Muy oportuna y urgente sería y es la participación de la clase trabajadora de México en la vida política y económica, dando respuesta certera y contundente a los centros del poder capitalista, que siguen imponiendo un sistema de expoliación, opresión y explotación durante siglos; en otro sistema es posible enfrentar las pandemias y catástrofes sanitarias como la que hoy vivimos por el COVID 19, con menos daño al pueblo y las fuerzas productivas. Por eso es necesario hoy avanzar hacia la construcción de una sociedad nueva.

El capitalismo ha traído en su transcurrir histórico, en casi todo momento desleal competencia, conflictos, crisis y guerras injustas.

La depresión económica ha llegado a México y al resto del mundo, ¿Cuál será la respuesta de la clase trabajadora, de los movimientos sociales y del pueblo en general para hacerle frente? ¿Cuál será la perspectiva para nuestro país?

Las cámaras empresariales en México y en otros países,  exigen al gobierno rescates financieros como en el pasado,  mayor  endeudamiento externo, mayor deuda pública;  la factura la pagaría los de siempre y durante mucho tiempo el pueblo y los trabajadores, con el coste de mayor pobreza y desigualdad, mientras que la clase de la burguesía empresarial y financiera, no arriesgan nada, aumentarían más sus riquezas.

Los dueños del capital profundizan la pobreza y miseria, la respuesta es la evidente lucha de clases, aunque no le guste a la socialdemocracia y colaboradores de clase de hoy en día. El sistema capitalista siempre se ha negado a la justa redistribución de los ingresos.

Hoy se requiere una estrategia política y económica de la clase trabajadora, hacia el cuidado y protección de los pueblos ante la pandemia y ante el retorno a la productividad en una situación distinta ¿Ante qué circunstancia? Eso depende del grado de organización y UNIDAD de los trabajadores de la ciudad y del campo.

La crisis económica que empeora aún más el sistema de salud nos apresura e invita a la organización para transformar,  en lo nacional e internacional la miseria y desigualdad de un sistema capitalista enfermo; Ahora el hogar común, debe estar enmarcado en el avance por lograr una SOCIEDAD NUEVA. La clase trabajadora debe ir junto a los movimientos anticapitalistas, antipatriarcales y anticoloniales, venciendo a las elites de grupos fascistas y oligarcas que tienen capturado al Estado.  

Se debe rechazar categóricamente las políticas neoliberales aún existentes, impulsadas por el FMI, BM y la Unión Europea.

Se debe rechazar y exigir la cancelación de la deuda externa, que encadena y le niega el bienestar a los pueblos y la nación.

Proponer y exigir que sea el Estado, el que provea y atienda la salud pública y la educación gratuita para el pueblo y no los particulares que toman estos servicios como mercancía, han evidenciado en los países desarrollados un tremendo fracaso ante crisis pandémicas, desprotegiendo y abandonando a su suerte la vida de los trabajadores y de los pueblos en general.

Rechazar con dureza los des-valores de individualismo y consumismo irracional, adoptando valores de solidaridad, justicia social y procesos revolucionarios que conduzcan al establecimiento de un sistema superior de vida.

Luchar unidos, obreros, campesinos, pueblos originarios, afrodescendientes y fuerzas políticas progresistas y antimperialistas en un frente nacional y mundial, por la socialización de los grandes y estratégicos medios de producción, financieros y de servicios fundamentales para el progreso social de la sociedad en general.

Unir fuerzas contra el capitalismo que aprovecha la crisis sanitaria reduciendo salarios y derechos conquistados.

Deben organizarse y unirse todos los trabajadores organizados y de la economía informal ante el evidente agotamiento histórico que sufre hoy,  el sistema capitalista en su fase imperialista última, para trazar juntos una nueva etapa histórica de transformación revolucionaria, de la realidad concreta hacia nuevos estadios de vida.

Unificarse en la acción en coordinación con las luchas populares en defensa de la soberanía nacional, contra el fascismo, la guerra imperialista y los bloqueos económicos que el imperialismo aplica injustamente contra Cuba, Venezuela y otros países que luchan por lograr su independencia económica y política en un mundo multipolar.