con la intervención de las autoridades consulares de Venezuela, de los representantes del municipio, del Partido de Rifondazione Comunista, de Potere al Popolo y de tantos espacios sociales. En Sicilia, dos encuentros repletos, en Messina y en la Universidad de Palermo empujaron a los jóvenes a reflexionar sobre la importancia de defender la democracia participativa de Venezuela, que permite a las clases populares tomar su destino en sus propias manos.
Un tema particularmente sentido en Sicilia, donde las bases militares de la OTAN determinan la economía y la vida entera, con los jóvenes de la Unión Juvenil Independentista Fajdda se ha hablado de un gobierno que resiste a un modelo de desarrollo depredador que quisieran imponer nuevamente en Venezuela. Como a menudo sucede, un grupito de oposición habría querido impedir el debate para imponer la propia “democracia”, pero no ha encontrado espacio. Y muchas firmas se han recogido para la petición internacional, como ya sucedió en el 2014 contra las sanciones de Obama, que había definido a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los Estados Unidos. Hoy, desde los cinco continentes, se levanta el grito de los pueblos: “Fuera las manos de Venezuela”.
Traducción Gabriela Pereira
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