Drones, desafíos estratégicas en tiempos 4.0
- Opinión
Es un vehículo aéreo no tripulado o que vuela sin tripulación; esta palabra deriva de su homónimo en ingles drone o VANT (vehículos aéreos de combate no tripulados), capaz de mantener autónomo su nivel de vuelo controlado y sostenido, propulsado por un motor de explosión eléctrico o de reacción en la mayoría de los casos.
Si bien existen muchas variedades de formas, tamaños, configuraciones y características, podemos empezar por describir que existen VANT de usos civiles y comerciales, pero de acuerdo a su historia surgen como aviones pilotados remotamente o drones. Sus primeros usos fueron aplicaciones militares. Con la progresiva popularización del uso civil de los drones sus aplicaciones varían, ampliándose el número de consumidores más allá del terreno militar.
Actualmente, los VANT militares realizan tanto misiones de reconocimiento como de ataque. Si bien se ha informado de muchos ataques de drones con éxito, también son susceptibles de provocar daños colaterales y/o identificar objetivos erróneos, como con otros tipos de arma. Los VANT se emplean asimismo en un pequeño pero creciente número de aplicaciones civiles, como en labores de lucha contra incendios o seguridad civil, como la vigilancia de los oleoductos.
Algunas de las ventajas de los drones son: la posibilidad de uso en áreas de alto riesgo de difícil acceso, no requiere la actuación de pilotos en zona de desastre. Y entre las desventajas podemos mencionar: las técnicas, éticas y económicas.
Los VANT, dependiendo de su misión principal, suelen ser clasificados en seis tipos:
- Blanco: sirven para simular aviones o ataques enemigos en los sistemas de defensa de tierra o aire.
- Reconocimiento: enviando información militar. Entre estos destacan los MUAV (Micro Unmanned Aerial Vehicle) tipo avión o helicóptero.
- Combate (UCAV): para combatir y llevar a cabo misiones que suelen ser muy peligrosas.
- Logística: diseñados para llevar carga.
- Investigación y desarrollo: en ellos se prueban e investigan los sistemas en desarrollo.
- UAV comerciales y civiles; son diseñados para propósitos civiles, realizar filmación, tomar imágenes y purificar el aire (ZED CORP).
También pueden ser categorizados dependiendo de su techo y alcance máximo:
- Handheld: unos 2000 pies de altitud, 600 metros y unos 2 km de alcance en vuelo.
- Close: unos 5000 pies de altitud, 3000 metros y hasta 10 km de alcance.
- NATO: unos 10 000 pies de altitud, hasta 50 km de alcance.
- Tactical: unos 18 000 pies de altitud, hasta 160 km de alcance.
- MALE (médium altitude, long endurance); hasta 30 000 pies de altitud y un alcance de unos 200 km.
- HALE (high altitude, long endurance): sobre 30 000 pies de techo y alcance indeterminado.
- HYPERSONIC: alta velocidad, supersónico (Mach 1-5) o hipersónico (Mach 5+): unos 50 000 pies de altitud o altitud suborbital, alcance de 200 km.
- ORBITAL: en órbitas bajas terrestres (Mach 25+).
- CIS lunar: viaja entre la Luna y la Tierra.
En lo que respecta a su fabricación, en diversos países del mundo que se abocan a la venta y comercialización de los diversos características y para diversas aplicaciones en múltiples ámbitos, podemos mencionar a: China quien este año mostró el ensayo de una escuadra de drones acuáticos, mientras que EEUU avanza con la construcción de una base drones, allí estarán estacionados aviones de combate y drones militares MQ-9. Rusia, otra de las potencias que presentó el año pasado el drone Korsar donde exhibió sus capacidades de última generación, todos estos para la cuestión militar de Defensa. Otro país de vanguardia es Israel, quien últimamente utilizó sus drones para capturar gases lacrimógenos en un ataque a tierra y población palestina.
Últimamente es preciso destacar los ataques a instalaciones petroleras de Arabia Saudita, presuntamente por el ejército Yemení, que podrían tener repercusiones económicas y políticas en el mundo entero.
Ahora bien, en lo que respecta a Latinoamérica, más precisamente en Argentina, DJI presentó nuevos drones también este año, que presentan funciones inteligentes para la captura de fotos y videos, como así también un rendimiento de vuelo optimizado. Mientras que México es el país pionero en la región, otro dato que no podemos dejar pasar es el ataque frustrado con drones que recibió el Presidente de Venezuela, hace un tiempo atrás, supuestamente por paramilitares Colombianos.
En fronteras, seguridad de aeropuertos y ciudades, medición de terrenos y obtención de mapas, fumigación, revisión de torres eléctricas o paneles solares, los drones tienen múltiples usos hoy en América Latina. Desde sus inicios como blanco de tiro militar a principios del siglo XX, el desarrollo de esta tecnología ha ido en aumento y, por primera vez, participan masivamente en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), el evento de aviación más importante de América Latina que se desarrolló en Santiago de Chile.
En Brasil, las Fuerzas Armadas usan drones en misiones de reconocimiento y vigilancia de las fronteras, especialmente en la Amazonia. Actualmente está en producción el modelo Falcão, el primer dron de uso militar. De acuerdo con Defensenews.com, América Latina gastó 71,1 millones de dólares en VANT en 2013, pero gastará 271 millones de dólares en 2022, un promisorio futuro para las industrias de defensa.
Se estima, de acuerdo a datos de fabricantes de drones, que para el año 2021 se venderán 16 millones de drones en todo el mundo para diversos usos; una cifra que resulta increíble y masiva, que sería un costado positivo para las empresas, pero al mismo tiempo el costado negativo radica en que los narcos, militares y políticos están todos subidos al boom de los drones en Latinoamérica.
En pocos años más, todas las fronteras del mundo serán monitoreadas por drones específicamente diseñados para largas distancias. De hecho ya son muchos los Estados de la región que los han incorporado a sus sistemas de defensa territorial, como Bolivia, Chile, Argentina o Colombia.
Nuestra dependencia de la tecnología conlleva necesariamente una mayor vulnerabilidad respecto a incertidumbres científicas así como a riesgos de disfuncionamiento técnico que podrían provocar grandes catástrofes humanitarias inéditas, como accidentes tecnológicos mayores, parálisis de los sistemas de salud o de aprovisionamiento de un país debido a la destrucción de las redes informáticas en el marco de las llamadas cyber-guerras. Vale la pena preguntarse qué pasará el día que hackeen el sistema informático de un ejército de drones y una banda criminal pueda utilizarla a su antojo. Frente a esta problemática, algunos expertos sostienen la necesidad de otorgarle poder de decisión a la máquina, y ahí entramos en otro gran debate, que es la inteligencia artificial, la misma que hoy nos exhibe un gran potencial transformador y disruptivo, que deberá sin dudas estar acompañado, más temprano que tarde, al menos en nuestra región, de líderes que deban equilibrar el statu quo con la viabilidad dependiendo de las circunstancias que se presenten.
- Dr. Mario R. Duarte, Abogado, Juez Adm. de Faltas Sauce Ctes. Especialista en Derecho Municipal de Faltas y Contravencional, Investigador/Consultor Seguridad, Miembro Dossier Geopolitico/CEES.
Fuentes:
https://mundo.sputniknews.com/radio_telescopio/201802071076069710-dron-seguridad-defensa/
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