Martí y Bolívar: Dos pensamientos afines

29/01/2020
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En homenaje al nacimiento del apóstol cubano José Martí, La Habana, Capitanía General de Cuba, el 28 de enero de 1853, en la localidad de Dos Ríos, deseamos hacer brevemente unas pinceladas de su pensamiento y acción, de todo su repertorio, por lo que es considerado un propagador de las ideas libertarias de nuestra época, juntándolas con las del Libertador Simón Bolívar.

 

Los elementos fundantes del Socialismo y del Comunismo, tanto en Venezuela como en Cuba, se reflejan diáfanamente en las acciones y pensamiento de sus máximos líderes Martí y Bolívar, a través de su pensamiento integracionista y antiimperialista, su carácter profundamente revolucionario y sus dotes de estadista.

 

José Julián Martí Pérez (1853-1895).

 

Martí y la integración latinoamericana

 

A José Martí, se le considera por varios autores como el Precursor de la Integración Latinoamericana. Ya en 1891, señalaba que “solos y aislados nuestros pueblos están condenados”.

 

El profesor Lisandro Bonilla Deibe, escribe: “El tránsito histórico hacia la integración latinoamericana, de hecho ya una tendencia, contradictoria y compleja pero en ascenso en la conciencia y práctica de nuestros pueblos, fue advertido por Martí y expresado en el llamado de que” “los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos”,… “para que no pase el gigante de las siete leguas”.

 

Igualmente el autor Juan J. Paz y Miño Cepeda señala que José Martí destacó la unión latinoamericana, tal como la buscó Simón Bolívar, y por ello dirá: “El alma de Bolívar nos alienta; el pensamiento americano me transporta”; “Todo nuestro anhelo está en poner alma a alma y mano a mano los pueblos de nuestra América Latina”; “Es necesario ir acercando lo que ha de acabar por estar junto. Si no, crecerán odios; se estará sin defensa apropiada para los colosos peligrosos, y se vivirá en perpetua e infame batalla entre hermanos por apetito de tierras”.

 

Hoy nuestra América mestiza hace suyo el llamado de Martí en un contexto que anuncia un nuevo amanecer con tintes de unidad latinoamericana.

 

El Martí antiimperialista y revolucionario

 

El legado de Martí quedó en la fuerza de su pensamiento revolucionario. El escritor Paz y Miño Cepeda igualmente nos recuerdan que también estuvo clara la identidad propia de esta región. Martí dirá: “La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas”.

 

Pero fue sin duda visionaria la advertencia de Martí sobre el nuevo peligro para Nuestra América Latina: apenas el día anterior al de su muerte, desde el campamento de Dos Ríos, escribía en una carta: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con qué realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”.

 

Martí no se equivocó, y el desarrollo del siglo XX vio consolidar sobre los países latinoamericanos la hegemonía de los Estados Unidos, ese “norte revuelto y brutal que los desprecia”, conforme sentenció en otra de sus frases.

 

La Revolución Cubana de 1959 es heredera de la lucha por la independencia y tiene a José Martí como referente revolucionario central. Con esa guía antiimperialista, ha resistido medio siglo de bloqueo norteamericano. Ni se amedrentó, ni desmayó. Y ningún país ha igualado semejante comportamiento, pues el bloqueo ha constituido una imposición inédita en la historia mundial contemporánea.

 

El tiempo luce como si José Martí hubiera permanecido vigilante: no solo para advertir el peligro de la hegemonía imperialista, sino para recordar la identidad de Nuestra América Latina y el poder que es capaz de generar su unión, en el camino trazado por Bolívar.

 

El estadista Martí

 

Según el escritor Elier Ramírez Cañedo, José Martí tenía una excepcional capacidad política y vislumbraba, como gran estadista que era, los destinos de los pueblos, aportando al proceso histórico de Cuba, la importante experiencia de lo trascendental de la labor ideológica en una causa revolucionaria.

 

Señalando además Ramírez Cañedo que “José Martí encarnó las posiciones más avanzadas del pensamiento democrático radical cubano de su tiempo, no por casualidad sus ideas signaron proverbialmente la lucha revolucionaria y progresista de Cuba y del resto de los países latinoamericanos durante muchos años. En la actualidad, su pensamiento es aún estandarte de lid.

Martí tuvo una total comprensión de la necesidad del debate de ideas como vía para que el proyecto revolucionario y los lineamientos generales del modelo de república al que aspiraba, y consideraba viable y necesario en nuestras condiciones históricas, pudieran ser concientizados por las masas humildes que, a su juicio, debían dirigir la revolución. Sabía que a la práctica revolucionaria debía anteceder una enconada lucha de pensamiento, como antesala indispensable para la reorganización política e ideológica y militar de las fuerzas revolucionarias. Asimismo, entendía necesario ganar el sentimiento patriótico, y a la vez, la conciencia de los más amplios sectores de la población”.

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios (1783-1830).

 

Bolívar y la integración latinoamericana

 

A pesar de que su proyecto no logró tomar forma, la idea de unir a nuestros países en un solo bloque económico, político, social, buscaba defender la soberanía y las riquezas de la América, de los imperios vigentes y nacientes de esa época; a su vez, esta intención tenía la búsqueda de una democracia verdadera con elementos de libertad, justicia e igualdad. Elementos estos que recalcó de la Revolución Francesa, a saber: Igualdad, Libertad y Justicia. Su pensamiento bandera era: “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América Latina la más grande Nación del Mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.

 

Este pensamiento está vigente hoy, al propiciarse en la Revolución Bolivariana, un Espíritu Integracionista, a través de mecanismos como el ALBA, MERCOSUR, UNASUR y más reciente la CELAC y otros que buscan articular acciones que nos potencien como naciones.

 

El Bolívar antiimperialista

 

Un elemento importante en Bolívar y presente también en la Revolución Bolivariana de Chávez es su carácter antiimperialista en su relación con la actitud hacia los pueblos latinoamericanos. Ambos lo son hasta la crítica y juicio contra los imperios. Es más, proponen otro orden político-económico alternativo al capitalismo: El Socialismo, el cual debe ser original de cada pueblo, de acuerdo a su idiosincrasia y atendiendo al contexto de cada país.

 

No le perdonan al Padre de la Patria venezolana, que haya renunciado a ser un burgués explotador, que propusiera la devolución de sus territorios a los pueblos indígenas y la abolición de la esclavitud, liberando él mismo a sus esclavos. Menos aún que haya denunciado precozmente el carácter imperialista del sistema impuesto a sangre y fuego en los Estados Unidos, cuando afirmó.

 

Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”, alertó desde Guayaquil el 5 de agosto de 1829, cuando ya sus fuerzas vitales le fallaban como su salud.

 

El Bolívar revolucionario

 

Simón Bolívar, fue un gran visionario, con sus planes patriotas atrajo a los Afrodescendientes, a los mestizos y a los valerosos llaneros a luchar hasta alcanzar la libertad y la igualdad. Las batallas emancipadoras se convirtieron en una GRAN REVOLUCIÓN que incluso amenazaron con subvertir el orden en todo el Continente. El proyecto encabezado por Bolívar fue original y tuvo su concreción en la República de Colombia, así como en sus intentos por unificar los países hispanoamericanos cuando celebró el Congreso Anfictiónico de Panamá. Retomamos de Nuestro Libertador que la patria es la América toda, la conformación de una gran nación gloriosa, mas por su libertad que por sus riquezas.

 

El revolucionario cubano José Martí, opina que “Bolívar aún tiene que hacer en América”. Y estamos de acuerdo con él.

 

El estadista Bolívar

 

Bolívar señalaba: “Las leyes deben ser relativas a lo físico del país… a su situación… a sus inclinaciones, a sus riquezas. He aquí el código que deberíamos consultar, y no el de Washington”.

 

Esto refleja el modelo de Estado Democrático que delineo Bolívar. Buscando la participación de todas y todos los habitantes en los asuntos públicos, en igualdad de condiciones, llamándola Democracia Real.

 

Propuso la tesis del Estado Fuerte, aunque apuntaba a la división de poderes, para la transformación política y cultural, creando el poder moral. Consideró la educación, el trabajo y el conocimiento como elementos fundamentales para el desarrollo.  

 

https://www.alainet.org/es/articulo/204467
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