Lo que pasa en América Latina: una escuela

09/12/2019
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Lo que vive América Latina en este 2019, nos parece indicar que el neoliberalismo ha fracasado: Cayó Macri en Argentina; en Brasil la prisión de Lula se volvió insostenible, Bolsonaro no logra dar pie en bola y su derrota es inminente; Lenin Moreno de Ecuador empantanado hasta la cabeza y de un rato a otro se les puede hundir; de Perú lo menos que podemos decir es que se tambalea y así no le sirve al imperio, sino en actos sucios como el de no dejar transitar por su espacio aéreo el avión que conducía a Evo Morales y a Álvaro García Linera; en Colombia asesinan a antiguos miembros de las FARC, mientras otros regresan a la lucha armada y Duque sufre en las calles la arremetida popular. Y el imperio no ha podido con Venezuela pese a la potencia de fuego a la que la someten: en lo económico, con el bloqueo, usando paramilitares y aliándose con narcos colombianos (Los Rastrojos y otros grupos).

 

En Chile el pueblo llegó a los límites del cansancio, se ha tomado la calle para protestar y tirar por el suelo las pretensiones de que el neoliberalismo es el modelo por excelencia. Chile era en el continente el escaparate de los Estados Unidos para mostrar los éxitos (falsos por supuesto) del sistema.

 

A Bolivia la agarraron distraída, el propio Evo Morales aceptó que cayó en la trampa, nadie se lo esperaba a pesar de que Evo denunció que se estaba preparando un golpe de Estado. Tomar el control de Bolivia como pretendieron hacerlo en Venezuela con “Guaidó”, le permitió al imperio distraer la atención pública y mediática internacional que enfoca a Chile. Además, el golpe de Estado en Bolivia le daba ánimo a su títere venezolano, pillado hace unos días con los Rastrojos, sus aliados paramilitares y narcotraficantes de Colombia, que a juzgar por lo que salió a la luz con el escándalo “Guaidó-Rastrojos” estos tienen vínculos con el gobierno Iván Duque, prominente discípulo de Álvaro Uribe. Pero además Piñera necesitaba ayuda, así que lo de Bolivia podemos verlo como una manera de oxigenar a Piñera, por supuesto que teniendo presente que en Bolivia lo que está en juego son sus recursos naturales y el ejemplo (malo para ellos) de lo que significan los logros de un gobierno socialista en la región.

 

Bolivia posee la mayor reserva mundial de litio en el planeta, con 21 millones de toneladas, es el país de América del sur con mayor crecimiento en su economía, con muy bajo desempleo y que logró sacar de la pobreza a los sectores, antes de Evo, marginados hasta los límites de la supervivencia. En la frontera de Chile, Argentina y Bolivia se encuentra entre el 70 y 85% del litio planetario.

 

En Brasil la derecha llegó al gobierno después de que Dilma Rousseff, con un gobierno de inclusión llevara como vicepresidente a Michel Temer, oscuro personaje de los sectores radicales de la derecha brasileña.

 

Lenin Moreno llegó al gobierno impulsado por el propio Rafael Correa. Moreno, al llegar al poder, le dio la espalda a Correa, se entregó a los brazos del imperio y comenzó a destruir todos los avances logrados por el Movimiento Alianza PAÍS y a perseguir a sus simpatizantes.

 

A Cristina Kirchner, el pueblo, por falta de madurez política e ignorancia, le dio un voto de castigo, creyendo que lo que Macri ofrecía era cierto.

 

En los tres casos el partido detrás de ellos falló, no supo guiar a sus dirigentes ocupando cargos de gobierno. El gobernante no puede conducir en solitario un proceso, necesita de un partido ético, de luchadores que cada día se revuelven en las calles con el pueblo para educar a los sectores atrasados políticamente; con una capacidad de análisis y de procesar la realidad, de primer nivel; con estrategas que sugieran como jugar las cartas, y con escuelas de formación política, por doquier, para educar a la población. Además, cero tolerancias cuando ocurre una falta reñida con la ética, los valores, los ideales, la mística revolucionaria, y con las aspiraciones populares. Un aparato político siempre alerta, como pantera lista para saltar sobre el enemigo cuando este se prepara para atacar, cualquiera que sea el terreno.

 

Evo Morales cometió errores que terminaron por costarle caro. Si bien es cierto de que su renuncia fue un hermoso gesto, digno de un revolucionario de quien su conducta transpira nobleza y mística revolucionaria, igual que en el caso de Linera; con este gesto confiaron en que la derecha se comportaría con cordura y no fue así. Sabias palabras las de Ernesto Guevara Lynch de la Serna, conocido como, “Che Guevara”: “No se puede confiar en el imperialismo, pero ni tantito así, ¡nada!”. Fallaron al subestimar que detrás de ese artero golpe estaban los Estados Unidos. Falló el aparato de inteligencia del Estado. Falló el alto mando del Movimiento al Socialismo (MAS) al no prever tal escenario y permitir su renuncia, y luego dejar renunciar a la presidente del Senado Adriana Salvatierra, sirviendo así en bandeja de oro la posibilidad de tomar las riendas del gobierno a la derecha; tal como ocurrió. Fallaron, al no haber movilizado a toda su militancia desde el primer momento, la noche de la renuncia de Evo y García Lineras.

 

Falló el aparato de gobierno al tener al general Williams Kaliman como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, hombre formado en la Escuela de Las Américas. Y al general Yuri Calderón de comandante nacional de la policía boliviana. Era fácil prever que ambos militares estaban contaminados. Los dos habían recibido formación militar en academias de Estados Unidos.

 

Kaliman recibió un curso de «Comando y Estado Mayor» en Fort Benning, Georgia, la famosa Escuela de las Américasa. El Comandante Nacional de la Policía boliviana, Yuri Calderón está ligado al programa APALA, que desde Washington DC. coordina las relaciones entre autoridades estadounidenses y oficiales de policía de Latinoamérica. Calderón renunció al perder el mando efectivo de la Policía el 8 de noviembre en la noche. Ambos militares participaron en los planes de golpe y en su ejecución.

 

Y de nuevo se equivocó Evo al decir públicamente que al renunciar había caído en la trampa. Un dirigente no debe aceptar un error delante del enemigo, porque esto puede desmoralizar a la tropa y hacerla dudar de su capacidad de conducción, y da información al enemigo de sus debilidades en cuando al trabajo de inteligencia, de la apreciación del momento en el terreno de operaciones y su capacidad táctica y estratégica. Falla el MAS, Evo y García Linera al menospreciar que la derecha es implacable cuando ataca, siempre hay mucha sangre que corre; es canalla, vil, artera. Jamás respeta los derechos Humanos, al contrario, le estorban.

 

Es probable que estas líneas hieran susceptibilidades o incomoden, pero es necesario ver la realidad política con ojos críticos, sí queremos que Abya Yala, Nuestra América o la América Profunda, avance por el camino que conduce a una sociedad más justa, y a la definitiva independencia de la invasión europea de los años 1500, y del colonialismo de Estados Unidos. Estos hechos deben servir de escuela a los sectores progresistas de los pueblos latinoamericanos.

https://www.alainet.org/es/articulo/203708
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