México (Prensa Latina).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que el neoliberalismo está fracasado y el caos que provoca se nos viene encima, antes del mundo entrar en esta inédita crisis viroeconómica de enormes dimensiones.

López Obrador lo dijo en una de sus conferencias de prensa matutinas y lo repitió muchas veces antes de que el precio del barril de petróleo compitiera con el de una cerveza y meses antes de que la epidemia de Covid-19 diezmara a la población mundial y frenara la economía.

 Ahora, cuando el SARS-CoV-2 y los precios internacionales del petróleo se unen en una mezcla muy explosiva que puede hacer volar la economía mundial y hasta la sobrevivencia del ser humano como especie, lo volvió a repetir.

 Aunque encontró caldo de cultivo dentro de un México que todavía no apaga del todo los rescoldos de la corrupción, 'es una crisis que vino de fuera, eso es obvio, eso es dominio público, es una crisis mundial, y yo agregaría una crisis del modelo neoliberal mundial', acentuó el mandatario.

 Insistió en ello cuando la epidemia de Covid pasó a su fase más demoledora en México: 'Nosotros ya lo sabíamos, que ese modelo no funciona y por eso dijimos que íbamos a iniciar una estrategia distinta y hablamos hasta de escribir un libro de la economía moral para esta nueva etapa'.

 Con ello, el mandatario se quejaba de que el neoliberalismo dejó a México sin médicos y enfermeros especialistas, sobre todo en terapia intensiva, y eso obligó a su gobierno a hacer convocatorias urgentes a jubilados y particulares para que se especializaran de emergencia y poder salvar vidas.

 Fue un llamado dramático bastante correspondido, aunque no es suficiente para la avalancha de enfermos que se espera en mayo, y que ya comenzó en este terrible abril. El déficit de médicos en México es enorme.

 La epidemia expuso al aire los huesos de la orfandad en el que el neoliberalismo dejó al sistema de salud al estimular en todas partes del orbe donde se instaló, la privatización de la medicina, y dejó a los estados sin capacidad de respuesta para semejante tragedia. Los muertos de la Covid-19 son en gran parte del neoliberalismo.

 El gran capital se hace de la vista gorda ante esa realidad y el desastre el Fondo Monetario Internacional vuelve a ofrecer de nuevo sus recetas malthusianas de reajuste estructural, de achicamiento de la administración pública, recortes de programas sociales, despidos y endeudamiento.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, ofreció esa cicuta a 90 países periféricos bajo la alarmante advertencia de que es inevitable una depresión internacional peor que el crack bancario de 1929.

Puede ser real, pero su enfoque es el de la política del miedo, soluciones inadecuadas para el pobre y útiles solo para el rico. México rechazó la oferta.

López Obrador fue muy claro al respecto: 'Pensamos que ya es tiempo de cambiar el modelo. Lo que está pasando en el mundo es una crisis de ese modelo (neoliberal), lo hemos estado diciendo, y es un error volver a lo mismo cuando es un modelo fracasado, especulativo, que no piensa en la gente'.

 'Hay que replantearnos hasta los parámetros en que se mide el supuesto crecimiento porque ¿cómo es posible que hay crecimiento y es cuando se produce más desigualdad? Entonces, el crecimiento ¿en beneficio de quiénes? o ¿cómo se concentró lo que creció la economía?, ¿a quiénes benefició?', se preguntó el mandatario mexicano.

Luego indicó: 'Todo esto ya se ha empezado a debatir en el mundo. Nos sentimos orgullosos porque fuimos de los primeros que planteamos que no íbamos a someternos a la política neoliberal'

 Y, en consecuencia, firmó un decreto de 11 puntos que, contrariamente al reajuste estructural fondomonetarista, afianza el principio de fortalecer el gasto social y el papel del estado en el desarrollo económico, no despedir a nadie, generar empleo.

 También dar créditos populares para elevar el consumo y el ahorro internos, atención médica gratuita, y que una reestructuración del aparato administrativo no afecte a secretarías clave como las de Salud, Educación, Trabajo y Seguridad.

 En esa misma cuerda de reflexión, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, declaró que 'la pandemia del coronavirus (Covid-19) nos ofrece una encrucijada civilizatoria: o regresamos a la globalización concentradora, autoritaria, con el mismo diseño institucional, o construimos un futuro diferente'.

Durante un seminario virtual organizado por la Fundación Carolina de España, Bárcena afirmó que 'el mundo se enfrenta a un mal público global, similar en magnitud al cambio climático, que exige proteger la salud. Por ello, es necesario hacer un llamado a una multilateralidad distinta, que atienda la magnitud de la crisis que estamos viviendo'.   

 Bárcena instó a una reformulación radical de las relaciones Norte-Sur y a transitar a un nuevo multilateralismo, más democrático, que realmente responda a esta crisis y al escenario post pandemia del Covid-19.

 López Obrador, al rechazar el regreso al modelo neoliberal, recordó que las llamadas reformas estructurales no surgieron de México, ni partieron de las necesidades del país.

 'Fue una receta que aplicaron desde los centros financieros del mundo para todos los países, igual para todos, además con el mismo nombre: reformas Energética, Fiscal, Laboral, Educativa, a la seguridad social. Lo mismo, y en los congresos de todos los países se ajustaron las constituciones y las leyes a ese mandato del extranjero', ahondó.

 El mandatario estimó que es incongruente y un grave error regresar a esos mismos medios y métodos de un modelo fracasado para enfrentar una crisis económica y de salud que tiene su génesis en el propio neoliberalismo.

 Las grandes e inaplazables preguntas, entonces, son: ¿cómo saldremos de la encrucijada civilizatoria planteada por Bárcena? ¿Cuáles serán los nuevos paradigmas de un mundo más civilizado que este tan desigual y demoledor?  En fin, ¿cómo será el mundo post Covid-19?

Una respuesta de Guillermo Castro

Al respecto, el académico y excelente analista panameño Guillermo Castro valoró que en lo relativo a la pandemia, 'creo que es bueno atenerse a la premisa sobre la enfermedad y la muerte como hechos naturales, y la salud como producto del desarrollo social'.

 Esto a su vez se vincula a dos percepciones distintas de la propia salud. 'Una nos dice que la salud es la ausencia de enfermedad en los individuos, y mantiene por tanto un enfoque curativo-preventivo centrado en las conductas personales'.

 Explicó que otra nos dice que la salud es un estado de bienestar en la sociedad, y mantiene por tanto un enfoque comunitario organizado en torno a la provisión de servicios de atención primaria en salud.   

Sostuvo que ambas, por supuesto, están socialmente determinadas. 'La forma de sociedad dominante hoy tiende necesariamente a la primera. La sociedad socialista tiende naturalmente a la segunda'.