El ofrecimiento del gobierno cubano del envío de médicos para sumarse a la atención a la población de la Provincia de Buenos Aires con motivo de la pandemia del coronavirus desató en las “redes sociales” una avalancha de opiniones, muy diversas. Pero solo aquellos comentarios dirigidos a desprestigiar a la medicina cubana fueron tomados por los medios hegemónicos para “informar” acerca del tema.

 Así fue como el multimedio Clarín difundió en la página en línea del diario y multiplicó por sus canales de aire de la capital y provincias, sus radios de alcance al territorio nacional y su canal de cable, el mensaje en Twitter de la exfuncionaria macrista Laura Alonso, quien afirmó que son espías y no médicos los cubanos que salen en misiones humanitarias.

Alonso obtuvo ese lugar preponderante en esos y otros medios pese a las acusaciones que recaen en su contra, algunas ya en sede judicial, entre ellas la que la involucra como parte de un grupo que realizaba seguimientos a personas que ejercieron cargos públicos hasta diciembre de 2015, con prácticas propias de servicios de inteligencia.

   Tras el anuncio de una posible ayuda cubana y la reacción de la exponente macrista, Infobae, propiedad de Daniel Hadad, con marcada línea antikirchnerista, se esforzó en vincular a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, con la idea de traer médicos de Cuba. Afirmó que “no son médicos” y que solo tienen una formación equivalente a Enfermería. Reprodujo una lista de demandas presentadas por organizaciones de Miami contra las misiones de médicos cubanos ante la Corte Penal Internacional, de La Haya, que nunca prosperaron. E insistió en la afirmación de que “no hacen medicina, hacen política e inteligencia”.

   La Nación recurrió a un comunicador venezolano que escribió desde Caracas, Daniel Lozano, furioso opositor al gobierno de Nicolás Maduro.

   En su texto, Lozano dio por hecho que los médicos llegaron a la Argentina, dato completamente falso, cuando escribió que “el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se mantiene firme al frente de la propaganda cubana en medio de la polémica despertada por los nuevos contingentes de médicos cubanos llegados a Venezuela, Nicaragua, Italia, la Argentina, Surinam y Granada en plena pandemia del nuevo coronavirus”.

   Lozano incluyó elogios al presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, por ordenar el retiro de los médicos cubanos que trabajaban en zonas a las que no van los médicos brasileños, y aseguró que Cuba “tiene una política de Estado que combina lo económico, la venta de servicios para obtener divisas y lo político, como estrategia para ganar legitimidad Internacional e influencia dentro del país receptor”.

   Clarín publicó en una nota de “análisis” que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, mencionó la posibilidad de una ayuda cubana por “orden” de Cristina Kirchner.

   Ninguno de estos medios publicó la opinión de la Organización Mundial de la Salud, que destaca los éxitos del sistema cubano para proteger a su población, con los mejores índices a nivel mundial. Tampoco mencionaron al Interferon Alfa B2, la droga utilizada para frenar la pandemia en China, que fue desarrollada por científicos cubanos para potenciar las defensas del organismo frente a determinadas enfermedades. En este caso, montaron un laboratorio y en conjunto, cubanos y chinos, produjeron el medicamento en grandes cantidades para batallar contra el coronavirus.

Pero la población que se informa por todos estos medios no podrá conocer ninguno de esos datos, porque el ocultamiento de estas y otras informaciones es parte de un relato que, también en el plano internacional, se identifica con los intereses geopolíticos estadounidenses.

-Comunicadores de la Argentina (COMUNA)

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