Venezuela: ¿Otra vez sin salida?

04/10/2019
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El puente que comenzó a tenderse en Oslo y continuo en Barbados hoy se encuentra desierto, solo quedan los facilitadores animando el regreso de cada una de las partes, las cuales se han replegado a sus posiciones originales. El chavismo se ha marchado con cierta novedad, pues muestra los resultados de un proceso de dialogo alterno, con factores minoritarios de su oposición nacional, pero de oposición. Esta nueva situación puede que desamine a quienes esperan una resolución negociada y anime quienes promueven una salida expresa, con uso de la violencia incluida.

 

El inicio de contactos entre los representantes del chavismo y los factores de la oposición nacional, generaron dudas y expectativas en la comunidad nacional e internacional, pues la pregunta clave era ¿Qué acuerdo eran posibles?  Y ¿bajo qué condiciones podían darse? Frente a la imposibilidad de avance de cada contendor en sus campos problemáticos, lucía razonable sentar a sus representantes para explorar posibles rutas o áreas de entendimiento. Inicialmente la oposición se mostró reacia, pero luego confirmo su participación, mientras los representantes del chavismo exhibieron su disposición desde el principio.

 

¿Qué explica el abandono de esta ruta?, por ahora. Estimo que ninguno de los factores quiere sacrificar algo todavía, consideran que tiene las capacidades para imponerle al otro ciertas condiciones y la evidencia de ello fue que mientras se encontraban sentados, cada cual siguió emprendiendo acciones como si no hubiese dialogo.

 

El chavismo sigue dirigiendo un gobierno que debe operar limitado por las restricciones que el gobierno norteamericano le impone a través de las medidas coercitivas unilaterales, que dificulta la adquisición de materias primas y servicios claves para proveer elementos claves para la vida cotidiana de las venezolanas y los venezolanos. De igual manera lidia con una cultura rentista, que se ha convertido en un caldo de cultivo para prácticas corruptas. Además mantiene su influencia directa en cuatro de los cinco poderes públicos, más la Asamblea Nacional Constituyente.

 

En el escenario internacional el gobierno bolivariano sigue siendo reconocido mayoritariamente en los foros mundiales, incluso por gobiernos que le son críticos y que promueven medidas coercitivas unilaterales, como por ejemplo el de el Reino de España, y este sentido se puede referir a la reunión del Canciller venezolana Jorge Arreaza y el canciller ibérico Josep Borrell en Nueva York en marco de la conferencia anual de Naciones Unidas, así como la declaración de apoyo del Movimiento de No Alineados.

 

La oposición nacional siguió animando a otros gobiernos a incrementar medidas coercitivas unilaterales, en particular al gobierno de los Estados Unidos de América y a espacios multilaterales como la Unión Europea. Así mismo saluda de buena gana las acciones diplomáticas que ha emprendido el grupo de Lima para activar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca con el objeto de darle marco a nuevas medidas coercitivas unilaterales, ahora desde gobiernos de América Latina, así como eventualmente contemplar el uso de la fuerza. Con la promoción del TIAR se trasciende de la agresión discursiva de los gobiernos del grupo de Lima a medidas concretas, como la imposición restricciones de ingreso a los países de líderes chavistas, así como la confiscación de posibles patrimonios.

 

¿Tiene la oposición al chavismo en Venezuela condiciones para entrar otra vez al dialogo? En este momento está seriamente comprometida, sigue sin agenda propia, con una credibilidad decreciente, con fracturas organizativas y con un liderazgo corrompido y atomizado.

 

El rechazo a Nicolás Maduro se mantiene, pero el liderazgo de la oposición sigue sin poder traducirlo en mecanismos de presión efectiva. Semanas tras semana surgen informaciones sobre las dobles agendas de la dirigencia opositora, revisemos dos ejemplos. Recientemente se hizo pública una conversación entre integrantes del equipo de Juan Guaidó en relación a un tema muy sensible en Venezuela, como lo es las negociaciones del Esequibo, actualmente territorio en reclamación por parte de nuestro país. En esas conversaciones se dejaba ver que existe la disposición de flexibilizar la posición venezolana para favorecer intereses corporativos. Por otro lado desde Colombia se publicaron unas fotografías que muestran a Juan Guaidó en enero pasado con líderes de grupos paramilitares colombianos que los custodiaron para que llegar a Cúcuta.

 

Un posible dialogo futuro deber ser entre el gobierno que agrede y dirige la oposición venezolana, en decir directamente entre el ejecutivo de los Estados Unidos de América y el liderazgo del chavismo. Al menos se pueden estimar más garantías de avances, pues tiene capacidades para sostener acuerdos.

 

Este escenario no sería extraño pues en la actualidad se desarrolla en Corea del Norte e Irán, es decir el gobierno de Estados Unidos de América no tiene intermediarios. Y de hecho es una vía con antecedentes.

 

Mientras tanto el gobierno de los EUA mantendrá su línea, con la oposición venezolana como operador político continuará precarizando aún más la posición del chavismo, para lograr la ventaja conveniente en el momento de la formulación de los acuerdos. Aquí el tiempo ahora juega en contra del chavismo, pues la resistencia prolongada requiere recursos y estos son escasos, a pesar de contar con apoyos de países que le hacen contrapeso a EUA. Es un desafío para el chavismo reformularse para mantener la correlación de fuerzas y este es un momento peligroso, porque puede transformarse algo contrario a los principios orientadores iniciales o a lo que permitió el surgimiento de un proceso de cambio en Venezuela.

 

@jxrondon

https://www.alainet.org/es/articulo/202508
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