La prensa opositora disecciona al ídolo
- Opinión
Desprecio al astro deportivo por su proximidad al peronismo
La prensa opositora se tomó unas pocas horas para diseccionar la figura de Diego Armando Maradona, porque el inevitable reconocimiento a las hazañas deportivas fue compensado con el repudio a sus inclinaciones políticas, por el pecado de aproximación al peronismo y a los anhelos populares. Los errores organizativos en el funeral y los desórdenes son aprovechados para mantener la estrategia de combate al Presidente y su gobierno.
Hay unanimidad entre Clarín, Infobae y La Nación para descalificar al ídolo, dándolo como falto de inteligencia y por lo tanto prensa fácil de ambiciones ajenas. “No pudo gambetear a la política”, sentenció Pagni en portada el jueves, cuando la asimilación de la pérdida apenas empezaba en el país y en el mundo. Esta tesis fue tomada y repetida en otros espacios.
También son unánimes la descripción y las conclusiones sobre el velatorio del jueves en la Casa Rosada, decisión condenada de antemano, mucho antes de los desórdenes, porque una fusión simbólica entre millones de argentinos y el Gobierno en el homenaje al ídolo, aunque terminara siendo temporal, no favorecía la estrategia contra el oficialismo.
Así, los errores organizativos son muy útiles para el objetivo de presentar un Gobierno incapaz, ineficiente, con ministros fracasados en toda la línea: le toca a Frederic por los hechos del jueves, pero por caso Letjman en Infobae se las compone para evocar a Kulfas y su papel ante la malograda expropiación de Vicentín, y a la ex ministra Bielsa por los conflictos sobre la tierra.
Pagni, pero también González y Gambini de Clarín, se hicieron cargo de desaprobar a Maradona por sus preferencias y acciones políticas: para eso lo privan de toda virtud y capacidad para ver el mundo y lo ponen como objeto de manipulación fácil, una suerte de remedo de la mirada supremacista que estos medios expresan desde siempre para decir que los sujetos sociales del conurbano se mueven en micros pagados y por “el chori y la gaseosa”.
Morales Solá, de La Nación, se niega a todo ejercicio de simulación en torno del dolor popular, tan necesaria para mejorar ventas y niveles de audiencia, y desnuda su brutalidad, cuando afirma que Maradona murió “sin su habitual escenografía de monarca tropical”.
Pero, es cierto, los demás columnistas no se atreven a dejar ver este desprecio, aunque el Presidente Fernández recibe andanadas que, es necesario insistir, empezaron muchos antes de los hechos del jueves a la tarde. Pagni lo acusa de “vampirizar” la popularidad de Diego y va todavía más lejos: “de tan compungido, suspendió su agenda laboral”. Es decir que sugiere que debió seguir con la actividad normal, pero este razonamiento es invertido para usarlo contra Cristina Kirchner, por la sesión del Senado, el viernes. En este caso, la consigna es que sesionó “en medio del duelo”.
En Clarín, el editor Abascal buscó ametrallar la figura presidencial: le reprocha haber puesto sobre el féretro la camiseta de su club, Argentinos Juniors, con lo cual -dice- tapó la bandera argentina.
Luego, todas y cada una de las crónicas y notas de opinión se organizan para culpar por todo a la Presidencia y liberar de toda responsabilidad a Rodríguez Larreta, Santilli y su policía, que en especial desde la asunción de Macri en 2015 se especializó en generar violencia en manifestaciones y actos de protesta. Lo más común, y esto está denunciado también respecto del jueves, es infiltrar agentes que atacan a la policía y desencadenan así la represión indiscriminada. Alguna vez uno de estos piedrazos terminó con un agente hospitalizado.
Por supuesto, no hay un solo matiz editorial que ponga mínimamente en duda cómo actuó la Policía de la Ciudad, postura que el domingo, por si algo le faltara al Frente de Todos, apuntala Sergio Berni en Infobae, en una nota en la que reanuda hostilidades con la ministra Frederic.
Ninguno de los medios ni columnistas opositores se pierde la oportunidad de aprovechar al máximo las fallas evidentes de la organización del velatorio, la primera de las cuales fue no haber tenido en cuenta que la Policía de la Ciudad es una fuerza camorrera, provocadora y violenta, con grupos al servicio de las mafias locales, capaz de seguir a civiles hasta 20 ó 30 cuadras de un punto de conflicto para golpearlos, arrastrarlos y detenerlos, como se vio ya en varias ocasiones. El enigma queda abierto para futuras concentraciones.
Las órdenes al dispositivo mediático opositor superaron por completo los hechos y por eso hay quienes se ven forzados a sobreactuar, como lo hacen varios columnistas al dar a la Casa Rosada como “copada por barrabravas”. Una vez más, el pudor no sirve como contención y por eso La Nación llegó a publicar esta noticia: la animadora televisiva Canosa “se enojó” con el Gobierno.
A las y los redactores no les fueron permitidos matices en la descripción del encuentro entre el Presidente y la Vice: todos dijeron que fue un contacto con “frialdad”, “breve”, “distante”. El país “está en el vacío”, tecleó Van der Kooy, el país padece “un Estado fallido”, hizo coro Tenembaum.
Puede considerarse un alivio que Marcelo Bonelli no se haya dedicado a Maradona, pero la ilusión dura poco: el viernes volvió a trabajar el tema cambiario para reinstalar la expectativa de devaluación que, dice, expresan los “lobos” de Wall Street, siempre locuaces en sus columnas.
Del sábado 28 de noviembre queda una anotación curiosa: tres ex ministros del gobierno de Macri aparecieron como “columnistas” en lugares muy preponderantes del dispositivo opositor.
Patricia Bullrich, la extremista del PRO, aparece en La Nación con un anticipo de un libro que se apresta a publicar, en un texto en el que vuelve a ignorar sus responsabilidades personales y las de sus colaboradores en los hechos en Chubut que terminaron causando la muerte de Santiago Maldonado, cuando la Gendarmería fue enviada a atacar sin orden judicial a la comunidad mapuche de Cushamen.
En el mismo diario, Rubinstein se da el lujo de escribir sobre la política sanitaria ante la pandemia, y en Infobae el que firma es Avelluto, para sumarse a la andanada contra las y los docentes emprendida por el gobierno de Larreta. Hay que prepararse: en cualquier momento nos regalan una nota de Oscar Aguad, con su experiencia y sabiduría en los temas de Defensa.
-Comunicadores de la Argentina (COMUNA)
https://www.comunanet.com.ar/la-prensa-opositora-disecciona-al-idolo/
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