¿Sigue vigente la ALADI?
- Opinión
La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) constituyó el primer intento de crear un sistema de integración con una política comercial común en la que estuvieran presentes todos los países latinoamericanos. Dicho proyecto ha pasado por muchas dificultades hasta llegar al punto donde los Estados Miembros optaron por la creación de procesos de integración subregionales.
Creada en 1960, con la firma del Tratado de Montevideo y bajo el nombre de Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) fue renovada en 1980 bajo el nombre de ALADI, pero desde entonces, no ha presentado miras a otra renegociación o un nuevo fortalecimiento de compromisos entre los Estados firmantes; sin embargo, siguen adhiriéndose nuevos miembros. ¿Cuál sería la causa de este fenómeno?
A partir de finales del siglo XX, algunos países del Caribe y de Centroamérica mostraron interés en la adhesión y al concretarse, se dieron escenarios sin precedentes, ya que ninguna de las regiones habían mostrado mayor interés en consolidar sus procesos de integración con Sudamérica y México y optaban más por una perspectiva regional entre sus vecinos, como si Latinoamérica como tal no fuera una región del mundo y más bien Centroamérica fuese una región aparte.
El primer país en ingresar en esta época fue Cuba, el cual se puede ver como un parteaguas en la historia de la integración latinoamericana, ya que seguía siendo un país socialista, pero que tras el fin de la Guerra Fría, poco a poco, intentaba ampliar sus horizontes en el mundo y en este caso, dentro de la misma región. Además, “se comprometía a acatar todas las medidas del Tratado de Montevideo para el libre comercio” (Aguado, 1998).
Por otro lado, a partir del año 2000 en Centroamérica se fueron dando escenarios donde algunos países no estaban completamente convencidos de los mecanismos de integración de dicha región, tales fueron los casos de Panamá y Nicaragua.
Panamá consiguió ser miembro en 2008 “al ser una de las economías con mayores tasas de crecimiento de la región y con una ubicación geográfica privilegiada y por los intereses de los empresarios panameños podrán exportar e importar productos desde y hacia la región” (ALADI, 2012). De esta manera, podían tener mayor alcance en los mercados sudamericanos y en el mexicano, a que si hubieran profundizado una convergencia económica con Centroamérica.
Nicaragua, por su parte, optó por negociar su ingreso a la ALADI debido a que, por razones de su tipo de gobierno de izquierda, cada vez se ha vuelto más difícil una integración con los modelos neoliberales tan marcados en los países de la región. Dicho país ha intentado sumarse a la asociación desde 2009, pero Colombia era su principal opositor, debido a “la disputa territorial que tienen sobre el archipiélago de San Andrés y las islas de Providencia y Santa Catalina en el Mar Caribe" (Bejarano, 2017).
En 2017 ambos países acordaron disminuir los impuestos –indicados por la ALADI– hacia las mercancías del otro, ya que anteriormente dichos aranceles existían a modo de represalia. “Ahora, sólo le queda a Nicaragua negociar con el resto de los países de renta media baja sobre las concesiones que deberá hacer” (Bejarano, 2017).
¿Qué es lo que sigue haciendo ALADI en el siglo XXI? Se sigue fomentando el libre comercio entre los países miembros y se han diversificado las formas de hacerlo. Actualmente, existen programas de cooperación técnica para el desarrollo y promoción comercial, por ejemplo: se dan cursos para Pequeñas y Medianas Empresas (PyMes) de sectores clave de los países sobre temas de “complementariedad y gestión económica; apertura, preservación y acceso efectivo a los mercados; mejoramiento de transporte y logística; y fortalecimiento institucional” (ALADI, 2016). Se crea el “Centro Virtual de Formación en Integración y Desarrollo” (ALADI, 2016) donde se llevan a cabo cursos y seminarios en línea sobre distintos temas de comercio internacional, además de los cursos presenciales que se siguen ofreciendo en las instalaciones en Montevideo y además, se elaboran bases de datos al alcance de los empresarios y de instancias gubernamentales para poder facilitar el conocimiento de estrategias de venta y normativa de la ALADI.
Aunado a esto, desde 1980 se creó la categoría de “Países de Menor Desarrollo Relativo (PMDER)” (ALADI, 2016) con el fin de que “las desgravaciones deberían ser totales, permanentes, preferentemente industriales y negociadas sin reciprocidad; dichas desgravaciones se podrían acompañar de programas y acciones de cooperación en las áreas de preinversión, financiamiento y tecnología, para lo cual se creó una Unidad de Promoción Económica en el seno de la Secretaría General de la Asociación” (Estay, 2013: 80). En caso de ingresar, tales países son Ecuador, Bolivia, Paraguay y probablemente, Nicaragua.
Sumado a lo anterior, se apostó por fomentar el networking a través de ruedas de negocios, misiones comerciales hacia los países miembros y la creación de la “EXPO ALADI” (ALADI, 2016) como una de sus principales ferias comerciales dirigidas a empresarios y asociaciones comerciales de los países integrantes.
Han pasado casi 60 años desde la creación de la ALALC y, paralelamente, muchos procesos de integración regional se han creado y desaparecido en el mundo. Sin embargo, la ALADI, sigue en pie y seguirá existiendo, porque además de ser el recuerdo de ese ideal de integración latinoamericana, cuya finalidad, al no ser política, sino meramente económica y comercial, ha permitido que se adapte a través del tiempo, a diferencia de otros mecanismos de integración subregionales que han desaparecido prácticamente, ya que sin importar los cambios de modelos de desarrollo o de ideologías, la ALADI cuenta con una adaptabilidad a nuevas estrategias de vinculación de los países de la región y reconociendo las asimetrías de la región.
¿Es necesaria la ALADI? Por supuesto, ya que hasta que no se consolide la ALADI, no se podrá cimentar una integración regional que incluya a toda América Latina. Tal como lo señalan varios autores, la ALADI no es más que un “área de preferencias económicas” (Estay, 2013: 79), pero sin ella, sería más complicado que existieran los otros procesos de integración subregional, porque para que se alcance la integración económica en cualquier nivel latinoamericano, regional o subregional, primero se tendrá que hacer, por lo menos, las desgravaciones propuestas por ALADI para alentar el comercio entre los propios países de América Latina.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Aguado, N. (7 de noviembre de 1998). ALADI acepta a Cuba como miembro. El Nuevo Herald. Recuperado de http://www.latinamericanstudies.org/cuba/aladi.htm
Asociación Latinoamericana de Integración (2016). Acerca de ALADI. Recuperado de http://www.aladi.org/sitioAladi/quienesSomos.html
Asociación Latinoamericana de Integración (Junio de 2012). Panamá ya es el 13º país miembro de ALADI. Boletín informativo. Vol. 12 (2). Recuperado de http://www.aladi.org/boletin/espanol/junio/Proceso1.htm
Asociación Latinoamericana de Integración. (2016). Sistemas de Apoyo a PMDER. Recuperado de http://www.aladi.org/sitioAladi/PMDERSistemaDeApoyo.html
Asociación Latinoamericana de Integración (2016). Promoción Comercial. Recuperado de http://www.aladi.org/sitioAladi/proComServiciosApoyo.html
Bejarano, M. (14 de diciembre de 2017). Colombia, de acuerdo que Nicaragua ingrese a ALADI. El Nuevo Diario. Recuperado de https://www.elnuevodiario.com.ni/economia/449585-colombia-acuerdo-que-ni...
Estay, J. (2013). La ALADI en la integración latinoamericana. En El desarrollo en América Latina y los procesos de integración subregional. Rodríguez, S.; Guerra-Borges, A. (compiladores). Ciudad de México: UNAM.
-Francisco Javier Leyva Ortiz, Univ. de Guadalajara
Este trabajo es parte del Boletín Integración regional. Una mirada crítica, N°4/5, mayo de 2019, editado por el Grupo de Trabajo Integración y Unidad Latinoamericana del Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (CLACSO). https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2019/06/boletin_clacso_mayo_2019.pdf
Del mismo autor
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