El RCEP y el engaño de yuan

La creciente demanda de activos denominados en moneda china choca con los controles de capital para impedir las salidas repentinas de capital.

18/12/2020
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Yuans
Foto: Thomas Ruecker/Getty Images
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La Asociación Económica Regional Integral (RCEP) refleja la polarización del comercio mundial que se aceleró con la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Refuerza la integración regional asiática y ofrece a China la oportunidad de aumentar la influencia del renminbi (RMB), como veremos a continuación. El RCEP no prevé la creación de una unión monetaria, ni estipula el uso de ninguna moneda específica, pero China ha tratado de internacionalizar su moneda y este es un medio más.

 

Desde 2009, China ha desarrollado una estrategia monetaria que promueve su moneda como medio de intercambio internacional. El gobierno entonces desarrolló un programa piloto que permitió a las pequeñas empresas utilizar el Yuan para comprar y vender sus productos. Se autorizó a diez bancos nacionales y tres extranjeros a realizar transacciones transfronterizas entre China, Hong Kong, Macao y los países miembros de la ASEAN. Posteriormente, creó un marco que permite a las entidades públicas y privadas emitir bonos denominados en moneda local.

 

Estas acciones dieron como resultado la exportación de 5 RMB por cada 1 RMB que entraba. Cinco años después, esto se redujo a 0,96 centavos de RMB por cada RMB que entraba. Firmó swaps y abrió acuerdos de líneas de crédito con países sudamericanos (Chile, Brasil y Argentina) por hasta 10.000 millones de dólares para comprar productos chinos durante este período.

 

El gobierno chino busca colocar su moneda como moneda de reserva internacional. Desde 2016, logró colocarla en la canasta de Derechos Especiales de Giro, en el Fondo Monetario, con una participación del 10,9%, al tiempo que firmó acuerdos con instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial o los bancos regionales de desarrollo. Sin embargo, según el FMI, en el segundo trimestre de 2020, la proporción del yuan en las reservas mundiales alcanzó el 2,05%, y el dólar el 61,3%.

 

En 2017, dio un paso más para convertir su moneda en una moneda de referencia, con el respaldo del gobierno ruso, que anunció la emisión de futuros de petróleo denominados en yuan. Por el momento, el petróleo es el único producto básico cuyo mercado de futuros incluye esta moneda. Si se mantiene el ritmo de crecimiento y se integra más con sus vecinos, el mercado de futuros en esta moneda crecerá y permitirá que los precios internacionales se expresen en RMB.

 

La creciente demanda de activos denominados en moneda china choca con los controles de capital para impedir las salidas repentinas de capital. Éstos son para evitar ataques externos al mercado, como en Tokio en 1990, Londres en 1992 o Tailandia en 1997. Una entrada masiva de dólares seguida de una salida de capital internacional afectó al tipo de cambio y al índice general del mercado de valores y llevó a la quiebra al sistema bancario. Para hacer frente a esta amenaza, China creó una compleja estructura financiera a través de Hong Kong, que actúa como centro de compensación del RMB y gestiona el sistema Bond Connect que da acceso a los activos de renta fija del mercado de Shanghái. Sin embargo, cuando este mecanismo entró en funcionamiento en 2014, se especuló con la bolsa de Shanghái que le costó 200.000 millones de dólares al Banco Popular de China (Banco Central).

 

China ha lanzado a finales de 2020 una moneda digital emitida por el Banco Popular de China para seguir mejor los flujos de dinero. Lo ideal sería que permitiera rastrear las corrientes de dinero ilícito, como el lavado de dinero o la financiación del terrorismo, y orientar las intervenciones de política monetaria a clases económicas, regiones u otros grupos específicos. Su utilización desempeñará un papel fundamental en los esfuerzos por internacionalizar la moneda. Según Swift, en octubre de 2020, el dinero chino representaba un magro 1,66% de las transacciones como moneda mundial. Esta cifra sería más elevada si se tiene en cuenta que China tiene un sistema de transacciones transfronterizas -el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS)- que se extiende por 50 países de seis continentes. Las cifras no están fácilmente disponibles. Hemos visto que la oportunidad de la influencia del renminbi en Asia y en la economía mundial ha crecido, y la pregunta abierta es por qué no es todavía una moneda de primera categoría.

 

La moneda global es la moneda del país del estado predominante en la economía internacional. Esta moneda no es necesariamente la mejor o más segura para mantener el dinero (Strange, 1971). El establecimiento de una moneda de reserva (moneda principal) requiere factores objetivos como las condiciones macroeconómicas del país emisor y factores subjetivos como la aceptación por parte de los agentes. (Ito, 2018). La participación de China en el comercio y las inversiones mundiales genera confianza en el RMB, en particular en partes de Asia y África. No obstante, incluso China utiliza el dólar en los negocios y mantiene una elevada proporción de activos en dólares, por lo que es poco probable que sustituya al dólar como moneda mundial a corto plazo.

 

Num.35, Año 2020, 17 de diciembre

 

- Oscar Ugarteche, investigador titular “C”, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, Conacyt-SNI III, coordinador del obela.org

 

- Bertín Acosta, Facultad de Economía, UNAM, miembro del obela.org

 

Fuente: Observatorio Económico Latinoamericano, OBELA

 

 

Referencias:

 

Strange, S. (1971). The Politics of International Currencies. World Politics, 23(2), 215-231. doi:10.2307/2009676

 

Ito, T., Koibuchi, S., Sato, K., & Shimizu, J. (2018). Managing currency risk: How Japanese firms choose invoicing currency. Edward Elgar Publishing.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210257?language=en
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